En la vereda de enfrente

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El primer acorde del himno activa el mecanismo. Las rodillas más caras de la NBA descienden hasta el suelo. LeBron James, del brazo de Anthony Davis y Quinn Cook, tiene el semblante serio y solemne. Vestidos con remeras negras con la inscripción Black Lives Matters, las estrellas de la liga envían un poderoso mensaje de protesta, repudiando la violencia policial contra los afroamericanos y cuestionando, por elevación, al presidente Donald Trump. George Floyd, asesinado por policías en Minneapolis, no verá esta noche su deporte favorito. Floyd está muerto.

“Entendemos lo que está pasando en la sociedad y estamos usando esta plataforma para mantener una postura fuerte”, declaró ‘King’ James. “Estamos lidiando con mucho racismo, mucha injusticia social y brutalidad policial”, agregó la superestrella más grande de la liga, a tres meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

En Disney World, Orlando, el show continuó, pero no dejó indiferente a nadie. El próximo 3 de noviembre, Donald Trump competirá con el demócrata Joe Biden. Florida será un estado clave para ambos, ya que reparte 29 delegados al Colegio Electoral. En las últimas décadas, quien ganó allí terminó en el Salón Oval de la Casa Blanca. Según el promedio de encuestas de Real Clear Politics, el senador opositor tiene un 50% de intención de voto, mientras que Trump apenas cosecha el 41,6%. Pero los sondeos que importan son los estatales, donde Biden también gana, pero el margen se achica. En Florida, donde el republicano se impuso en 2016, el demócrata lleva seis puntos de ventaja.

El mundo del deporte siempre estuvo en la vereda de enfrente de Trump. En los últimos meses, Gregg Popovich y Steve Kerr dispararon munición gruesa contra el presidente. En 2016, el quarterbarck de la NFL Colin Kaepernick se arrodilló durante el himno para protestar por la violencia contra los afroamericanos. “Tienes que pararte con orgullo en el himno nacional o no deberías jugar. No deberías estar allí, tal vez no deberías estar en el país”, lo atacó Trump, por entonces candidato a la presidencia. El jueves, LeBron James y sus compañeros hablaron sin hablar. Quizás el presidente no debería estar más en la Casa Blanca. Tal vez tenga que buscarse otro país.