El aterrador momento que vivieron Evaluna y Camilo en el nacimiento de su hija Amaranto

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La
llegada
de
un
hijo
siempre
es
un
momento
especial,
pero
para


Evaluna
Montaner

y


Camilo
Echeverry,

el
nacimiento
de
su
segundo
bebé,
Amaranto,
fue
una
experiencia
tan
mágica
como
intensa.
La
pareja,
que
ya
había
dado
la
bienvenida
a
su
primogénito
Índigo,
volvió
a
enfrentarse
al
desafío
de
un
parto
en
casa,
pero
esta
vez
las
cosas
no
fueron
tan
tranquilas
como
esperaban.

En
agosto
de
este
año,


Evaluna
y
Camilo

decidieron
repetir
la
tradición
que
habían
seguido
para
el
nacimiento
de

su
hija
Índigo
:

cocinar
una
torta
para
celebrar
el
“cumpleaños”

del
nuevo
integrante
de
la
familia.

“Le
dije
a
Camilo
que
empezáramos
a
hacer
una
torta
para
cantarle
el
cumpleaños
el
día
que
naciera”
,
comentó
Evaluna
en
un
video
que
la
pareja
compartió
en
sus
redes
en
donde
hicieron
el
relato
del
parto
de
su
segundo
hijo.


Evaluna
comenzó
a
sentir
que
su
cuerpo
le
pedía
pujar,
y
de
inmediato
se
despertó
un
nerviosismo
en
la
pareja.

“Ahí
me
puse
un
poquito
nerviosa”,
confesó
ella.
Camilo,
al
ver
que
su
esposa
parecía
estar
adelantándose
a
lo
previsto,
sugirió
esperar
la
llegada
de
su
partera,
Dana,
quien
ya
había
asistido
el
parto
de
su
primera
hija
y
fue
ahí
cuando
el
susto
se
apoderó
de
ambos.

El
susto
de
Camilo
y
Evaluna
en
el
parto
de
Amaranto

La
tensión
aumentó
cuando
Camilo
observó
que
algo
inusual
estaba
sucediendo.

Evaluna
me
dice
‘tengo
muchas
ganas
de
empujar’
y,
de
repente,
veo
dos
chorritos
de
sangre
corriendo
por
sus
piernas”,

relató
el
cantante.
“Ahí
fue
que

me
asusté
y
tuve
que
llamar
a
Dana
otra
vez
”.

La
llegada
de
la
partera
trajo
calma
al
ambiente.
Con
palabras
de
aliento,
le
recordó
a
Camilo
la
promesa
que
había
hecho
de
recibir
a
su
bebé
en
sus
propios
brazos.

“Dana
me
preguntó
‘¿estás
listo
para
recibir
a
tu
bebé?’”,
dijo
Camilo
,
quien
en
medio
de
los
nervios
se
había
olvidado
por
completo
de
ese
deseo
que
había
tenido
desde
hacía
tanto
tiempo.

“En
ese
momento,
en
el
que
estaba
muerto
de
susto,
se
me
había
olvidado
por
completo
que
yo
quería
recibir
a
Amaranto”.

La
rapidez
con
la
que
sucedieron
los
acontecimientos
dejó
a
la
familia
sorprendida
y
a
muchos
sin
la
oportunidad
de
presenciar
el
nacimiento.

La
idea
inicial
era
que
sus
seres
queridos
estuvieran
presentes
en
el
momento
en
que
Amaranto
llegara
al
mundo,
pero
no
hubo
tiempo
para
nada.
“Consulté
cuánto
faltaba
y
Dana
me
dijo:
‘En
cinco
minutos’.
Pero
cuando
fui
a
avisar,
en
menos
de
un
segundo,
nació
Amaranto”,
recordó
Camilo.

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