Estudiantes es pragmatismo puro. Y también puntero de la zona A de esta Copa de la Liga Profesional. Esta vez, en Mendoza, se impuso 2-0 a Godoy Cruz. No brilló, pero fue superior. Más astuto, más contundente, más armado. No es poco.
El primer tiempo resultó incómodo para los dos: priorizaron el orden defensivo, minimizar errores, no exponerse ante dos equipos que mostraron preferencia por jugar agazapados a la espera de la equivocación ajena.
No hubo casualidad en esa etapa: el partido se jugó cosi todo el tiempo en la mitad de la cancha. Se prestaron la pelota, se animaron a los roces, pusieron en escena todas las mañas. Así se hizo un partido aburrido, tenso, por momentos tedioso.
Hubo una sola llegada clara en la primera mitad: cuando restaban siete minutos para el final, Leandro Díaz se movió bien en el borde del área, remató y la pelota pegó contra el palo derecho del arquero Juan Espínola. Y nada más. Detalle sintomático: en esa etapa, el equipo local pateó sólo una vez al arco.
Estudiantes, que había tenido más la pelota, pero no había tenido profundidad en el primer tiempo, se encontró pronto con la ventaja en el segundo. Leandro Díaz tuvo su revancha. Y la aprovechó. A los cuatro minutos, adentro del área, puso el cuerpo le ganó a los defensores, dio una media vuelta y clavó un derechazo al palo más lejano del arquero Espínola.
Se sabe cómo juega y a qué juega Ricardo Zielinski. No regala nunca nada. Valora mucho el cero en su arco, la intensidad en los modos para resolver situaciones y la entrega. Nunca tuvo nada que ver con Estudiantes. Pero lo recibieron como uno más de la Familia Pincha. Cuestión de estilos, claro.
El Tomba demostró que carece de variantes al momento de generar espacios con equipos que se cierran como Estudiantes. Al menos eso sucedió bajo cielo mendocino. Ya en desventaja, el equipo de Sebastián Méndez se hizo cargo de la pelota y fue tras los pasos del empate. Pero entre nubarrones. Cero claridad.
Y de eso se aprovechó Estudiantes, un equipo que parece estrictamente preparado para eso. Encontrar las debilidades del rival e ir por ellos. Como hizo frente al River de Gallardo en la primera fecha. Esta vez lo liquidó sobre el final: el 2-0 definitivo lo convirtió el ingresado Pablo Sabbag.
Así, en modo Zielinski, Estudiantes parece decidido a entrar en el top 4 que conduce a la fase final. Tiene con qué.