Rusia convocó este martes al embajador de Bélgica en Moscú para protestar por el supuesto uso de armas belgas por parte de combatientes rusos pro-Ucrania en varias incursiones recientes en su territorio.
“Rusia ya advirtió en varias ocasiones del peligro de que se suministre a las fuerzas armadas ucranianas armas y equipos occidentales y de que estos se propaguen de forma descontrolada”, agregó el ministerio en una nota difundida por la agencia de noticias AFP.
Moscú instó a Bélgica a “no cerrar los ojos ante las pruebas cada vez más numerosas del apoyo aportado” por Kiev a estos grupos armados que “atacan a los civiles y las infraestructuras civiles de Rusia”.
Estas incursiones, reivindicadas por grupos armados que afirman ser rusos y luchar junto al ejército ucraniano, generaron violentos enfrentamientos en la región rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania.
Y se reforzaron con bombardeos masivos contra pueblos y aldeas rusas que causaron varios muertos y decenas de civiles heridos.
Moscú recurrió a la fuerza aérea y a la artillería para repeler a esos grupos llegados desde Ucrania.
Bélgica indicó el lunes que iba a pedir “aclaraciones” a Kiev sobre la información que consignaba el uso de armas de fabricación belga durante esas incursiones en Rusia.
Bélgica, como otros países europeos y Estados Unidos, suministró armas a Ucrania a condición de que no se utilizaran para ataques en territorio ruso por temor a una escalada en el conflicto bélico iniciado en febrero de 2022.
Según el diario estadounidense The Washington Post, los combatientes pro-Ucrania utilizaron en Belgorod vehículos militares que habían sido enviados a Kiev por parte de Estados Unidos y Polonia, así como fusiles fabricados en Bélgica y en la República Checa.
Ucrania niega haber perpetrado esos ataques en territorio ruso.