Israel aprobó ayudas tras calificar la protesta que las reclamaba como “ataque terrorista sanitario”

0
72

Los manifestantes reclamaron al Gobierno más ayuda económica y un plan para trabajadores autónomos y asalariados.

Los manifestantes reclamaron al Gobierno más ayuda económica y un plan para trabajadores autónomos y asalariados.

El Gobierno de Israel aprobó este domingo una serie de ayudas económicas para trabajadores afectados por la pandemia de coronavirus, un día después de que más de 10.000 personas se lo reclamaran con una multitudinaria manifestación callejera que un funcionario calificó como “ataque terrorista sanitario”.

La decisión oficial y la protesta tuvieron lugar en plena segunda ola de contagios en el país, que hoy sumaba 38.213 casos confirmados y 358 muertes por Covid-19, según datos oficiales.

Los contagios escalaron durante las últimas semanas en paralelo a la reapertura tras el confinamiento.

El Ejecutivo conservador dio luz verde al pago de ayudas de unos 2.170 dólares a autónomos, asalariados y empresarios perjudicados por la crisis generada por la pandemia.

Desde que empezó la crisis sanitaria, el desempleo subió de menos de 4% en febrero a 25% en plena pandemia y, tras la reapertura, se sitúa ahora en 21%, lo que significa unos 850.000 desocupados.

Los pagos aprobados forman parte de un plan de ayuda anunciado el jueves pasado y que mañana se votará en el Parlamento, que previsiblemente lo aprobará puesto que la coalición gubernamental cuenta con mayoría.

Además de las ayudas puntuales, el plan prevé también extender los beneficios especiales de desempleo hasta junio de 2021, y asistencias específicas para comercios pequeños y medianos.

“Podemos superar la crisis del coronavirus, o al menos llevar a Israel a una rutina económica y sanitaria que nos permita vivir razonablemente bien el próximo año, ese es el objetivo y el primer paso”, afirmó el primer ministros, Benjamin Netanyahu, en un comunicado difundido por su oficina, informó la agencia de noticias EFE..

El jefe del gobierno fue criticado en los últimos días por su gestión de la crisis y admitió que la salida de la cuarentena se hizo “demasiado rápido”

Israel vive una segunda ola de coronavirus más dura que la primera, lo que llevó al Gobierno a dar marcha atrás a algunos aspectos de la reapertura e imponer de nuevo restricciones como el cierre de bares, piscinas, gimnasios y salas de eventos.

El viceministro de Salud, Yoav Kisch, calificó hoy como un “ataque terrorista sanitario” la manifestación de ayer en Tel Aviv, en la que más de 10.000 personas abarrotaron la icónica plaza Rabin, en muchos casos sin respetar la distancia social.

El descontento de la población con lo que considera medidas económicas de apoyo insuficientes, especialmente en el caso de trabajadores autónomos y sectores como el turismo y el entretenimiento, hizo que el número de asistentes multiplicara por más de cinco el límite de las 1.800 personas autorizadas por la policía, una cifra calculada según los requerimientos de la distancia social reglamentaria.

La Policía arrestó ayer a 20 manifestantes que “provocaron daños en áreas públicas y bloquearon calles”, informó un vocero policial, que señaló que tres agentes recibieron heridas leves al ser atacados con gas pimienta.

Por su parte, el ministro de Finanzas, Israel Katz, dijo a la radio del Ejército que preparaba el plan económico anunciado el jueves por Netanyahu.

Sin embargo, los manifestantes se pronunciaron en contra de este nuevo plan y reclamaron al Gobierno más ayuda económica y un plan para trabajadores autónomos, independientes y asalariados.