El hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, director ejecutivo de SpaceX (empresa de fabricación aeroespacial) y Tesla (autos eléctricos de alta gama), decidió mudarse a una casa prefabricada plegable de apenas 36 metros cuadrados.
A principios de año, el empresario sorprendió al vender gran parte de sus mansiones y ahora vive en Starbase, en las instalaciones de prueba de SpaceX en Boca Chica, sur de Texas, en una vivienda pequeña con paredes de hormigón recubiertas por una goma espuma con una extensión de 6 por 6 metros.
La vivienda cuesta unos 50.000 dólares y es resistente a huracanes, tormentas e inundaciones. Tiene un mantenimiento económico y se pueden abaratar aun más los costos mediante la aplicación de paneles solares, baterías de respaldo y tecnología inteligente.
Así es una de las viviendas que eligió el hombre con más dinero en el planeta.
El magnate relató en entrevistas con medios internacionales que: “Estoy intentando dejar claro lo serio que soy sobre esto. Y no es un tema de consumo personal. La gente me ataca porque tengo todas estas posesiones, todas esas casas. Muy bien, ya no las tendré más”.
El empresario comenzó a desprenderse de sus propiedades con el objetivo de acumular todos los recursos posibles para poder “colonizar Marte”, un proyecto que lidera a través de su compañía SpaceX.