Tiene en la suela de sus zapatos dos barrios bien porteños: La Boca y San Telmo. El intérprete y compositor Daniel Fiorentino, casi sinónimo de música ciudadana, presentará su último álbum junto a la Cuadrilla Cultural Tanguera. El sábado 5 de septiembre se presenta el disco en un show virtual desde el estudio Lomas Records (las entradas están disponibles a través del Instagram de Daniel Fiorentino).
Aunque su apellido es Caamaño, la adopción de Fiorentino implica un homenaje a su madre, la primera impulsora del tango en su vida. “Me inicié –dice– en 1988 trabajando para el Programa Cultural en Barrios. Me sirvió para foguearme en público en diferentes escenarios. Comencé armando un repertorio ecléctico de canciones de cantautores conocidos (como León Gieco, Silvio Rodríguez, Roque Narvaja, entre otros) y algunos incipientes temas míos. Iban saliendo con forma de candombe, milonga, murga, tango, lo que en ese momento se llamó la canción urbana. Era lo que había escuchado toda mi vida en casa de mis viejos, y porque inconscientemente había una fuerte territorialidad (muy porteña) en el lenguaje de mis canciones”.
Estrenó una creación propia: Milonga hereje. Cuando se le pregunta por la elección del repertorio del disco, reflexiona: “Es una combinación de los tangos que más me gustan con aquellos en los que me encuentro más solvente para interpretar. Para mí no es menor la poesía que tenga, la historia que se relacione con mi vida personal y lo que resuena en mi interior. Incluyo también en mi repertorio a cantautores contemporáneos que le dan una impronta fenomenal, como Juan Vattuone. En este disco hay un tema de Víctor Lasear (Sueños perdidos) y uno mío (Milonga hereje) dedicado al Gordo Alorsa”.
“En este nuevo álbum –anticipa– estoy acompañado por guitarra (Víctor Lasear, director y arreglador de los diez temas) y piano (Gustavo Corrado). Creo que todos los instrumentos usados para interpretar el tango le aportan un color, una textura, y es difícil para mí inclinarme por alguno sobre otro. La amalgama que se alcanza entre piano y guitarra es una maravilla, como la que logran los dos musicazos que me acompañan”. Entre los temas clásicos, presentan: Naranjo en flor, Malena y Cafetín de Buenos Aires, entre otros.
A la hora de citar a sus intérpretes preferidos, no faltan Edmundo Rivero, Goyeneche, Floreal Ruiz, Castillo, Charlo, y Gardel. “Lo importante –subraya– es que hay una pléyade de muchachos cantores/cantoras actuales que tienen un potencial enorme, y con los que me deleito mucho al escuchar”.
La música, como las otras artes, quiere seguir relacionándose con sus seguidores. Ante esta realidad de cuarentena, Daniel Fiorentino finaliza con una cita: “Como diría Maradona… nos han cortado las piernas… Lo más hermoso de todo esto es el palpitar con el público a tu lado, cerquita, el emocionarse, la adrenalina de la presentación, el mirarnos a los ojos, sentir ese calor y esa respuesta. Son momentos de inventar alternativas para vivir. El streaming no reemplaza la sensación del vivo.