El Celta de Chacho Coudet es una máquina: le ganó a Alavés y sumó su cuarta victoria consecutiva en LaLiga

0
64

Da que hablar y nadie lo tenía en los planes. Como cuando, casi de un día para el otro, dejó líder al Inter de Porto Alegre en el Brasileirao para sumarse a un Celta de Vigo que supo tenerlo como jugador y que venía en caída libre. Para colmo, Eduardo Coudet había arrancado con el pie izquierdo: su debut fue desde la platea -faltaban resolver cuestiones de papeles- y terminó en dura derrota (2-4 vs Sevilla en el Sánchez Pizjuán).

Pero la historia cambio para el Chacho y para el Celta. Ya desde el borde del campo de juego, ordenó las piezas, apeló a la cábala y arrancó. Ya son cuatro victorias consecutivas en LaLiga del equipo gallego (3-1 al Granada, 2-0 al Bilbao, 4-0 al Cádiz y, este domingo, 2-0 al Alavés), una marca que no alcanzaba desde abril-mayo de 2014.

Y hay que agregarle un quinto triunfo al hilo si se considera el 5-0 al Llanera por la Copa del Rey.

Por el torneo local, Celta ya celebró 11 goles con Coudet en el banco y apenas sufrió uno. Pasó de contar 7 puntos en 10 presentaciones a acopiar 12 unidades en fila para quedar a 10 puntos del líder, Atlético de Madrid, y comenzar a soñar con ubicarse en zona de clasificación a copas

El 2-0 sobre Alavés mostró otra vez la solidez del equipo de Coudet, que lastima a su rival y sufre poco en el área propia. En su primera aproximación con peligro, el conjunto de Vigo rompió la paridad con una bonita jugada: Tapia abrió hacia la banda izquierda para Lucas Olaza, el ex Talleres y Boca, quien mandó un gran centro para que Brais Méndez superara a Pacheco con un cabezazo.

El Celta aguantó sin grandes desequilibrios, a la espera de aprovechar en algún momento los espacios que el Alavés iba dejando en su estructura defensiva.

Sobre el final, el equipo del Chacho tuvo más pegada para sentenciar, una acción dibujada que pasó por Tapia, Olaza, Aspas y Brais Méndez, quien marcó su segundo gol al recibir solito el pase de su compañero. Fue 2-0 y a seguir de racha.