Sánchez le pidió a la oposición que no abone el “veneno del odio”

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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidió hoy a la oposición de derecha y extrema derecha que no abone el “veneno del odio”, al defender en el Parlamento la sexta y última prórroga del estado de alarma por la crisis del coronavirus, en medio de una creciente tensión política.

“Lo estamos viendo en Estados Unidos y no queremos verlo cuajar en España: el odio es el veneno más dañino”, dijo el líder socialista citando la confrontación racial por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía, al encarar un debate parlamentario que se anticipaba duro.

“Digamos no al veneno del odio, a la violencia física, verbal, al insulto y la provocación. Demostremos la utilidad de la política, demostremos que servimos para algo más que para llenar titulares de crispación e insultos”, añadió Sánchez, cuyas palabras no tuvieron eco en sus adversarios del Partido Popular (PP) y Vox, la extrema derecha.

A pesar de la estrategia de desgaste y derribo de la oposición, que censura por completo la gestión del Gobierno de la crisis del coronavirus, Sánchez encaró el debate con la tranquilidad de que el Congreso de los Diputados aprobará la nueva prórroga que llevará el estado de alarma hasta el 21 de junio.

Después de haber salvado las últimas dos prórrogas con lo justo y saliendo debilitado, en esta ocasión Sánchez recuperó terreno y saldrá reforzado del Parlamento, ya que la aprobación de la medida de excepción está garantizada gracias a los acuerdos que alcanzó con varios partidos.

Digamos no al veneno del odio, a la violencia física, verbal, al insulto y la provocación. Demostremos la utilidad de la política

Sánchez logró reconducir la relación con los independentistas catalanes de ERC, reafirmó el apoyo de los nacionalistas vascos del PNV, los dos partidos que fueron claves para la reelección de Sánchez y la formación de su Gobierno de coalición.

Pero además sumó a los liberales de Ciudadanos, quienes ya en la anterior prórroga se habían distanciado del bloque de derecha, que apuesta de forma abierta por erosionar al Gobierno hasta hacerlo caer.

También manifestó la intención de su Gobierno de aprovechar la crisis del coronavirus para transformar económicamente a España hacia una economía verde y sostenible.

“Lo digo alto y claro, viva el 8 de marzo”, remarcó Sánchez en plena investigación judicial sobre la manifestación feminista del pasado 8M, que la derecha y la extrema derecha atribuyen a una irresponsabilidad del Gobierno.

A su turno, el líder del PP, Pablo Casado, se lanzó al ataque como si se defendiera una moción de censura al Gobierno, citando los hitos de la gestión del ex presidente Mariano Rajoy, desbancado justo hace dos años por Sánchez con apoyo de la izquierda, nacionalistas e independentistas.

“Ha hecho de la polarización su hoja de ruta, y del sectarismo y el populismo una campaña electoral permanente”, sostuvo Casado, quien subrayó que Sánchez es “el presidente con menos apoyos de la democracia”.

“No se cansa de mentir”, “Habla hoy de veneno como el pirómano que alecciona sobre incendios”, añadió el dirigente conservador.

Casado acusó a Sánchez de “arrogancia” y de ser “prisionero de sus apoyos” y “ocultar” a los muertos del coronavirus, que “su gobierno cifra en más de 27.000 y las funerarias en 44.000”, recordó.

Por su parte, Santiago Abascal, el líder de Vox, apuntó que “los españoles han visto peligrar su salud y su vida a manos de un Gobierno negligente”; “y su libertad y su economía a manos de un gobierno sectario, extremista y guerracivilista”.

“Ocultaron información y se atreven a gritar “viva el 8 de marzo, que es como gritar viva la enfermedad y viva la muerte”, añadió Abascal, quien llegó a dirigiese a los miembros del gobierno como “narcodictadores comunistas”.

En la réplica, Sánchez recordó que el 8M es la “nueva conspiración de la derecha y la extrema derecha”, pese a que hubo manifestaciones en todo el mundo, y advirtió a Casado del riesgo de seguir la misma estrategia de Vox: “hace pequeño a su partido y hace grande a la ultraderecha”.