La fiebre por Qatar 2022, una oportunidad: el nuevo negocio del papá de Jésica Cirio para llegar a fin de mes

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La fiebre por las figuritas del Mundial Qatar 2022 abrió una nueva oportunidad de negocio para algunas personas. En ese sentido, el padre de Jésica Cirio, Horacio, dejó su antiguo emprendimiento de churros y optó por dedicarse a vender uno de los productos más buscados, en un intento de llegar a fin de mes.

En medio de una difícil situación económica a nivel nacional, Horacio aseguró: “La voy llevando. Lo mío es el día a día, siempre con mi mujer peleándola y aparecen alguna cosita para seguir manejándose”.

Luis López Sotres, figuritas del mundial
Las figuritas del Mundial Qatar 2022 escasean en Argentina.

“Ahora está el furor por las figuritas del Mundial y estoy vendiendo”, dijo el padre de Cirio en un diálogo con Juan Etchegoyen por Mitre Live. De esta manera, señaló que “todo sirve” para llegar a fin de mes.

A medida que se acerca el Mundial Qatar 2022, la demanda de figuritas crece, pero los comercios y kioscos habilitados para la venta no reciben la mercadería. Por esto mismo, algunas personas comenzaron pequeños emprendimientos para comercializar los cormos del torneo de fútbol.

Una escuela de Salta prohibió las figuritas del mundial de Qatar 2022 por su “potencial conflictivo”

“Mi hijo mucho no se enganchó con eso. En mi época era un loco de las figuritas, me compraba cajas, jugábamos en la escuela y eran otro tipo de figuritas, más de cartón. Antes las juntaba, ahora las vendo”, relató Horacio.

En ese sentido, expresó que venderlas  “es algo diferente y emocionante” para él, ya que lo lleva a su niñez. “Intercambiábamos en el colegio y tiene mucha repercusión el tema, hay mucha gente afligida que no consigue”, recordó.

El conflicto del abastecimiento

Pese a los intentos del Gobierno nacional de establecer diálogo entre Panini y los comerciantes, la escasez de figuritas del mundial continúa. Por esto mismo, la empresa argumentó que el alto nivel de demanda superó el de producción.

Al respecto, Horacio Cirio indicó que “los que las fabrican deberían prever y hacer funcionar la máquina día y noche para abastecer”. “Cada paquete lo vendo 200 pesos”, informó, pese a que en los kioscos el valor es de 150.

No me quedaron más por el momento y no me avisaron que me iban a traer. Se las vendí a conocidos que tengo de grupo de WhatsApp con gente del barrio”, concluyó.

RdC / MCP

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