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Muestras un alto nivel en sus últimos cuatro partidos y fue clave para la victoria sobre Sporting Cristal. El club de Núñez pagará 7 millones de dólares para quedarse con su pase.
Esequiel Barco hace delirar a los hinchas de River. Los invita a vivir una locura. Como la noche del miércoles ante Sporting Cristal en la que el futbolista que lleva al 21 en la espalda volvió a tener una gran actuación, fue figura y ratificó su gran presente, que ya no se trata de apariciones aisladas, sino que hay una continuidad de cuatro partidos en un muy buen nivel.
En esos cuatro encuentros (Huracán, Gimnasia, Newell’s y Sporting Cristal) Barco fue titular en tres. Solo contra el equipo rosarino fue al banco de suplentes, pero ingresó en el segundo tiempo. Y en todos fue determinante. Su promedio Clarín en esas cuatro presentaciones fue de 7,75 producto de tener 8 de calificación ante el Globo, el Lobo y los peruanos y 7 frente al conjunto de Gabriel Heinze.
El presente del Barco de River no es casualidad. Es producto de un talento que estaba contenido y que empezó a liberarse. Ahora sí se parece más al futbolista que deslumbró en Independiente, antes de irse a jugar al Atlanta United de la MLS de Estados Unidos. Es pura explosión. Pero también le sumó paciencia y fluidez a su juego. Al jugar por adentro, ya no se engolosina tanto con la pelota.
“El año pasado Barco jugó mucho más de extremo y los extremos están para encarar. Están para ponerse uno contra uno y seguramente mucho de esos uno contra uno los pierdan. Está bien que los pierdan, porque en el desequilibrio, las que ganen, el equipo se pone en situación de gol”, comentó Martín Demichelis sobre él. Y el técnico de River también destacó: “Hoy por hoy, jugando por dentro como me gusta a mí, tiene que entender que no siempre puede trasladar y no siempre puede utilizar su gambeta”.
Barco maduró. Entendió en qué momento es más pertinente pasar que encarar, pero también aprendió a leer el instante preciso en el que debe ajusticiar. Esto lo ha combinado con un coraje innegable, destacado alguna vez por Marcelo Gallardo y refrendado por Demichelis, que lo llevó pedir penales cuando todavía era observado de costado, todo para demostrar la confianza que se tenía. Y que se tiene.
Así, el gol y medio -el primero se lo dieron a Lucas Beltrán- frente a Sporting Cristal certificaron un salto de calidad que se explica desde lo conceptual y que justifica la inversión que River hará por él. Claro, el club de Núñez pagará 7 millones de dólares para quedarse con su pase.
El año pasado, por la cantidad de partidos que Barco jugó, se activó la cláusula gatillo para que River le compre el 100 por ciento del pase del jugador al Atlanta por 7 millones de dólares. Eso se pagará en seis cuotas desde 2024 hasta 2026.
Barco está a préstamo hasta fin de año ya que River pagó 2,2 millones de dólares por temporada en todo concepto, es decir un total de 4,4 millones de la moneda estadounidense. Y desde enero de 2024 será 100 por ciento jugador del club. De hecho, ya firmó su contrato hasta diciembre de 2026.
Atlanta, que invirtió 15 millones de dólares en él cuando se lo compró a Independiente en su momento, y se ahorró su salario los últimos dos años, embolsará 7 millones de dólares en seis cuotas (dos por año, una en marzo y otra en septiembre) entre 2024 y 2026 y se quedará también con un 50 por ciento de plusvalía por una futura venta del jugador.
También hay distintas cláusulas por las que River podría pagarle algún dinero extra a Atlanta según objetivos. Por ejemplo, si sale campeón de América, como en su momento ocurrió en el acuerdo River-San Pablo por Lucas Pratto.
“Fue una noche redonda para todos. Empezamos con el pie izquierdo en la Copa, con uno menos se hizo difícil, pero lo pudimos sacar adelante. Necesitábamos mucho esto”, afirmó Barco tras sus goles y el triunfo a Sporting Cristal. Y River necesitará mucho de él también, claro. Para que el barco riverplatense llegue a buen puerto.