Rusia bombardeó en las últimas horas la ciudad de Odesa, en el sur de Ucrania, mientras la situación en la gigantesca planta de acero Avoztal, en la portuaria Mariupol, sigue abierta puesto que los militares ucranianos permanecen en sus extensos búnkeres subterráneos y algunas fuentes afirman que también se encuentran con ellos un centenar de civiles que no abandonaron la fábrica durante el pasado fin de semana.
Acalladas las proclamas nacionalistas de rusos y ucranianos del lunes, en la fecha que recuerda la caída de la Alemania nazi a manos de la Unión Soviética, el Estado Mayor ucraniano informó este martes que los rusos “continúan preparando operaciones ofensivas en las regiones de Liman y Severodonetsk” en el Donbass (este), y mantienen sus ataques sobre la acería, último foco de resistencia en esta ciudad portuaria del sureste.
El ataque coincidió con la visita a esa ciudad del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que tuvo que ponerse a resguardo
Cientos de civiles escondidos durante semanas con los combatientes fueron evacuados en los últimos días en un operativo comandado por Naciones Unidas, pero Petro Andriushchenko, asesor del destituido alcalde de Mariupol, dijo este martes en redes sociales que “además de los militares, quedan al menos 100 civiles” en la planta, lo que contradice la información oficial de los gobiernos ucraniano y ruso en cuanto a que todos los civiles habían abandonado la planta.
Además, las Fuerzas Armadas rusas derribaron la noche del lunes en la región de Jarkov (noreste) un avión ucraniano Su-25, declaró este martes el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el general de división Igor Konashenkov.
“En la noche del 9 de mayo, durante un combate aéreo cerca de la localidad de Novaya Dmitrovka, situada en la región de Jarkov, fue derribado un avión su-25 de las Fuerzas Aéreas de Ucrania”, dijo el funcionario, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Konashenkov destacó que la aviación rusa atacó además durante la noche 16 zonas de concentración de efectivos y de equipamiento técnico de las tropas de Ucrania.
Joe Biden activó el lunes un mecanismo de una ley de la Segunda Guerra Mundial para ayudar a los aliados a derrotar a la Alemania nazi a fin de acelerar el envío de armamento a Ucrania
El portavoz agregó que las tropas de misiles y de artillería de Rusia “eliminaron en los distritos Nikolayev y Mirni de la región de Nikoláyev 33 puntos de dirección, 407 zonas de concentración de soldados y de equipamiento militar, así como cinco almacenes de municiones y de combustible”.
El lunes se registraron también hasta siete bombardeos en la región meridional de Odesa, que provocaron al menos un muerto y cinco heridos.
El ataque coincidió con la visita a esa ciudad del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que tuvo que ponerse a resguardo, destacó la agencia AFP.
“El Kremlin quiere ejecutar su espíritu de libertad y democracia”, denunció Michel durante esa visita, prometiendo respaldar a Kiev “todo el tiempo que haga falta”.
Los ucranianos también pueden contar con la vasta ayuda militar estadounidense, que se eleva ya a 3.800 millones de dólares desde el inicio del conflicto el 24 de febrero.
El presidente estadounidense Joe Biden activó el lunes un mecanismo de una ley de la Segunda Guerra Mundial para ayudar a los aliados a derrotar a la Alemania nazi a fin de acelerar el envío de armamento a Ucrania.
“Estoy convencido de que Putin creía que podía romper la OTAN, que creía que podía romper la Unión Europea”, dijo Biden algo más tarde en una recaudación de fondos privados.
Los ucranianos también pueden contar con la vasta ayuda militar estadounidense, que se eleva ya a 3.800 millones de dólares desde el inicio del conflicto el 24 de febrero
El lunes, día de la victoria soviética sobre Alemania en 1945, el presidente ruso, Vladimir Putin, reivindicó y justificó la ofensiva en Ucrania, mientras que su par ucraniano, Volodomir Zelenski, se mostró confiado en la victoria final de su país en esta guerra, que entró este martes en su día 76.
La noche del lunes, Zelenski dejó atrás las apelaciones patrióticas de más temprano para contraponer al encendido discurso de Putin en la Plaza Roja y apuntó contra otro de los costados más gravosos de la contienda, no ya para Ucrania sino para el mundo, el de los prejuicios económicos y la falta de alimentos.
Zelenski afirmó que decenas de países están al borde de la escasez de alimentos debido a la suspensión de las exportaciones agrícolas de su país como consecuencia de la invasión rusa.
“Los políticos ya están discutiendo las posibles consecuencias de la crisis de precios y la hambruna en África y Asia”, dijo Zelenksi en un video.
Sostuvo que esa “es una consecuencia directa de la agresión rusa, que solo puede ser superada juntos, por todos los europeos, por todo el mundo libre”, según la agencia de noticias Europa Press.