“El arte no tiene una lengua en particular”

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Es un viaje de egresados pero sin alcohol, o algo parecido. Porque es realmente muy divertido,” dice Luciano Onetti, y lo secunda su hermano Nicolás. Ambos, por supuesto, son los hermanos Onetti, y desde Azul, con amor al giallo, han generado una fuerza de cine distinta, premiada y celebrada mundialmente. El viaje de egresados no es otra cosa que Abrakadabra, la película que acaba de publicarse en YouTube bajo la etiqueta Watch Movies Now!, y que es el cierre de la trilogía de los hermanos que celebra el cine de Mario Bava, Dario Argento y Lucio Fulci. Lo cierto es que eso que hacen, celebrar ese horror estilizado que representa un Monte Everest irrepetible de sangre, diversión y talento para muchos, es algo que lo hacen como nadie. Dirá Luciano: “En principio había algo de homenaje, después ya no. La nostalgia es una de las respuestas a por qué jugar con estas texturas y formas en nuestro cine, la nostalgia nuestra y la de la gente que ve nuestras películas. Los fans del terror son muy fanáticos de las películas de los 80, y eso no va a volver”.

 Luciano expande ese concepto: “El formato estilo retro o imitación de 35 mm viene desde Sonno Profondo, nuestro primer giallo”. Pero la película juega con todo lo que hacían aquellos films. Agrega Luciano: “En cuanto a la música, aproveché para componer algo del género, tal como hacía Ennio Morricone, Bruno Nicolai y otros nombres. Lo del doblaje fue un capricho extraño. De todos modos, yo siempre me excusé diciendo que el arte no tiene una lengua en particular”. 

Hay otra particularidad: los Onetti han logrado producir su cine, gran parte de él, con pocos recursos del Incaa. Han filmado a pulmón, han realizado un film de horror como Los olvidados, de factura industrial. Nicolás dirá: “Hay que buscar diferentes formas de realización de las películas. Nosotros hicimos casi todas nuestras películas de manera independiente pero contábamos con aportes financieros del exterior. Así hicimos A Night of Horror: Nightmare Radio, filmada en Azul, pero hablada en inglés”. Luciano suma: “Llegamos a esta forma de producir y dirigir porque los dos nacimos en la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires. Y la realidad es que no hay llegada al cine. Nosotros rompimos un poco con eso de que tenés que vivir en Capital y estudiar alguna carrera de cine o audiovisual, al menos para estas cosas que hemos hecho, más por aventura que por otra cosa”. 

Los hermanos trabajan juntos, como sostiene Nicolás, “desde la creación de la historia hasta el material que hay que entregar cuando se venda la película”. En ese sentido, Abrakadabra es una fiesta de todo aquello que han logrado y que quieren lograr. Según Luciano: “Es muy divertido para nosotros poner cositas que están ocultas en cada una de nuestras películas que solo el que conoce del género se va a dar cuenta. Quizás es una forma de acercarnos al cinéfilo, y quizás al que no sabe del género le parezca una basura sin sentido. Disfrutamos haciendo estas cosas porque nos conecta con el cine que hemos visto en otras épocas. Y aunque uno después del rodaje llega a su casa hecho bolsa y con la cabeza a punto de explotar, al final, tarde o temprano. habrá valido la pena”.