Más de 1.900 combatientes que permanecían sitiados en la planta siderúrgica Azovstal, en la ciudad sureña Mariupol, en Ucrania, se entregaron a las fuerzas de Rusia desde el lunes, declaró este viernes el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, lo que elevó así las cifras oficiales que se conocían hasta el momento, que eran de poco más de 1.700.
“Los nacionalistas sitiados en la planta han comenzado a rendirse. Hasta ahora 1.908 personas han depuesto las armas”, dijo Shoigu en una reunión del Ministerio de Defensa, reportaron las agencias de noticias Sputnik y AFP.
Agregó que 177 civiles, incluidos 85 mujeres y 47 menores, fueron evacuados de la acería. Todos los evacuados, añadió, recibieron ayuda médica y psicológica.
La planta Azovstal se convirtió en el último lugar de concentración de las fuerzas ucranianas en la ciudad de Mariupol, situada en la costa del mar de Azov, en el sureste de Ucrania, ocupada por las tropas de Rusia hace casi un mes.
El lunes último, el Ministerio de Defensa ruso había anunciado haber alcanzado un acuerdo con los militares ucranianos para la evacuación de los heridos de la planta.
El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, confirmó a su manera el martes último el acuerdo, al anunciar a la población que “Ucrania necesita héroes vivos”, mientras sus funcionarios hablaban de la posibilidad de que los combatientes que se rindieron fueran parte de un canje de prisioneros.