El 13 de marzo próximo, el papa Francisco cumplirá diez años de pontificado y una de las actividades que se preparan alrededor del mundo es la convocatoria “un Ave María para Francisco”, campaña ideada por jóvenes católicos que se vale de las redes y del simbolismo religioso para ofrendarle al líder de la Iglesia “el mejor regalo que le podemos hacer”, el cumplimiento masivo de su ya famosa frase “recen por mí”.
La iniciativa surgió de un grupo de jóvenes que participan del Sínodo digital (proceso de consulta y escucha de los fieles) y que ante la proximidad del aniversario acordaron crear una plataforma que contribuya con el pedido de Francisco de rezar por él y que -desde lo visual- pueda representar en la web la oración personal de cada creyente.
Así surgió el sitio www.decimus-annus.org, que ya está activa en Internet donde suma rezos y voluntades.
Sobre el objetivo de la convocatoria, el secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, el sacerdote y teólogo argentino Lucio Ruiz, explicó a Télam que la invitación a rezar un Ave María se hace eco del pedido del Papa con “un doble sentido”, el de “agradecerle a Dios por los diez años de Francisco” y al mismo tiempo “rezar para que lo asista en su ministerio”.
El religioso y funcionario del Vaticano, con estudios en informática y administración de empresas, contó que la campaña fue motorizada por “unos 700 influencers en el mundo que están haciendo la experiencia sinodal escuchando las redes” y que al acercarse los diez años del papado resolvieron crear algo que fuera propio del entorno digital y que estuviera ligado a la frase “recen por mí”.
“Diseñaron un programa muy simple, que consiste en colocar cuántos Aves Marías querés rezar en el mes de preparación del décimo aniversario y entonces, cuando uno le da entrar, se enciende una velita desde el lugar del mundo del que parte esa oración. Así comenzó la campaña que cada influencer va llevando por las redes, para invitar a la gente a que se vaya sumando a la iniciativa, que gustó bastante y despacito se va difundiendo”, contó Ruiz en comunicación telefónica desde Roma.
En el sitio web se puede constatar el avance de la campaña -disponible en español, italiano, inglés, francés, alemán y portugués-, que se refleja visualmente en “un mapa de las oraciones” que se actualiza cada vez que una persona en algún punto del planeta accede a la página para registrar el rezo de un Ave María por el papa Francisco: al actualizarse aparece una nueva vela encendida (hasta ahora se iluminaron 72.743) en ese rincón específico del planisferio.
El Secretario del Dicasterio de la Comunicación adelantó que cuando se cumplan los diez años del pontificado le presentarán a Francisco “el mapa (electrónico) con todas las velas encendidas de luz en el mundo”; para ello imprimirán una versión en escala muy grande del mapamundi, un obsequio que por otro lado está pensado para un Papa, dijo, al que le interesan mucho las cuestiones comunicacionales.
“Un periodista una vez me preguntaba: ‘¿cómo hacen ustedes para pasarle al Papa estrategias de comunicación?’ Y entonces le dije: ‘No, te equivocaste, es al revés, nosotros vamos para aprender estrategias de comunicación’. Porque la manera con la cual comunica es un evento bastante nuevo: su dinámica comunicativa es la ternura, la proximidad, la cercanía, la compasión, el sufrir con el necesitado, con el que sufre. Es un gran comunicador, no es un teórico de la comunicación”, graficó Ruiz para referirse a la impronta de Francisco en estos temas.
Y sobre ese punto, agregó: “Poder colaborar con el Papa en la era digital no es un desafío inferior, es realmente una cosa muy importante, desafiante, muy bonita, pero también muy difícil. Porque uno tiene que comprender cuál es la dinámica comunicativa que él quiere dar: la de hacer llegar y sentir la cercanía de Dios con las personas”.
-Télam: Los valores que usted menciona al hablar del Papa, ternura, compasión, proximidad, contrastan con un mundo que observa cómo continúa la guerra entre Ucrania y Rusia. Francisco cumple diez años, y la guerra uno. ¿Cómo lo vive?