Durante toda su vida, Diego Maradona tuvo distintos enemigos dentro y fuera de la cancha y muchas veces eligió al periodismo como blanco para desde el enojo encontrar la motivación y la fuerza para salir adelante y revertir situaciones adversas y como entrenador una de las más complicadas fue durante las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010 cuando la Selección argentina sufrió hasta el último partido para conseguir la clasificación y en la conferencia de prensa posterior a la victoria sobre Uruguay, le dedicó una de sus frases inmortalizadas a Toti Pasman cuando le dijo en la cara “vos también la tenés adentro”.
Más allá del mal momento, esa dedicatoria le sirvió a Pasman para tomar más notoriedad y tras conocer la triste noticia de la muerte de Maradona así lo recordó en su programa de Radio La Red: “Yo quiero hablar con el corazón en la mano porque la verdad que a mí y a toda mi generación Diego nos cambió la vida. Su talento nos hizo felices, su magia nos hizo emocionarnos. Nos hizo soñar y nos hizo ilusionar que con Maradona en la cancha todo era posible“, empezó su editorial.
Y siguió con aquel recuerdo imborrable para todos pero sobre todo para él y su carrera: “Después me volvió a cambiar la vida como periodista. El famoso LTA, yo le agradezco a Dios aquella noche pero no por la frase, por la anécdota ni la popularidad sino porque eso que pasó en Montevideo a mí me permitió acercarme a Maradona, tener una intimidad que de otra forma nunca hubiese tenido y me regaló el año más apasionante de mi carrera desde aquel 14 de octubre de 2009 hasta que terminó el Mundial del 2010, con el libro que vino después y gracias a Dios la relación con Maradona después se mejoró, me llamaba por teléfono y me dio un montón de notas”.
“Yo no tenía la relación que tenían Dani Arcucci, Martín Liberman, Niembro, Marcelo Palacios o Arévalo y quería que Diego sepa quién era yo, no quería pasar desapercibido. Eso a mí me acercó con una historia de amor y odios, de enojos y risas y lo voy a guardar para siempre en mi corazón”, agregó.
Esa relación que tuvo su pico más álgido en Montevideo, cambió en Sudáfrica: “Cada conferencia de prensa iba preparado porque sabía que Diego estaba esperando ‘qué me pregunta este HDP y qué le contesto’ y me encontraba con que un día Diego me guiñaba el ojo, me saludaba, me daba la primera pregunta, que en un Mundial no terminaba la conferencia de prensa hasta que yo pregunte”.
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