Biden se corona como la esperanza opositora para poner fin al Gobierno de Trump

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Con un mensaje de unidad partidaria y un esfuerzo explícito por imprimir una impronta histórica a esta campaña estadounidense que comienza, el exvicepresidente Joe Biden aceptó la nominación demócrata para competir con Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

“Ahora y acá, si me confían la Presidencia, sacaré lo mejor de nosotros, no lo peor; elegiré la verdad, sobre la ficción, la luz, sobre la oscuridad”, aseguró el dirigente de 77 años desde la ciudad donde vive hace años, Wilmington, Delaware, en su discurso de cierre de la Convención Nacional Demócrata, trasmitido en vivo por las plataformas partidarias.

La última jornada de esta convención virtual, aggiornada a los difíciles tiempos de pandemia que vive el país, comenzó con una serie de apoyos cortos de exrivales de Biden en las primarias presidenciales -como las senadoras Amy Klobuchar y Elizabeth Warren, el empresario Andrew Yang, el excongresista tejano Beto O’Rourke-, de activistas, dirigentes y hasta del exsecretario de Estado del Gobierno de George Bush, el republicano Colin Powell.

“La pandemia aceleró todo. El 72% de los estadounidenses creen que este es el peor momento que han vivido. Necesitamos líderes que nos saquen de esto. Debemos darle una chance a la recuperación de nuestro país y necesitamos tu ayuda para hacerlo en 76 días”, aseguró Yang, en referencia al actual derrumbe económico y desempleo masivo.

Sus palabras marcaron el tono de la noche: crisis, urgencia, oportunidad, esperanza y unidad.

“Salimos a la calle para pedir un cambio y ahora debemos registrarnos y votar”, aseguró la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, una de las dirigentes que Biden consideró para la fórmula presidencial, antes de elegir a la senadora Kamala Harris.

La alcaldesa negra hizo una referencia a las recientes protestas antirracistas y recordó la historia de lucha de John Lewis, el referente del movimiento de derechos civiles afroestadounidense que falleció recientemente.

Más tarde, se sumaron otros ex precandidatos presidenciales como los senadores Bernie Sanders y Cory Booker, y el exalcalde Pete Buttigieg y recordaron anécdotas con Biden en las primarias.

“Esta es la elección más importante de la historia moderna de este país y Joe Biden es el candidato más honesto y decente y, por Dios, esto es lo que necesita el país ahora”, aseguró Sanders, para sellar el mensaje de unidad.

Hasta el exalcalde neoyorquino Michael Bloomberg, un eterno independiente que compitió en las primarias demócratas este año, se sumó al apoyo a Biden.

Entre cada testimonio de advertencia o llamado urgente a votar, la anfitriona de la noche, la actriz Julia Louis-Dreyfus, aportó la cuota de humor y las comparaciones y referencias políticamente incorrectas con Trump y su Gobierno.

Senadores, activistas, líderes religiosos -todos viejos conocidos de Biden- y sus hijos y nietas hablaron sobre su personalidad, las tragedias familiares que sufrió con la muerte de su primera esposa y dos de sus hijos, su fe y su liderazgo político, especialmente en la recuperación económica tras la crisis de 2008.

A lo largo de la jornada, se destacaron -una vez más- las voces de las minorías negra, latina e indígena, de trabajadores y líderes sindicales, y veteranos de guerra, todas clave para la base electoral demócrata.

Cada uno de ellos repitió una y otra vez un mensaje que será central en la campaña: se deben ignorar las denuncias de Trump sobre un posible fraude y votar.

“El presidente Trump no quiere que ninguno de nosotros votemos porque sabe que no puede ganar de manera transparente. Voten de la manera que prefieran, pero voten”, pidió la comediante Sarah Cooper.

Asimismo, a partir de la voz del cirujano general del segundo Gobierno de Barack Obama, el doctor Vivek Murthy, y de múltiples historias sobre la pandemia y la dificultad para garantizar el acceso a la salud para la clase media, Biden adelantó una de sus principales promesas de campaña: recuperar el sistema de salud aprobado en 2010 y desarticulado desde entonces por Trump.

“Esta es la verdad: nuestra nación tiene todo lo que necesita para superar la pandemia de Covid-19. Tenemos el talento, los recursos y la tecnología. Lo que nos falta es el liderazgo”, aseguró el doctor Murthy, en un momento en que el país ya suma más de 5,5 millones de casos confirmados y más de 174.000 muertos.