El ciclo se llama Pretextos, se inició en septiembre y este domingo a las 21 se cerrará con Homenaje a Memé, que tendrá de protagonistas a Georgina Barbarossa y a su sobrina Lucía. Las entradas se podrán adquirir en Plateanet.com ($ 500). Georgina comparte hoy un programa radial, los jueves de 14 a 16 por Radio Zónica (Georgina con vos), junto al músico terapeuta Esteban Japas. Sin olvidar su continuidad como docente. “Sigo dando clases por Zoom – aclara–, esto es lo poco bueno que me deja la pandemia. Poder enseñar a gente desde Canadá hasta nuestras provincias. Tenemos cinco grupos de alumnos junto a Diego Rinaldi. Pensé que no podríamos seguir y lo conseguimos. La gente puede continuar jugando y soñando”.
De esta única presentación desde el teatro El Picadero anticipa: “La dirección musical es de Pablo Citarella y la general es mía. El fue mi pianista cuando hice Chicago y me llamó para hacer un espectáculo musical. Sumé a mi sobrina Lucía, quien vino de Córdoba para estudiar actuación. Seleccionamos canciones de comedias musicales y tangos, que se escribían con mucho humor para intérpretes como Sofía Bozán o Tita Merello. Muestran la crisis de los años 30 y parecen escritos para hoy. Agregamos canciones de María Elena Walsh y también temas de Brasil, de los tiempos en que conocí a mi marido. En estos momentos necesitamos reírnos”.
“Cuando murió mi mamá, en agosto, postergué el estreno –continúa Barbarossa–, creí que no podía hacerlo. Hoy creo que es nuestro homenaje. Ella fue una mujer maravillosa, un ejemplo de vida. Era melómana, como toda mi familia”. Pocos se acuerdan de su participación, como invitada al Circo de Moscú. “Fue maravilloso. subraya–. Fui la presentadora, abría y cerraba el show. (N de R.: El hombre y el clown, 1995). Los rusos son tan amorosos… y me ayudaron muchísimo. Después descubrí a Flavio Mendoza, quien me hizo también muy feliz, y no casualmente viene del circo. Estos artistas son muy exigentes, porque se juegan la vida. Estamos esperando el protocolo ya que Flavio puso al teatro Broadway listo para llevar Un estreno o un velorio. Invirtió mucho dinero y seguramente se ganará menos porque la platea quedó más chica. Hay reemplazo, se va Betiana Blum por otro proyecto y entra Carmen Barbieri”.
“La comedia me eligió –analiza–. Hice papeles trágicos, pero la gente me pedía hacerla reír. Con todos con los que trabajé aprendí. El primero fue Pepe Cibrián Campoy, después estuve muchos años con Antonio Gasalla. También me marcó Norman Briski. Tuve grandes maestros en el escenario, como Carlos Carella. No tuve problemas en ir de la patota cultural a lo popular. Por eso Hugo Moser y Gerardo Sofovich me quisieron, y los quise”.
“Siento que este momento es de una gran meditación. El año pasado empecé a practicarla. Esta pandemia nos enfrenta a un cambio muy grande. Hay que tratar de purificar el alma. Ver las pequeñas y las grandes cosas de la vida. Esta realidad es muy seria y llegó para despertarnos. El mundo es otra cosa. Éramos felices y no nos dábamos cuenta. Debemos crecer”. Finaliza.