La chilena Francisca Valenzuela ya había dejado su marca. Pero poco imaginaba que su propuesta, aquella diseñada para promocionar La fortaleza, la canción parte del disco homónimo, dejaría en claro su conexión con su público. La artista lanzó una convocatoria y la respuesta fue apabullante: 1.800 fans haciendo su versión, su video, de La fortaleza. Así, después de sus discos y de su plataforma Ruidosa, Valenzuela dice: “Este video muestra no solo la diversidad, sino la realidad, y la fortaleza de esos cotidianos. Muestra también las ganas de estar unidos.” El video puede verse en Youtube y Valenzuela sostiene: “Celebra la resiliencia humana, la conectividad humana. Y las ganas de hacer, de participar, incluso en el encierro. Desde mi lado, como artista, muestra mi relación con aquellos a quienes entrego mi música, mi arte, mi vulnerabilidad, y ellos devolviendo su propia vulnerabilidad.”
—¿Qué representa, sobre todo teniendo en cuenta lo que pasó con el video, la música hoy, en este momento del mundo?
—La potencia de la música en este momento es compañía, de reflexión, también de reacción. Siempre ha tenido esa capacidad, claro, pero ha ido cambiando que se destaca más según el momento. En nuestro encierro es mucho más necesario conectar con música de cierto mensaje o temática. En mi caso, actualmente la música me permite fluir, dejándome ver quién soy. Recién saqué un disco, y siento a la música como un espacio para buscar respuesta de mí y del mundo, para canalizar historias personales, o colectivas, o desde la perspectiva de género.
—¿Cómo definirías tu ADN musical y tu obra como creadora?
—Hay mucho de identidad, libertad y reivindicación en la canción y en mi música. Está en mi discografía y mi cuerpo de trabajo. Es algo que sigo explorando.