La organización She Decides denunció la falta de acceso al aborto y a métodos anticonceptivos.
El impacto “desproporcionado” de la pandemia de coronavirus, los confinamientos y las presiones sobre los servicios de salud provocaron “un aumento de embarazos y un acceso reducido al aborto, incluso en países donde el procedimiento es seguro y legal”, denunció She Decides, una organización que defiende los derechos de las niñas y mujeres a decidir libremente sobre su propio cuerpo.
En una declaración publicada en su página web, la organización sostiene que el acceso a servicios de salud esenciales, como la anticoncepción, se vio perjudicado en mayor medida desde la irrupción de la pandemia de la Covid-19 y sus consecuencias
Esto provocó, establece la carta, “un aumento de embarazos y un acceso reducido al aborto, incluso en países donde el procedimiento es seguro y legal”.
En la misma línea, denuncian que “una pandemia paralela de aumento de los abusos domésticos también ha comprometido gravemente el acceso de las mujeres y las niñas a sus derechos humanos plenos, incluida su integridad y autonomía física”.
La misiva lleva las firmas de las ministras de Género y Equidad de Francia, Elisabeth Moreno, y de Canadá, Karina Gould; el ministro de Cultura y Equidad de Noruega, Abid Q Raja; el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo; el ministro de Desarrollo Internacional de Suecia, Per Olsson Fridh; y Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, entre más.
En ese marco, Belski expresó: “El aborto debe considerarse un servicio de atención esencial y necesitamos una campaña mundial de información objetiva e imparcial. Observamos que en muchos países se registran retrocesos o barreras legales para garantizar el acceso al aborto legal”.
“Si bien la aprobación del aborto legal en Argentina, a finales de 2020 es una luz de esperanza para las niñas y mujeres de la región, lo cierto es que observamos con preocupación muchos retrocesos a nivel global respecto al acceso al aborto legal”,
Asimismo, el movimiento aboga por una campaña de información objetiva e imparcial para que las mujeres y las niñas conozcan sus derechos y tengan acceso a información precisa sobre sus opciones de atención médica.
La organización exige la reapertura de las clínicas de aborto que “se cerraron durante la pandemia porque se las consideraba servicios de atención no esenciales” y detener la desinformación y los ataques “encabezados por grupos de presión bien organizados que financian campañas contra el aborto en todo el mundo”.
Entre las peticiones de la carta también se insta a la inclusión del aborto seguro “en los esfuerzos de la Cobertura Universal de Salud y en los planes nacionales, proveedores capacitados y con acceso a suministros y productos básicos, incluido el registro de mifepristona donde aún no está disponible”.v