Ucrania anunció este martes que atraviesa una “situación crítica” después de que ataques rusos destruyeran en poco más de una semana el 30% de las centrales eléctricas del país, dejando sin luz ni agua a más de 1.100 localidades, según los servicios de emergencia.
“La situación es actualmente crítica en todo el país, porque nuestras regiones dependen las unas de las otras”, declaró el asesor de la Presidencia, Kirilo Timochenko a la televisión.
“Actualmente, 1.162 localidades (…) se hallan sin electricidad”, declaró por su parte el vocero de los servicios de situaciones de emergencia, Oleksandr Jorunzhyi..
La última oleada de bombardeos rusos golpeó esta mañana varias instalaciones energéticas en el país por segundo día consecutivo, provocando cortes de electricidad y de agua, y en Kiev se contabilizaron al menos dos muertos, según la fiscalía, en datos que reseñó la agencia de noticias AFP.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció en Twitter que “desde el 10 de octubre, el 30% de las centrales ucranianas han sido destruidas, lo que ha provocado cortes masivos en todo el país”.
El presidente ucraniano no especificó si los ataques de esta mañana fueron hechos con misiles teledirigidos o los polémicos drones “suicidas” de fabricación iraní, en tanto que el Kremlin dijo ignorar si en las agresiones de estos días se utilizaron esos aparatos no tripulados.
“No tenemos tales informaciones”, respondió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la pregunta de un periodista sobre si Moscú está usando drones iraníes en Ucrania.
“Se usa tecnología rusa con nombres rusos”, añadió el portavoz, que remitió cualquier otra consulta al respecto al Ministerio de Defensa.
Irán dijo este martes estar dispuesto a hablar con Ucrania para aclarar las declaraciones “sin fundamento”, según las cuales suministra a Rusia armas y drones para su ofensiva.
Nasser Kanani, portavoz de la cancillería iraní, dijo en un comunicado que esas acusaciones “no tienen fundamento” y “se basan en informaciones falsas”.
El Ministerio de Defensa ucraniano indicó, sin embargo, que en las últimas 24 horas había derribado 38 aviones no tripulados Shahed-136 de fabricación iraní.
Este cruce llega después de que Estados Unidos advirtiera ayer que tomará medidas contra las empresas y países que cooperen con el programa de aviones no tripulados de Irán, cuya utilización Occidente le atribuye a Rusia en los ataques de los últimos días contra infraestructura energética.
En el terreno, los combates prosiguen en el este y el sur del país.
El ejército ruso admitió este martes que sus tropas enfrentaban una situación “tensa” en Ucrania, donde una contraofensiva de las fuerzas ucranianas ocasionó varios reveses a sus tropas.
“La situación en la zona de la operación militar especial puede describirse como tensa. El enemigo no ceja en sus tentativas de atacar las posiciones de las fuerzas rusas”, declaró a la televisión pública Rossia 24 el general Serguei Surovikin, comandante de las operaciones en Ucrania desde hace diez días.
Las fuerzas ucranianas lanzaron una contraofensiva en el sur hacia el final del verano boreal y se acercaron a Jerson, la principal ciudad de la región homónima.
“El ejército ruso va a garantizar antes que nada la evacuación segura de la población” de Jerson, donde los bombardeos ucranianos de infraestructuras civiles “crean una amenaza directa”, declaró Surovikin.
Por otra parte, el gobierno ucraniano criticó la “inacción” del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para ayudar a sus soldados prisioneros de los rusos, a quienes que la organización internacional aún no visitó.
“Lastimosamente, en cada intercambio, constatamos que la inacción del CICR condujo a que nuestros prisioneros de guerra y rehenes civiles sean diariamente torturados mediante el hambre y electrocuciones”, lamentó el encargado de derechos humanos ucraniano, Dmytro Lubinets, citado en un comunicado de la presidencia.
En el resto de Europa la guerra está provocando una escalada de precios energéticos sin precedentes.
Ante esto, la Comisión Europea (CE) formuló este martes propuestas para enfrentar los aumentos en el sector con una reforma del mercado de gas que será debatida entre los Estados miembro el jueves y viernes próximo en Bruselas.
La iniciativa presentada por el brazo Ejecutivo de la Unión Europea (UE) plantea reformar el mercado de gas denominado TTF (Title Transfer Facility), que sirve de referencia para las transacciones de los operadores europeos.
Además, planteó medidas para hacer realidad las compras de gas en bloque, para obtener mejores precios para la reposición de las reservas antes del invierno boreal de 2023.
Esta iniciativa busca evitar que los Estados de la UE alimenten la subida de precios compitiendo entre ellos, como hicieron en el último verano boreal llenando sus reservas al mismo tiempo.
Estas propuestas serán tomadas como base para el debate de esta semana en Bruselas: todos los países están de acuerdo (con la excepción de Hungría) en la necesidad de intervenir el mercado energético y evitar que los ciudadanos y las empresas abonen facturas exorbitantes, pero el cómo hacerlo divide al bloque.
Otro coletazo de la guerra se sintió este martes en Alemania: el jefe de la agencia de ciberseguridad (BSI), Arne Schönbohm, fue destituido de sus funciones con efecto inmediato, después de que los medios revelaran sus supuestos vínculos con Rusia.
“Las acusaciones bien conocidas y ampliamente comentadas en los medios dañaron definitivamente la confianza necesaria del público en la neutralidad y la imparcialidad” del presidente de la mayor autoridad en ciberseguridad de Alemania, indicó un vocero del Ministerio del Interior al justificar la decisión.