Rusia lanzó este lunes múltiples drones explosivos y misiles contra la sureña ciudad portuaria ucraniana de Odesa que fueron interceptados por las defensas aéreas, informaron autoridades de Ucrania, en el más reciente de una serie de ataques en la costa del mar Negro.
“El enemigo atacó la región de Odesa tres veces durante la noche, usando dos oleadas de drones de ataque, un total de 15, y ocho misiles marítimos de tipo Kalibr“, escribió en Telegram el Comando Operacional Sur de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Las defensas aéreas repelieron todos los ataques, pero la caída de restos de drones y de ocho misiles Kalibr que fueron derribados dañó un edificio residencial, un supermercado y un dormitorio de un centro educativo en la ciudad, dijo el gobernador de Odesa, Oleh Kiper.
“La onda expansiva dañó ventanas y balcones en varios edificios”, así como “carros estacionados cerca”, prosiguió, al tiempo que añadió que bomberos combatían dos incendios.
Dos empleados del supermercado fueron hospitalizados, según informó la agencia de noticias AFP. Un video subido a redes sociales mostró un gran incendio en el supermercado.
Rusia y Ucrania han aumentado sus ataques en la zona del mar Negro desde el mes pasado, cuando Moscú se retiró de un acuerdo que permitía a Kiev exportar granos por el mar de manera segura, desde Odesa y otros puertos, pese a la guerra con Rusia.
Luego de denunciar el acuerdo, Moscú bombardeó en numerosas ocasiones los puertos marítimos de la región de Odesa desde lo que salían los barcos cargados con cereales en virtud del pacto.
El acuerdo negociado por la ONU y Turquía había permitido que se reanudara el flujo de cereales desde Ucrania y reducido la probabilidad de una hambruna en países pobres de África, Medio Oriente y Asia que dependen de los granos ucranianos.
El 2 de agosto, Rusia atacó las estructuras portuarias de la ciudad de Izmail, en la región de Odesa junto al río Danubio. Fronteriza con Rumania, se trata de una de las principales rutas, alternativas a la del mar Negro, para el tránsito de productos agrícolas ucranianos.
Los ataques nocturnos con misiles y drones en Odesa llegaron horas después de que Moscú afirmara que un buque de guerra ruso lanzó disparos de advertencia contra un carguero que se dirigía al puerto de Izmail.
El buque ruso avistó el carguero Sukru Okan, que navegaba bajo bandera de Palau, y efectuó disparos de advertencia después de que su capitán no respondiera a las peticiones de que se detuviera para ser inspeccionado.
Tras la inspección, se permitió al carguero proseguir su viaje. El Kremlin ha dicho que consideraría objetivos militares potenciales a los cargueros con destino a Ucrania a través del mar Negro.
Este lunes Ucrania reivindicó avances en una contraofensiva que lanzó en junio pasado para intentar recuperar territorios de cuatro provincias del este y sur del país ocupados por Rusia durante la invasión lanzada en febrero de 2022.
El anuncio se da al mismo tiempo que Rusia indicara que sus fuerzas siguieron realizando progresos en la provincia oriental de Jarkov.
El Ejército ruso sostuvo que sus fuerzas repelieron seis ataques y contraataques en Jarkov, y que atacó por la noche instalaciones ucranianas en esa provincia donde producían drones marinos.
Asimismo, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que los sistemas de defensa aérea derribaron un número no especificado de drones ucranianos sobre la región de Belgorod sin causar daños ni víctimas.
La región, que limita con Ucrania, es un objetivo habitual de los bombardeos y ataques con aviones no tripulados transfronterizos de Ucrania.
Rusia también informó que uno de sus cazas MiG-29 impidió que un avión noruego de patrulla P-8A Poseidon violara su frontera en la zona del mar de Barents.
Los incidentes entre aviones rusos y de países de la OTAN, incluida Noruega, se han multiplicado en los últimos años, incluso antes del inicio del conflicto en Ucrania. A menudo tenían lugar sobre el mar Báltico, pero también en el mar Negro y en otros lugares.