La
familia
real
de
los
Países
Bajos
volvió
a
captar
la
atención
del
mundo
con
la
publicación
de
sus
nuevos
retratos
oficiales.
Con
el
fondo
de
los
jardines
de
un
histórico
patio
de
beneficencia
en
Ámsterdam,
Máxima
Zorreguieta,
el
rey
Guillermo
y
sus
tres
hijas
posaron
luciendo
su
característico
estilo
elegante
y
moderno.
Sin
embargo,
quien
terminó
robándose
la
atención
fue
Mambo,
el
pequeño
caniche
de
la
familia,
que
decidió
agregar
un
toque
inesperado
al
hacer
pis
en
medio
de
la
sesión
fotográfica.
La
reina
del
estilo:
Máxima
Zorreguieta
Máxima
reafirmó
una
vez
más
por
qué
es
considerada
una
de
las
royals
más
elegantes
del
mundo.
Para
esta
ocasión,
optó
por
un
look
monocromático
en
tonos
beige
y
blanco.
La
combinación
de
un
suéter
tejido
de
cuello
alto
con
un
pantalón
palazzo
aportó
sobriedad
y
sofisticación,
mientras
que
el
tapado
oversized
completó
el
conjunto
con
un
aire
invernal
y
chic.
Un
detalle
que
no
pasó
desapercibido
fue
el
broche
brillante
en
la
solapa
de
su
abrigo,
un
guiño
a
la
joyería
que
tanto
caracteriza
a
Máxima.
Con
un
peinado
de
raya
al
costado,
aros
dorados
y
su
natural
carisma,
la
reina
lució
impecable
mientras
interactuaba
con
su
familia
y,
por
supuesto,
con
Mambo,
su
inseparable
mascota.
Amalia,
Alexia
y
Ariane:
tres
estilos
únicos
Las
princesas
demostraron
que
heredaron
el
buen
gusto
de
su
madre,
pero
cada
una
con
su
propio
toque
personal.
Amalia,
la
heredera
al
trono,
apostó
por
la
comodidad
sin
perder
la
elegancia.
Su
look
incluyó
un
suéter
marrón
chocolate
combinado
con
jeans
rectos,
una
opción
juvenil
y
moderna.
El
toque
final
lo
dio
su
tapado
visón
de
corte
oversized,
perfecto
para
el
invierno
europeo.
Alexia,
conocida
por
su
estilo
audaz,
eligió
un
outfit
más
femenino
pero
igual
de
sofisticado.
Destacó
con
una
falda
de
estampado
escocés
y
una
camisa
blanca,
complementados
por
un
abrigo
marrón
oscuro
con
lazo
que
marcó
su
cintura.
Sus
botas
suela,
de
tendencia,
fueron
el
broche
de
oro
para
su
atuendo.
Ariane,
la
menor
de
las
tres,
sorprendió
con
un
abrigo
largo
fucsia
que
rompió
con
la
paleta
neutra
de
su
familia.
La
prenda,
combinada
con
un
vestido
off
white
y
botas
crema,
la
convirtió
en
el
centro
de
las
miradas,
destacándose
entre
sus
hermanas
y
aportando
un
aire
juvenil
y
fresco.
El
toque
inesperado:
Mambo,
el
caniche
que
no
entiende
de
protocolos
Aunque
la
familia
real
brilló
con
sus
impecables
elecciones
de
vestuario,
el
verdadero
protagonista
de
la
jornada
fue
Mambo,
el
pequeño
caniche
que
los
acompañó
en
la
sesión
fotográfica.
Con
la
espontaneidad
que
caracteriza
a
las
mascotas,
el
perrito
no
dudó
en
marcar
territorio
en
los
cuidados
jardines,
generando
risas
y
relajando
la
formalidad
del
evento.
Este
gesto
inesperado
le
añadió
un
toque
humano
y
divertido
a
la
imagen
de
la
realeza,
acercándola
aún
más
al
público.
VO