Los muertos vivos regresan como la mayor apuesta

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Pocos lo saben, o lo reconocen, pero la mejor película de Zack Snyder es, sin dudas, El amanecer de los muertos, la película de 2004 que retomaba los muertos vivientes alrededor de un shopping del clásico de George Romero. Después, Snyder y su esposa Deborah, productora en casi todos sus films, se fueron de súper paseo por la tierra de la historieta en calzas o en torsos: 300, Watchmen, films de Superman y Batman, la cortada y después restaurada a su visión original Liga de la Justicia. Y ahora, después de una tragedia personal y de sentir el apoyo de los fans (fueron ellos quienes lograron que la Liga de la Justicia según Snyder fuera al menos un concepto), los Snyder vuelven a los zombies, pero con otro corazón y otras ganas de cine. 

El mismo Snyder comenta a PERFIL sobre el renacimiento de su vínculo con los zombies: “Comenzó cuando hicimos hace mucho tiempo una película que se llamaba El amanecer de los muertos, que era una remake del clásico de George Romero. Al hacerla, me zambullí de lleno en el género. En los zombies. Pero lo hice de una forma que me permitió ver una de las características más importantes del mismo: ese hielo fino que representa dar cuenta que sos una película, una de zombies, y el ser contada en serio, entendiendo que los materiales de base se prestan siempre para una absurdo entre festivo y aterrador. ¿Cuándo dejás a la vista que la película sabe que es una película? Tenía que entender dónde estaba parado yo para hacer aquella película. Tiempo después, desarrollé esta historia sobre dónde nacían los zombies, de los zombies encerrados con un muro a su alrededor en Las Vegas. Cosas que había visto en John Carpenter, en Duro de matar, en clásicos con los que crecí. Y ahí apareció otra pregunta: ¿cuán lejos puede acompañarte el público en ese juego?”

Los Snyder saben que el público los va a acompañar. Que a diferencia de otros directores, guste o no, Zack quiere hacer imágenes distintas con contenidos que suelen ser más bien genéricos aunque celebrados. Por ejemplo, los films de Marvel que se ven iguales, y suelen anular al autor esteta. Entonces, con el apoyo de los fans, solo quedaba avanzar: “De hecho al principio, por aquellos años, Zack no creía que iba a poder hacerla. Sentía que ya estaba lejos del género. Incluso queríamos que la idea avanzara y por eso la comenzamos a trabajar con otra gente. Por muchas razones, eso no pasó. Mucho presupuesto y los directores que teníamos eran jóvenes: era difícil convencer a los estudios. Después nos fuimos a hacer películas de superhéroes, y no sabíamos donde íbamos al finalizar eso. Y fue Zack quien entendió que quizás ahora podíamos volver a este proyecto”.

El mismo Snyder habla de esa obsesión que volvió y que lo llevó a filmar una de las películas de zombies más caras de la historia: “Tenía una fascinación nueva con esa fórmula que conté antes, la de los límites y el juego. Netflix nos dijo que sí cuando le llevamos el proyecto. Pero reescribí el guión original. Ni siquiera lo leí. Y escribí el guión mientras ya preproducíamos. Llegamos a filmarla bastante rápido. Eso sí: nunca perdí el eje de una película de un universo zombie donde un equipo de gente especial tiene que llevar a cabo un golpe en un banco. He evolucionado desde que hice El amanecer de los muertos, me hice padre, y mi relación con el mundo cambió. Entonces ser padre es una parte importante de esta película para mí. Los personajes se convirtieron en el centro de este trabajo. Años atrás, con otras experiencias, quizás no hubiera sido así. Y sin estos actores no hubiera podido filmar o algo así”.

El actor Dave Bautista, famoso por su personaje de Drax, fue la opción casi sin dudas de Snyder para un protagonista que lidera a este equipo y que se encuentra, sin quererlo, en una crisis familiar con su hija. BAUTISTA: “Siempre hago películas con mucha acción. Pero nunca logré mostrar todo lo que puedo hacer como actor. Al comienzo me dijeron que era una película de robo de bancos con zombies. Pero Zack quería que yo fuera el protagonista. Y leí el guión. Y esa idea del padre que pelea para recuperar su relación con su hija, eso me tocó el corazón, esa redención”. 

La hija es la actriz Ella Purnell, un nombre joven, pero que ya tiene en su haber películas como Kick-Ass 2, Maléfica, El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, y la serie Sweetbitter, entre otros. Purnell es un nombre crucial de la nueva generación de los actores mainstream y habló en exclusiva con PERFIL. 

—¿Hay algo en los zombies que defina de por sí, antes de esta película, tu conexión al cine?

—No es algo que entendiera antes de empezar a filmar. Nunca hice una película de acción a esta escala. Una de acción gigante. Generalmente me he manejado en el horror, en la fantasía, en otros terrenos. Pero me gustaba la idea, el género, y trabajar, por supuesto, junto a Zack Snyder. Me di cuenta que tenía muchos preconceptos a la hora del género, que entendía sus estereotipos, y de repente pensé cómo el género remueve lo humano de los zombies para hablar, precisamente, de lo humano. Algo fascinante de Zack es que no remueve el elemento humano de los zombies: tienen una especie de civilización, tienen sus costumbres, se quieren, tienen sus instintos, y eso me sacudió. Me hizo entender que había más también lejos de la metáfora, es decir, mostrándolos directamente como algo con una nueva humanidad. Zack creó una sociedad de zombies. La pregunta entonces es ¿a dónde vamos cuando morimos? ¿A dónde va nuestro amor, nuestra civilización? Y hay muchas respuestas, y Zack genera una respuesta posible.

—¿Cómo trabajaron la conexión con Dave Bautista?

—A veces está ahí. Y eso es una suerte. Por supuesto tuvimos nuestro contacto, lo trabajamos. Pero todo eso que ves es una prueba del talento de Zack Snyder. Es una suerte tener a alguien como Snyder en el cine hoy.

—¿Cómo generás un balance entre lo que Hollywood necesita de una actriz que es joven y las películas que existen?

—Es díficil. Cuesta trabajar en algo que uno no está orgulloso. Parece que no, pero realmente cuesta. Y entonces ese balance es fundamental, es clave, es instinto, pero también es cuidar tu método de pagar las cuentas mes a mes. A veces tenés una sensación, muy entendible, que te hace entender que ese proyecto no va. Por suerte, yo no tengo hijos, o tantas responsabilidades financieras. Por ende, mis decisiones ahora solo tienen que ver con las ganas de ser parte de una industria que cuenta historias y decidir cuáles de esas historias me representan.

El futuro de Hollywood

La actriz Ella Purnell es una parte crucial del nuevo film de Zack Snyder, de Army of the Dead. Ella es uno de los nombres que más veremos en los próximos años. 

—¿Qué historias te gustaría ver cuando pase todo este momento? 

—Esto va a sonar complicado, pero por favor, dame un tiempito. Hemos tenido tantas falencias a la hora de historias diversas, tantas, que a veces eso puede generar relatos que atentan con esa misma pluralidad. Obvio que ya nos cansamos un poco de ser la madre, la hija o la amante. Pero me gustaría que redefinamos los roles fuertes para las mujeres. Obvio es buenísimo patear culos en pantalla. Ser la heroína. Pero también ese es un relato que nace de esa mirada masculina, al menos en el cine. Por ende, es cambiar un género por otro, pero la sustancia en la misma. Me gustaría poder tener a la hora de las ofertas, la variedad de roles que uno siente aparece a la hora de los hombres. No solo generan roles, digamos, de neón, que marquen que las cosas han cambiado. Poder tener más diversidad en el arco que nuestros personajes tienen, no siempre crear un personaje que pueda ocupar el lugar del otro. Generar nuevos personajes porque entendemos que hay otros puntos de vista y que eso solo ayuda a crear nuevos relatos. Al final del día, es escribir bien, escribir bien a un personaje. Obvio eso no puede hacerlo solamente un tipo de persona. 

—¿Hay un hilo invisible que conecta a todas tus películas?

— Sí, si claro que lo hay. Pero es algo muy difícil de definir. Vagamente diré que, bueno, soy yo. Es decir, la forma en que soy, hay algo inherentemente mío en los roles que elijo, pero eso el mundo no tiene porqué entenderlo. Hoy como directora de cine y como actriz me fascina qué es lo que hace que los humanos sean como son, porqué funcionan, o no, de determinada forma. Los roles, a veces, hablan mucho de lo que me pasa en ese momento de la vida.

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