Si hay algo que empieza a quedar claro en medio de la gran confusión y desorden que generó la pandemia en el fútbol y la sociedad es que cuando los torneos se reanuden, la mayoría de los equipos estarán repletos de juveniles. En muchas tribunas volverá a escucharse el “vamos vamos los pibes” como un himno del presente.
Hay varias razones que hacen suponer eso. La primera, sin dudas, es que muchos contratos no se renovarán a partir del 30 de junio, algo que puso en pie de guerra a Futbolistas Argentinos Agremiados, la AFA y los clubes.
La segunda tiene un matiz económico: por la crisis que atraviesan todas las instituciones, los planteles no tendrán la cantidad de refuerzos de temporadas anteriores. La tercera es más bien psicológica: al no haber descensos –acaso el motivo por el que se rompió la relación entre Marchi y Tapia–, los clubes, relajados porque no perderán la categoría, les abrirán la ventana de Primera a muchos chicos que hasta hace unos meses estaban en la quinta y cuarta división.
“Muchos jugadores grandes que iban a ser contratados o tenían contrato hasta esa fecha no van a continuar. Entonces muchos chicos van a tener la posibilidad que quizás no tuvieron antes”, valida Fernando Kuyumchoglu, coordinador de las divisiones inferiores de San Lorenzo.
Habrá un problema, entre los tantos que se esperan por la crisis generada por el coronavirus. Muchos pibes se verán obligados a cortar su proceso de formación por los apuros propios de los clubes. Por eso Adolfo Manetti, coordinador en Colón, hace especial hincapié en que dependerá “del trabajo que se haya hecho y el nivel que tenga” cada jugador. Considera que en este tiempo es posible que se promueva sin que el futbolista esté totalmente formado, no solo desde lo futbolístico, sino de lo físico o lo psicológico.
No obstante, en la cantera del club santafesino saben que esta temporada será más demandante que la anterior. “En Colón tenemos buenos valores que pueden formar parte junto a los que ya están en Primera. El año pasado debutaron seis o siete chicos, los hicimos jugar en la Copa Argentina y en la Copa Santa Fe”, explicó Manetti.
En Gimnasia y Esgrima La Plata, uno de los clubes beneficiados por la suspensión de los descensos hasta 2022, el coordinador Marcelo Ramos sostuvo ante la agencia NA que “el contexto amerita la presencia de juveniles” y que “muchos van a estar considerados” por el técnico Diego Armando Maradona.
Debido a este particular escenario, todos los coordinadores de inferiores le solicitaron a la AFA que los jugadores de la categoría 1999, quienes deberían firmar su primer contrato en junio para no quedar libres, puedan permanecer hasta diciembre. El pedido ya fue aceptado. Lo que todavía no está claro es qué tipo de torneo jugarán las divisiones inferiores hasta diciembre. Arriba, en la Primera de cada club, mientras tanto, habrá muchos adolescentes dando sus primeros pasos. La peor crisis para muchos será una oportunidad.
Contención y ayuda.
La cuarentena obligatoria obligó a los clubes a agudizar el ingenio para llevar a cabo la planificación de divisiones inferiores, luego de liberar sus pensiones para que los jugadores regresen con sus familias.
En muchos casos, los coordinadores mantienen una asistencia personalizada aquellos chicos que atraviesan dificultades económicas. Como muchos comían en las pensiones, ahora son los clubes los que les envían la comida a sus hogares, además de asistirlos vía zoom en lo físico, nutricional y psicológico.
En Gimnasia, por ejemplo, advirtieron que el 10 por ciento de los 210 juveniles tenían una necesidad que se profundizó en este contexto. “Los dirigentes trabajaron inmediatamente para llevar alimentos y elementos de limpieza. No pensamos solamente en el jugador sino en su grupo familiar”, contó Ramos, su coordinador.
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