Rusia alertó que el embargo de la Unión Europea “desequilibrará aún más el mercado”

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Desde principios de diciembre la UE mantiene un embargo al crudo ruso transportado por va martima Foto AFP
Desde principios de diciembre, la UE mantiene un embargo al crudo ruso transportado por vía marítima. Foto: AFP

El embargo de la Unión Europea (UE) a los productos petroleros rusos exportados por vía marítima, que entrará en vigencia el próximo domingo, es una medida “negativa” que “desequilibrará aún más” el mercado, aseguró este viernes el Kremlin.

“Esto desequilibrará aún más los mercados internacionales de la energía”, dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, quien aseguró que Rusia “está tomando medidas para cubrir (sus) intereses contra los riesgos que están surgiendo”, refirieron las agencias de noticias AFP y Sputnik.

Desde principios de diciembre, la UE ha puesto en marcha un embargo al crudo ruso transportado por vía marítima, sumado a un tope al precio del petróleo ruso -a 60 dólares el barril- con el fin, según los responsables europeos, de limitar los ingresos rusos de los hidrocarburos.

En respuesta, Moscú prohibió, desde el 1 de febrero, la venta de su petróleo a los países que apliquen ese tope.

A partir del domingo el embargo se ampliar a la compra de productos petroleros refinados rusos cuyo precio tambin ser limitado por los pases del G7 Foto AFP
A partir del domingo, el embargo se ampliará a la compra de productos petroleros refinados rusos, cuyo precio también será limitado por los países del G7. Foto: AFP

Según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que llegó a Kiev el jueves y este viernes asistirá a una reunión del bloque continental con el gobierno ucraniano, esta sanción le cuesta “unos 160 millones de euros (174 millones de dólares) por día” a Rusia.

A partir del domingo, el embargo se ampliará a la compra de productos petroleros refinados rusos, cuyo precio también será limitado por los países del G7.

Según varios especialistas, el embargo europeo podría comportar un aumento de los precios del diésel en los surtidores del Viejo Continente, pues los países europeos deberán encontrar otras fuentes de abastecimiento rápidamente, en un mercado muy tenso.