En una nueva etapa. En eso anda hoy Lali Espósito (29). Porque además de celebrar el estreno “Sky Rojo”, la serie original de Netflix que la tiene como protagonista y cristaliza su proyección internacional, la actriz también parece transitar, y disfrutar, su revolución más personal. “¡Qué no me dejó esta experiencia!”, dice la artista que le puso el cuerpo a una prostituta y víctima de trata en la nueva ficción de Álex Pina y Esther Martínez Lobato, los creadores de “La Casa de Papel”, uno de los grandes éxitos del gigante del streaming.
Y es que “Sky Rojo” narra la historia de Wendy (Lali Espósito), Coral (Verónica Sánchez), y Gina (Yany Prado), tres chicas que emprenden una huida frenética y desesperada en busca de su libertad, mientras son perseguidas por Moisés (Miguel Ángel Silvestre) y Christian (Enric Auquer), los secuaces de Romeo (Asier Etxeandia), el proxeneta y dueño “Las Novias”, el club y prostíbulo donde las mantienen cautivas.
“Fue duro al principio porque cuando empezamos a rodar la verdad es que estábamos todos en búsqueda del famoso ¨multitono¨ que proponía Álex Pina. Porque era contar el drama principal, la trata de personas, pero a la vez con extremos casi de fantasía absoluta”, cuenta Lali sobre el estilo de la serie, que sus creadores han bautizado como “pulp latino”. Con dosis de humor negro, mucha acción y adrenalina, “Sky Rojo” cuenta con dos temporadas confirmadas: la primera entrega, con 8 episodios de 25 minutos, un formato innovador para una ficción dramática, se estrenó el 19 de marzo y lideró el ranking de los títulos más vistos.
“A diferencia de los personajes de Coral y Gina, el mío, Wendy, era a priori colombiano. Estaban buscando una actriz de esa nacionalidad. Entonces, después de pruebas y pruebas y cuando termino siendo elegida, modificaron el personaje para que sea argentino. Ahí entré, humildemente, en el juego con los guionistas y a ponerle mi onda al personaje, a hacerlo muy de barrio y de Buenos Aires”, afirma la actriz y cantante.
“Más allá de la cuestión importante desde lo individual y artístico y de la oportunidad de estar en una producción de esas características, a mí lo que más me impactaba era lo que quería contar esta serie. Me parecía extremadamente valiente y arriesgado. Me ponía en el lugar de Pina y decía, ¨este tipo viene de hacer La Casa de Papel, un éxito mundial, le ponen sobre la mesa todo lo que necesita para hacer lo que quiera y el tipo elige la trata de personas”, señala Lali.
“Porque cada vez que una quiere adentrarse con cuestiones que tienen que ver con la mierda social, con lo que está debajo de la alfombra, como la trata, que está en todos lados pero elegimos mirar para otro lado, el tipo la elige para el ¨mainstrain¨ y para llegar a 200 millones de usuarios y a 190 países, un tema que siempre tenemos que ver en documentales o en micro proyectos que la gente prefiere no ver. No te quiere adoctrinar, lo dice, pero lo que hace es contártelo”, agrega la actriz.
Y sobre las escenas de sexo y violencia de impacto que debió filmar, admite:
“Nadie sabe cómo es algo que nunca hizo hasta que lo hace. Y en mi caso era más profundo que hacer escenas de sexo. Porque para una como actriz, en definitiva, es un tipo de escenas más; cuidada, charlada con el compañero que toque, o con el director o directora. Se hacen y se enfrentan, pero acá lo fuerte fue que era muy difícil que no te toque alguna fibra personal. Porque todo lo que sucede adentro de ese club es una violación. Es el drama más absoluto. Y en esas escenas, las más heavies, siempre pensaba que cuanto más en personaje pueda yo estar, más le va a golpear al espectador. Después y como actriz, una relaja porque estás dando el mensaje que tenés que dar. Entonces la exposición de mi propio cuerpo pasa a un segundo plano”, reconoce la artista, quien es estos días y en plena promoción de su nuevo trabajo también se refirió a cómo vive su sexualidad y relaciones amorosas.
“No hago más chistes porque después me lo ponen de título serio”, aclara Lali, refiriéndose a la respuesta que dio en el programa español “La Resistencia”, cuando le preguntaron “¿relaciones sexuales del último mes?” y ella contestó, con humor, aclara, “muchas, todos los días”. Ya en diálogo con CARAS, la actriz volvió sobre la temática. “El sexo no debe ser tabú, claro. Pero estamos criados y criadas también, y hago hincapié en eso, para no decir que disfruto algo, porque eso es de puta. Creo que es algo que ya no sucede pero igual hay una generación, la mía, que es quizá la última que arrastra esas cositas, donde todo se vuelve un tabú, donde todo es desde el dolor y desde el no disfrute. El famoso amor romántico que nos enseñaron, pero que ya se ha caído bastante conceptualmente”, remarca Lali Espósito.
“Y me refiero a eso cuando digo que yo vivo lo más libre posible, dentro de mis inseguridades y de todas las cosas que todos tenemos. Intento vivir lo más contenta y libre mi mujer y mi descubrimiento todo el tiempo del amor y de la vida”, confiesa Lali. Tampoco duda en reconocer cómo sobrelleva hoy su vida sentimental. “Sí, hoy elijo el amor libre y cuestionar mandatos o no cuestionarme si soy franca con mi manera de hacer las cosas. Y en realidad en el fondo es una cuestión súper arcaica, es como “quiero amar bien, quiero que me quieran y amar bien¨ Porque estamos a veces más educados en amar mal y en las toxicidades que todos tenemos. Cosas que no sabemos porque las pensamos, pero las hacemos. Y hay algo de una búsqueda de eso, de querer mejor a las personas que la vida me pone enfrente”, se sincera la cantante.
“Pero todo es maravillo. Porque mi relación con Santi (Santiago Mocorra, el productor musical del que se separó el año pasado tras cinco de relación) es de las cosas más bonitas de mi vida entera. No significa que una cosa es mejor que la otra, simplemente es como uno se siente en cada momento y yo en este momento me encuentro muy tranquila conmigo y relajada con las maneras de amar que la vida me está poniendo enfrente”, enfatiza Espósito, quien en estos días negó estar en pareja con el español David Victori, uno de los directores de “Sky Rojo” junto al que fue fotografiada in fraganti en Madrid. “Es mega amigo. Lo adoro. Me hice otros amigos maravillosos en España”, aclaró la cantante, que en 2020 también lanzó nuevo disco, bajo el nombre “Libra”.
Tampoco hay romance con Miguel Ángel Silvestre, con quien compartió elenco en la ficción de Netflix. “Me tiene enamorado, estoy loco por ella”, dijo el actor públicamente. “Somos compañeros. No estoy de novia, estoy sola”, remarcó Lali sobre un estatus emocional que, según dice, “es hacerse cargo también uno de su propio ego y de sus neurosis, que ponemos en el otro todo el tiempo y no es justo. Es mi aprendizaje en este momento y lo que estoy descubriendo de mi persona y de mi manera. Y lo expreso porque me parece lindo y porque en definitiva hablamos del cariño, del amor, y de decir las cosas que nos pasan”.
Acerca del saldo que le dejó la experiencia de filmar en España durante un 2020 marcado por la pandemia y el aislamiento, la artista asegura: “¡Qué no me dejó! Fue tan intenso. Fueron 15 meses de rodaje y de estar allá. Porque cada aprendizaje profesional, cada cosa que vivía rodando semejante serie iba en paralelo con todo lo que aprendía en lo personal, de la exigencia de estar sola en otro país. El desarraigo es muy potente y aprendés muchas cosas de vos mismo y a sincerarte con la vida. Estoy súper agradecida porque siento que me volvió a conectar con mi actriz, algo que no venía sucediendo, y me permitió a mí, Lali, Mariana, cambiar constantemente y estar en una evolución. Así lo sentí y fue increíble. Me deja la conciencia del privilegio, de trabajar de lo que amo”.
–¿Tras esta incursión en España, imagina una vida entre ese país y la Argentina?
–2021 es un año que me tiene bastante en Argentina, porque hay cositas muy lindas que me van a retener bastante tiempo, tal vez hasta mitad de año. Voy a estar un rato largo acá, disfrutando de lo que sea que pase con ¨Sky¨ y lo que trae, haciendo nuevo música y con un nuevo proyecto de ficción que también me involucra en la producción. Y siempre laburando porque viste que yo no conozco otra cosa. Pero contestando la pregunta sí, me imagino una vida entre España y Argentina. Sería ideal.
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