Yanina Latorre contó la historia oscura de los padres de Diego

0
75

Se sabe que la relación entre botineras y suegros es el peor vínculo que puede existir. El motivo es más que claro, dado que los padres de los futbolistas consideran que las mujeres que se acercan a sus hijos (en general) lo hacen por interés. Esto mismo le sucedió a Yanina Latorre con los padres de Diego y en una mañana de descargos y “trapitos al sol”, la panelista prendió el ventilador y reveló estremecedoras experiencias que vivió de joven por el odio de sus suegros y dejó a sus colegas en shock.

La angelita recordó los duros momentos que transitó mientras los padres de diego vivían en Tenerife (la más grande de las Islas Canarias en España). “Para que lo tomen de ejemplo otras chicas y que no les pase. Cuando me fui a España la pasé mal en serio. No le decía nada a mi mamá porque ella me iba a decir que me volviera, pero adelgacé quince kilos y eso que ya era muy flaca. Yo le blanqueé todo a Dora hasta que un día me harté y me apersoné en la casa de sus viejos y le grité todo lo que pienso. Viste que yo me vuelvo loca y grito…”, comenzó Yanina en medio de un relato que sorprendió al panel completo de LAM. 

En aquellos tiempos, según explicaba la periodista, no había comunicación a larga distancia y si bien los teléfonos existían, hacer una llamada de Europa a la Argentina era súper costoso, por lo que sus suegros la llamaban criticándola cuando lo hacía para comunicarse con sus padres. “¿Pero lo pagás vos o lo paga este corriendo a la pelota, quien sos para llevar el control?”, le respondió Yanina a su suegro, según relata.

En esa misma línea aseguró que le hicieron la vida imposible en los primeros tiempos y añadió a su historia: “Te lo resumo, me decían que la plata, que yo era puta, que era ladrona, que le mentía en la edad, que compré el título, que le iba a hacer un hijo y me iba a escapar. Y mirá, cornuda y sigo acá porque lo amo. Ustedes saben que yo a Diego lo amo por más que nos matemos”.

Incluso, llegó a reconocer una terrible trastada que le jugaron por atrás, de la cual asegura haber explotado después sin vuelta atrás. “Me mandaron a romper el auto para que Diego creyera que yo salía borracha. Lo tuvimos que garpar. Tenía un descapotable blanco. Lo juro por Lola y Diego que no los vea nunca más y que mi mamá se muera. Abrí la puerta y se cayó al piso. Doy vuelta y el auto estaba destrozado, lo tuvimos que tirar. Destrucción total. Esos ya eran manotazos de ahogados. Eso reventó la situación de todo”.

Sin embargo, Latorre no pudo contar con la inmediatez de contarle a su marido , dado que en ese momento él tenía un partido y tal como recita y popularmente se sabe, “muy de botineras”, la pareja de un futbolista si tiene alguna noticia importante, se la tiene que contar después de que el deportista juegue el respectivo partido para evitar que los conflictos emocionales “le aflojen los pies”. 

“Yo muda. Al jugador no se le cuenta nada hasta que termine el partido. Pareciera que si salen a jugar con una preocupación, se les rompen los tobillos. Yo he perdido embarazos y me quedé muda hasta que él volvió. Al pedo. Está mal. Pero bueno, ese día yo enloquecí. Caminé 10 cuadras con Bono, el perro caniche. Me apersoné en la casa de mis suegros y les dije: ‘Hola, yo no soy puta, soy muy puta, me dedico a ser puta, estoy con él para sacarle la guita y cada noche le hago ….. para quedarme con la plata. Pero mucho peor es tener 60 años y pelear con una puta de 20, por la guita del hijo. Laburen , sean dignos. Y de ahí nunca más los vi. Les dije la verdad, ¿estuve re bien, o no?”, cerró triufante la panelista. ¡Tremendo!

A.A

Galería de imágenes

e-planning ad