El virtuoso pianista santafesino Leo Genovese ganó esta semana el Grammy en la categoría ‘Mejor solo improvisado de jazz’ por su interpretación en el tema Endangered species, del álbum Live At The Detroit Jazz Festival, que registró en 2017, bajo el liderazgo del saxofonista Wayne Shorter, una auténtica leyenda viviente del jazz mundial. Del disco también fueron parte la contrabajista Esperanza Spalding y la baterista Terry Lyne Carrington. Días pasados, Genovese estuvo en Córdoba tocando junto al trío Sin Tiempo, con el baterista Sergio Verdinelli y al bajista Mariano Otero.
El sonido en vivo de Genovese oscila entre la exquisitez y lo descomunal. La semana pasada, su talento creativo y su trabajo en la primera línea del jazz mundial (hace más de 20 años que reside en Nueva York) se vieron coronados al ser el único argentino ganador de un Grammy en la 65° ceremonia de los afamados premios de la música.
A menudo, grandes músicos de géneros no masivos como el jazz no alcanzan cierto reconocimiento del público en general sino hasta que ganan un premio de este nivel o tocan con celebridades del género. En este caso, Genovese aunó ambas cosas.
El tema por el que Genovese recibió el Grammy junto al genial saxofonista Wayne Shorter fue compuesto por la contrabajista y cantante Esperanza Spalding, con quien toca habitualmente y que también fue parte del grupo en el concierto en Detroit.
En julio del año pasado, a través de su cuenta de Instagram, el pianista anunciaba la edición en disco del registro del concierto junto a Wayne Shorter del 3 de septiembre de 2017, en el Detroit Jazz Festival. “Era sólo un show. No sabíamos que lo iba a grabar la NPR, la radio pública nacional de los Estados Unidos. Y tampoco estaba contemplado que fuera un disco. Esa posibilidad surgió recién el año pasado y fue una alegría”, le decía Genovese en diciembre pasado al periodista Fernando Ríos, en una nota publicada en Infobae.
“Originalmente era Geri Allen quien iba a tocar piano y yo sintetizadores. Pero lamentablemente Geri falleció poco antes del concierto y me pidieron que tocara el piano. Para mí es genial que exista ese documento. Más que nada por la oportunidad de escuchar a Wayne en otro disco en vivo. Además, tocando el tenor, que es un instrumento que utiliza cada vez menos”, concluía el pianista.
Sobre la experiencia de tocar con el saxofonista, Genovese decía: “Es una bendición haber podido tocar con Wayne algunas veces. Él es mi compositor y músico favorito. Fue como jugar un picado con ‘el Diego’. Todo es fácil, pero hay que saber escuchar. No hay errores. No hay interrupciones. Él te invita desde su forma de ser y de pensar y de tocar a que seas líder en cada oportunidad. Aun siendo acompañante”. Y completa: “Tal vez ése es el reto: acompañar como si fueras líder. Traer ideas a la mesa. Él es un verdadero gurú de la música. Una vez, antes de subir a tocar, habló a la banda y nos dijo: ‘vamos a salir a tocar ahora, toquemos sobre cultura, educación, igualdad y vamos a darle a la audiencia un sonido que nunca antes ellos escucharon”.
En diálogo con PERFIL CÓRDOBA sobre el tema y el solo por el que ganó el premio, Genovese sostuvo que “recuerdo el momento del concierto donde la banda deja de tocar y me pasan el balón. Y yo pienso ‘dale Leo, tocate algo, inventate algo’. Arranco y al ratito Wayne se suma. Fue como dos niños cuando se quedan solos en una casa y se portan mal, hacen macanas. Así recuerdo ese momento. Fue algo realmente improvisado. No hubo patrones, ni nada premeditado. Fue algo inesperado. Entonces, el premio en sí va a la música de lo desconocido”, remata Genovese.
El concierto en Córdoba. Dos días antes de recibir el Grammy, Genovese tocó en Córdoba (en Chilli Street food), junto al trío Sin tiempo, una formación totalmente libre en el lenguaje jazz que completan el baterista Verdinelli y al bajista Otero y con la que cada año se embarcan en un tour nacional auto producido que los lleva por varias ciudades argentinas.
Normalmente, arrancan en Córdoba. Así fue el sábado 4 de febrero en el pub de Güemes, donde el trío brindó un estupendo concierto de un jazz que flota entre lo descomunal de Leo al piano, la heterodoxia rítmica de Verdinelli en la batería y la solidez de Otero en bajo eléctrico.
Respecto de la propuesta artística del trío, Genovese comentaba: “Tocamos música original. Los tres componemos para la banda. Es muy hermoso poder crecer como grupo también. Tenemos distintas experiencias tocando con gente de diversas corrientes y creo que esta banda es como una especie de picnic a la canasta, donde los tres aportamos todas nuestras experiencias pasadas y que estas confluyen para formar un río nuevo”.
Sobre la actual etapa del jazz nacional, Genovese manifiesta que “la escena argentina es increíble. Hay gente tocando y estudiando en todos lados. Hay festivales de jazz en casi todas las provincias. Hay escuelas increíbles donde poder aprender. Hay clubes de jazz que son de primera. Hace 20 años no era tan así. Creo que está en crecimiento constante. Me hace feliz que así sea”.
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