Los agentes federales que allanaron la residencia del expresidente de Estados Unidos Donald Trump en Florida esta semana se llevaron una importante cantidad de documentos clasificados, según figura en la orden judicial divulgada hoy, después de que el Departamento de Justicia pidiera darla a conocer en virtud del “sustancial interés público del asunto”.
Los documentos incautados en el complejo de Mar-a-Lago, en Palm Beach, están en parte relacionados con sospechas de violaciones a la Ley de Espionaje de Estados Unidos, según la orden, que no detalla cuál es el contenido específico de estos archivos.
En medio de la polémica por el allanamiento, cuestionado por Trump y otros miembros del Partido Republicano, el exmandatario había pedido este viernes la liberación “inmediata” de la orden federal.
“No solo no me opondré a la publicación de documentos… voy un paso más allá al animar a la publicación inmediata de esos documentos”, escribió anoche Trump en su plataforma Truth Social, creada luego de que le suspendieran su cuenta de Twitter por sus publicaciones incendiarias al dejar el poder.
En su opinión, la búsqueda del FBI en su casa de Mar-a-Lago es “antiestadounidense, injustificada e innecesaria”.
La solicitud del Departamento de Justicia de dar a conocer la orden sorprendió debido a que se trata de documentos que tradicionalmente permanecen sellados durante una investigación.
“El interés claro y poderoso del público en comprender lo que ocurrió en estas circunstancias pesa mucho a favor de la revelación”, afirmó la moción presentada ayer por el fiscal general, Merrick Garland, ante un tribunal federal de Florida.
El jueves, Garland dijo que él personalmente aprobó la orden de allanamiento y aseguró que la decisión no se tomó a la ligera, que lo habitual en las investigaciones es agotar instancias menos intrusivas que un registro de propiedad.
El diario The Washington Post reportó que algunos de los documentos buscados podrían incluso relacionarse con el arsenal nuclear estadounidense, algo rechazado por el magnate republicano.
“El tema de las armas nucleares es un engaño, al igual que Rusia, Rusia fue un engaño, los dos juicios políticos fueron un engaño, la investigación de (el abogado Robert) Mueller fue un engaño y mucho más”, escribió Trump en su red social, donde cuestionó que no se permitió que sus abogados estuvieran presentes durante el allanamiento y sugirió que el FBI podría haber estado “plantando” pruebas en su residencia.
Para obtener una orden de allanamiento, las autoridades federales deben probar ante un juez que existe causa probable para creer que se cometió un delito.
Según una fuente familiarizada con el tema, hace algunos meses funcionarios del Departamento de Estado y agentes del FBI visitaron Mar-a-Lago para chequear cómo se almacenaban los documentos.
En ese sentido, Trump se quejó de que se haya allanado su propiedad pese a que él estaba cooperando con las autoridades.
“(Mis) abogados y representantes estaban cooperando plenamente”, escribió en Truth y aseguró que los funcionarios del Gobierno “podrían haber tenido lo que quisieran, cuando quisieran, si lo tuviéramos”.
Esta investigación contra Trump se suma a otra que trata de determinar si el multimillonario y sus aliados son responsables del ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando una turba de sus seguidores instigados por él mismo irrumpió para impedir que se validen los resultados de los comicios de noviembre de 2020, en los que se impuso Joe Biden.
Además, un fiscal de Fulton, Georgia, está investigando si Trump y sus aliados intentaron interferir en las elecciones de ese estado.
En medio de todo este movimiento, el jueves un hombre armado con chaleco antibalas intentó violar un área de control de seguridad en una oficina del FBI en Ohio, luego huyó y resultó abatido por la policía tras un largo enfrentamiento.
La Policía identificó al hombre como Ricky Shiffer y dijo que se cree que estuvo en Washington en los días previos al ataque al Capitolio y que podría haber estado allí el día que ocurrió.