El mundo de Ricardo Monti

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Antes
de
morir,
Ricardo
Monti
escribía
una
ópera
sobre
un
joven
compositor
que
escribía
su
última
obra
antes
de
morir.
¿Ironía?

“El
cosmos
es
justamente
eso,
una
realidad
ordenada
que
implica
un
diseño”,
me
dijo
una
de
las
tantas
tardes
que
compartimos.
Cada
día
estoy
más
de
acuerdo.

El
Festival
Mundo
Monti
llega
en
el
momento
justo.
Como
las
piezas
de
un
rompecabezas,
encastra
en
el
espacio
y
el
tiempo
que
le
corresponde. 

Esto
no
les
gusta
a
los
autoritarios

El
ejercicio
del
periodismo
profesional
y
crítico
es
un
pilar
fundamental
de
la
democracia.
Por
eso
molesta
a
quienes
creen
ser
los
dueños
de
la
verdad.

Hoy,
más
que
nunca,
toda
la
obra
de
Ricardo
adquiere
una
nueva
dimensión
que
espeja,
con
dolorosa
claridad,
nuestro
presente.
“No
tiene
ningún
sentido
vivir
oprimido
–nos
dice
en
su
último
libro–.
Si
la
gente
se
diera
cuenta
de
esto…
No
se
da
cuenta
porque
está
manipulada.
Y
porque
ha
cedido
por
temor.
Ha
cedido
su
independencia,
se
ha
desprendido
de
sus
ideas,
ha
decidido
dejar
de
pensar
por

misma.
Ha
perdido
su
libertad
y
tiene
que
recuperarla.
En
gran
medida
esa
pérdida
de
libertad
está
íntimamente
ligada
al
miedo
a
morir.
Un
despropósito.
No
podemos
hacer
nada
frente
a
ese
miedo”.

Monti
está
más
vivo
que
nunca.
Y
nos
sigue
interpelando
como
lo
hizo
desde
su
primera
creación
en
1970.
Los
grandes
artistas
son
así.
Atraviesan
el
tiempo.
Apabullan
y
conmueven,
una
y
otra
vez,
porque
sus
obras
nos
enfrentan
a
la
dilemática
condición
humana.

“Sos
el
Shakespeare
argentino”,
le
dije
un
día.
Se
rió
y
me
contestó:
“¿Entonces
me
van
a
reconocer
dentro
de
cien
años?”

No

cuánto
tiempo
pasa
hasta
que
un
artista
se
vuelve
parte
de
la
piel
de
un
pueblo.
La
única
certeza
que
tengo
es
que
este
pueblo
necesita
del
mundo
de
Monti.

Mundo
de
un
hombre
sabio,
de
un
curioso,
de
un
animal
metafísico,
de
un
caprichoso,
de
un
político,
de
un
domador
de
verdades.
Un
hombre
arriesgado,
que
tejió
su
vida
en
el
telar
de
sus
obras. 

Los
espero
hasta
el
17
de
octubre,
en
este
festival
que
hoy
cuenta
con
seis
sedes,
un
libro,
una
ópera
en
proceso,
un
concurso
de
dramaturgia
y
una
película,
pero
que
en
el
principio
fue,
como
siempre
es
el
hecho
artístico,
una
página
en
blanco.

Prepárense
para
descubrir
–a
través
del
libro
Una
poética
de
la
libertad,
que
escribimos
juntos
durante
un
año–
cómo
Ricardo
creó
cada
una
de
sus
obras
logrando,
cuando
las
vemos
en
su
conjunto,
una
coherencia
estética
impactante.

Prepárense
también
para
ser
testigos
de
fragmentos
de
su
última
obra
teatral,
Zanni,
una
ópera
en
la
que
su
protagonista,
un
joven
compositor
a
punto
de
morir,
solo
busca
la
trascendencia
de
su
obra.
Y
en
la
que
Ricardo
nos
revela
cómo
un
artista
puede
fundir,
sin
miedo,
la
vida
y
la
creación.

Y
como
si
esto
fuera
poco,
prepárense
para
verlo
y
escucharlo
en
la
pantalla
del
cine.

Los
que
lo
extrañamos,
muchos,
vamos
a
sentir
que
se
nos
estruja
el
corazón.
Pero
calma,
porque
él
querría
esto.
Querría
decir
su
verdad,
en
tiempos
donde
la
verdad
es
una
búsqueda
más
que
una
certeza.
Lo
haría
a
su
manera,
como
lo
estamos
intentando
muchos.

Él
solo
escribiría
y
escribiría
y
escribiría
hasta
desangrarse.

“Dejo
mi
huella,
lo
que
soy
como
artista.
Eso
es
lo
que
me
impulsa
a
escribir,
si
no
no
escribo,
me
dedico
a
otra
cosa.
No
me
dedico
al
arte
para
llenar
teatros
o
libros
en
las
bibliotecas.
Lo
hago
para
expresar,
verdaderamente,
mi
mundo
más
genuino”.

Importantes
referentes
de
la
cultura
nos
van
a
acompañar
en
estos
días.
No
los
nombro
para
que
les
de
curiosidad
y
se
acerquen
a
@mundomonti
para
enterarse.


les
adelanto
que
la
primera
semana
estaremos
en
el
Teatro
Argentino
de
La
Plata
y
en
el
Teatro
Nacional
Cervantes.
Y
la
segunda,
en
el
Centro
Cultural
Universitario
Paco
Urondo
y
en
el
Cine
Gaumont.
También
les
adelanto
que
la
primera
edición
del
“Concurso
de
dramaturgia
Ricardo
Monti”,
apoyada
por
Proteatro,
Sagai
y
Argentores,
ya
tiene
cien
obras
inscriptas.
Y
que
nuestro
jurado
de
honor:
Rubén
Schumacher,
María
Marull
y
Enrique
Papatino,
muy
pronto
estarán
leyéndolas.

Ricardo
escribe
en
su
última
obra:
“Ya
soy
ceniza,
el
fuego
se
apaga.
Y
muy
pronto,
en
un
tiempo
u
otro,
volverá
a
arder”.

Este
festival
reaviva
ese
fuego,
iluminando
cada
palabra
y
mensaje
que
Ricardo
nos
legó.
Vale
la
pena
detenerse
y
escucharlo.

*Actriz,
escritora
y
guionista.