En los primeros días de febrero, la actriz estadounidense Shannen Doherty reveló que su cáncer de mama había regresado y que llevaba meses nuevamente en tratamiento para la Etapa IV de la enfermedad, tres años después de haber entrado en remisión de su primera batalla contra la enfermedad.
Shannen Doherty brindó una actualización de lucha contra el cáncer de mama en Etapa IV, diciendo a la revista Elle que está tratando de “atesorar todos los pequeños momentos” de su vida.
En 2020, la estrella de “Beverly Hills 90210” reveló públicamente que su cáncer de mama había vuelto y se había extendido. Ahora ha compartido cómo dio la noticia a sus amigos más cercanos en una cena organizada en su casa. La lista de invitados a la cena incluía sólo gente en la que Doherty confiaba: su marido y los amigos que conocían a la verdadera Shannen, no sólo al ícono de los 90. La actriz Sarah Michelle Gellar, su mejor amiga, estaba allí, junto con la modelo Anne Marie Kortright, el agente inmobiliario de Malibú Chris Cortazzo, y su oncólogo, el Dr. Lawrence Piro.
Doherty dijo que Piro explicó que tendría que someterse a “una terapia hormonal para bloquear el estrógeno que alimenta su cáncer, además de un segundo fármaco dirigido que suele ser eficaz para estabilizar la enfermedad metastásica”. Si esto no funcionaba, había otras combinaciones de drogas para probar, pero el resultado final era que Doherty estaría en tratamiento por el resto de su vida.
“Trato de atesorar todos los pequeños momentos que la mayoría de la gente no ve o da por sentado”, dijo. “Las pequeñas cosas se magnifican para mí. Tenemos este pozo interminable dentro de nosotros, y se trata de seguir cavando en ese pozo para tener la fuerza para enfrentar la adversidad – y para que también podamos ver toda la belleza”, expresó con gratitud a pesar de la dura circunstancia.
Alrededor de 300.000 mujeres estadounidenses son diagnosticadas con cáncer de mama cada año. En la mayoría de los casos, el tratamiento inicial de la enfermedad es efectivo, curando al paciente. Pero en una parte significativa de los casos, el cáncer de mama regresa, ya sea al seno o a los nódulos linfáticos cercanos o a otras partes del cuerpo.
En el caso de Doherty, a pesar de la cirugía, la quimioterapia y la radiación a las que se sometió después de su primer diagnóstico, parecía que algunas células cancerosas habían sobrevivido al ataque y se habían abierto camino hasta su columna vertebral. Con el tiempo, la enfermedad se extenderá probablemente más allá, al cerebro, pulmones, hígado o alguna combinación de ellos de Doherty.
Casi 30 años después de haber interpretado a Brenda Walsh en Beverly Hills, 90210, Doherty sigue sorprendiendo con su imagen, pelo brillante y negro azabache. “Creo que la gente tiene una imagen mental del cáncer en fase IV como alguien sentado en una bata gris de hospital, mirando por una ventana en su lecho de muerte”, dijo el fotógrafo Kurt Iswarienko, su esposo. “No veo a un paciente con cáncer cuando miro a Shannen. Veo a la misma mujer de la que me enamoré. Ella se ve saludable y vital”, aseguró.
Unas semanas antes de su cena en Venice, Doherty se sometió a una tomografía. Había estado teniendo algunos dolores de espalda, más agudos que los dolores que a veces tenía después de hacer ejercicio o rastrillar el patio. Iswarienko, a quien Doherty conoció en 2008 cuando se le asignó fotografiarla para una revista, estaba en Manchester, Inglaterra, en una sesión de fotos, por lo que Doherty estaba sola cuando Piro llamó para decir que la tomografía computarizada mostraba que su cáncer de mama había regresado.
Shannen, de 49 años de edad, dijo que esto hizo que se pusiera a reflexionar sobre su vida, preguntándose si tiene buen karma y preguntándose sobre el final. “Yo estaba como, ‘OK, ¿tengo buen karma? ¿Tengo mal karma? ¿Por qué tendría un mal karma? Empecé a hacer un balance de mi vida y las cosas que había hecho, y las cosas que no había hecho. Cómo era yo con la gente”, dijo.
Ella ha catalogado mentalmente sus posesiones y ha pensado qué artículos deben ir a quién. Además, contó que tiene planes de escribir cartas y dejar mensajes de video a sus amigos y familiares para después de su muerte. “Hay cosas que tengo que decirle a mi madre. Quiero que mi marido sepa lo que ha significado para mí, dijo ella. Pero cuando llega el momento de hacerlo, se siente tan definitivo. Se siente como si estuvieras firmando, y yo no estoy firmando”, dijo la actriz y productora estadounidense.
A pesar de todo, Doherty desea seguir recordando y disfrutando lo más que pueda de todo lo que llegue a su vida. “Me siento como si fuera un ser humano muy, muy saludable. Es difícil terminar tus asuntos cuando sientes que vas a vivir otros 10 o 15 años“, sostuvo Doherty.
Semanas después de aquella cena de Venice, el coprotagonista de Doherty en 90210, Luke Perry, murió repentinamente de un ataque masivo. Después del show, se habían distanciado, pero se habían reconectado en los últimos años. Incluso hablaban de trabajar juntos, desarrollando un nuevo proyecto televisivo.
Los años 90 la llevaron al estrellato mundial, pero la década también dejó cicatrices. Ella había ayudado a construir 90210, pero todo se tornó imposible dentro y fuera del set, parecía tener problemas dondequiera que iba. Los medios aseguraban que Doherty vivía peleando con productores, guionistas y actores. Era una diva, una perra, decían. Una portada de la revista People en 1993 declaró que estaba “Fuera de Control” después de que su exnovio la acusara en la corte de amenazarlo con daños corporales. “Cuantas más historias se escribían sobre mí, más me ponía a la defensiva y me cerraba”, dijo Doherty a Elle. “Y cuanto más grandes eran los muros que construí a mi alrededor. Tenía mucho resentimiento”.
Brian Austin Green -el amigo más cercano que le quedó de la serie- fue quien la convenció de formar parte del reboot de Beverly Hills. “Creo que será muy bueno para vos. Los actores habían crecido y ahora eran todos personas diferentes”, le dijo Green, y ella también. Él actuaría como un amortiguador si ella lo necesitara. La muerte de Perry cambió las cosas para Doherty y fue un empujón más para estar en la nueva serie junto a sus antiguos compañeros y hacer una suerte de homenaje para Perry. Pero apenas aceptó, hubo problemas. El presentador del programa y varios escritores renunciaron antes de que el nuevo programa empezara a rodar.
Pero entonces Shannen puso un alto y frenó cualquier especulación pues no estaba dispuesta a ocupar el lugar de “mala” que por años le habían endilgado. Las cosas se acomodaron, cerró para interpretar a una Brenda “Exagerada” y el rodaje comenzó. A pesar de que el producto no fue elogiado por el público, para Shannen fue positivo. “Estoy muy agradecido de haberlo hecho. Fue agradable ver a todo el mundo de nuevo desde una nueva perspectiva”, dice.
En medio de los brutales titulares de los tabloides sobre su comportamiento en el set, Doherty se enfrentaba en secreto a algo que no tenía nada que ver con la actuación. La gente no entendía que a pesar de que ella saliera a fiestas, en lo privado, ella estaba luchando mucho, dijo, debido a la temprana muerte de su padre, además de admitir que se unió a la escena de los clubes de Hollywood como un medio de escape, no de rebelión.
En la entrevista reveló que haber diagnosticada con cáncer de mama en 2015 fue algo liberador para ella, porque esto hizo que los muros que había creado se cayeran y dejara que todos vean su verdadero ser. Con el cáncer, no había más escondites. En 2016, Doherty publicó una fotografía en Instagram de Kortright afeitándose la cabeza en medio de la quimioterapia. Meses más tarde, caminó por una alfombra roja para un evento benéfico contra el cáncer usando un pañuelo en la cabeza. Después de 30 años en el ojo público, Doherty finalmente dejó que sus fans (y los que la odian) vieran sus vulnerabilidades.
El día que recibió su diagnóstico de cáncer metastásico, Doherty dice que finalmente llegó a una conclusión. “Al final de eso, lo que me salió fue, tengo buen karma. Puede que no lo parezca, pero he sido un muy buen ser humano”.
Mientras tanto, Doherty está desarrollando una serie de proyectos, incluido un nuevo programa de televisión, e investigando formas de utilizar su perfil público para abogar en nombre de otras pacientes con cáncer de mama metastásico. “Es como si cualquiera con un estadio IV se enfrentara a este tipo de cosas, en las que otros quieren ponerte a pastar“, dice Doherty. “No estoy lista para irme todavía. Tengo mucha vida en mí“, concluyó.
L.M