La Fiscalía Militar de Libia ordenó este domingo detener al primer ministro de la administración del este del país, Fathi Bashaga, rival del gobierno de unidad, por su rol en los enfrentamientos entre milicias el sábado en Trípoli, que dejaron más de 30 muertos, lo que hace temer que se desate una nueva guerra.
Si bien Trípoli amaneció este domingo en calma, luego de que el viernes por la noche las ráfagas de tiros y explosiones se extendieran por la capital libia, se conoció la orden de detención contra Bashaga, lo que podría desatar nuevas olas de violencia en el país.
Los combates, con armas pesadas y ligeras, se produjeron en varios barrios de la capital, en un momento de caos político por la rivalidad entre dos gobiernos: uno con sede en Trípoli, dirigido por Abdelhamid Dbeibah desde 2021, y otro formado en el este liderado por Bashagha y apoyado por el bando del mariscal Jalifa Hafter, un militar antiislamista.
Bashaga, cuyo gobierno fue formado en Bengazi, ya intentó tomar el control de Trípoli en reiteradas ocasiones tras declarar ilegítimo al actual gobierno de unidad, con sede en Trípoli, y varias de sus milicias estuvieron implicadas en combates contra fuerzas afines a las autoridades de la capital durante los combates de ayer.
La vez anterior que Bashaga intentó tomar el poder fue el 22 de julio, en unos enfrentamientos que dejaron 16 muertos y alrededor de 50 heridos.
Actualmente su administración tiene su sede en Sirte, pero el primer ministro del este lleva días amenazando con llevar a cabo una ofensiva definitiva contra la capital.
La orden de detención de la Fiscalía Militar afecta también al líder miliciano Usama Juwaili, afin a Bashaga; al vocero del primer ministro del este, Othman Abdul Jalil, y al político Mohamed Sawan, considerado por el gobierno de unidad como un instigador de la violencia en el país, según el portal Libya Observer.
Esa orden, además, impone restricciones de viaje a los designados, según la nota oficial de la Fiscalía Militar, afín al gobierno de unidad.
En tanto, el Ministerio de Salud elevó de 13 a 32 el número de personas muertas en los enfrentamientos del sábado y de 95 a 159 la cantidad de heridos, según la agencia de noticias AFP.
Dbeibah llegó al poder tras el histórico alto el fuego de 2020, que puso fin a un año de combates entre las fuerzas de Trípoli y las del este del país.
El gobierno de transición tenía el mandato de llevar al país a elecciones en diciembre pasado, pero nunca se llevaron a cabo debido a las divisiones sobre las reglas y la presencia de candidatos controvertidos.
En febrero, el parlamento de Bengazi designó a Bashagha al frente de un nuevo Ejecutivo con el respaldo del mariscal Hafter, un militar que sirvió al dictador Muammar Kaddafi pero luego se enfrentó con él, cuyas tropas trataron de conquistar la capital en 2019.
Pero Bashagha no consiguió hasta ahora apartar al Ejecutivo dirigido por Dbeibah, que afirmó en varias ocasiones que solo entregará el poder a un gobierno electo.
Libia lleva más de una década en crisis y en repetidos episodios de conflicto armado tras la caída de Muammar Kaddafi en un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011.
Desde entonces, el país tuvo una decena de gobiernos y no consiguió celebrar elecciones presidenciales debido a las fuertes divergencias.