(Cuiabá,
2001)
ya
es
uno
de
los
nombres
propios
del
Mundial
de
Clubes.
Marcó
en
el
debut
ante
Seattle
Sounders
(2-1)
y
repitió
ante
el
PSG
(0-1).
Repitió,
también,
celebración:
la
icónica ‘onda
vidal’
(kamehameha)
de
‘Bola
de
Dragón’.
Y
es
que,
como
Goku,
también
parece
haberse
transformado
en
‘Súper
Guerrero’.
En
Inglaterra
dan
por
hecho
que
se
marchara
al
Nottingham
Forest
junto
a
otros
dos
compañeros
(Jair
Cunha
y
Cuiabano)
a
cambio
de
38
millones.
Les
convendría
tenerlo
firmado
porque
su
cotización
crece ‘como
la
espuma’.
Más
si
cabe
tras
su
gol
al
Paris
Saint-Germain.
Savarino
filtró
al
espacio
y
el
‘99’
de
Botafogo,
solo
ante
el
peligro,
hizo
el
resto:
se
coló
entre
Beraldo
y
Pacho,
recortó
al
central
ecuatoriano
y
conectó
un
tiro
que,
tras
tocar
en
Pacho,
despistó
por
completo
a
Donnarumma.
0-1.
“Ellos
son
campeones
de
Europa
y
nosotros
de
América,
no
creo
que
cambie
mucho.
Nos
defendimos
bien
y
fuimos
letales
en
ataque”,
asegura
Igor
Jesus,
que
fue
designado
‘MVP’
gracias
a
su
gol:
“Cuando
me
subí
a
la
valla
para
celebrarlo,
mi
visión
se
oscureció.
Me
sentí
como
si
estuviera
en
un
sueño”.
Cuando
me
subí
a
la
valla
para
celebrarlo,
mi
visión
se
oscureció.
Me
sentí
como
si
estuviera
en
un
sueño
Volvió
a
Brasil
gratis
tras
probar
fortuna
en
Shabab
Al
Ahli
y
el
Mundial
de
Clubes
está
siendo
una
suerte
de
catarsis
para
él:
“Sólo
quiero
agradecer
a
todos
los
que
creen
en
mi
trabajo.
Como
siempre
he
dicho,
cuando
llegué
al
Botafogo,
muchos
no
creían
en
mi
potencial.
Pero
sabía
lo
que
podía
aportar
a
este
grupo,
y
estoy
muy
contento
de
todo
lo
que
he
construido”.
Y
de
lo
que
está
por
construir.
El
internacional
brasileño
ya
tiene
el
próximo
partido
entre
ceja
y
ceja:
“Tenemos
que
celebrar
mucho,
pero
también
tenemos
un
partido
muy
importante
contra
el
Atlético.
Ahora
toca
prepararnos
para
poder
clasificarnos”.
Un ‘Súper
Guerrero’
anda
suelto.