Silvio Romero, el capitán que se quedó para seguir haciendo goles

0
63

Hablaba de ciclo cumplido Silvio Romero. Corría el mes de julio, plena pandemia. El cordobés, desgastado por distintos motivos, había decidido dejar Independiente. Fue la voz cantante de todos los reclamos económicos del plantel y se cruzó con varios dirigentes. Coqueteó con Boca. Todo hasta que apareció en acción el mánager Jorge Burruchaga, que en un par de días consiguió lo que parecía imposible: que Romero siguiera en el Rojo. Y mucho mejor: extendió su vínculo hasta 2023 (vencía en 2021) y aceptó reducir 30 por ciento su salario. Así, se quedó a ser el capitán, el referente del equipo de Lucas Pusineri. Y en la llave contra Atlético Tucumán demostró que sigue afilado para el gol: marcó de penal en la ida en Avellaneda y este jueves facturó de cabeza.

Sigue siendo el jugador clave Romero para Independiente. En un plantel repleto de jóvenes, el Chino es el referente adentro y afuera de la cancha. En la dura serie ante Atlético Tucumán fue vital para que los dirigidos por Pusineri pasaran a octavos de final. Se dijo: en el primer partido anotó de penal para el 1-0 en el Libertadores de América. Y en Tucumán tardó apenas 20 minutos en dejar su sello: de palomita aprovechó un cabezazo al medio de Alan Velasco tras centro de Menéndez.

Tuvo otras claras Romero. Una en la primera parte, pero Lucchetti le achicó bien y el Chino no pudo vencerlo. La otra jugada llegó con polémica. El atacante quedó mano a mano con el Laucha, que le cometió penal cuando fue al piso para intentar sacarle la pelota. “Siga, siga”, dijo el uruguayo Andrés Cunha.

Y Romero estuvo a nada de ponerle un cierre con un gol sobre la hora a la serie. Otra vez Lucchetti -junto a Sosa los mejores de la cancha- le tapó una definición cruzada luego de una corrida de 40 metros. Eso sí: nada le quitará su alegría.