Jesica Cirio es una de las figuras más destacadas del mundo del espectáculo en Argentina, y actualmente se encuentra en el ojo de la tormenta debido al “Yategate” y las acusaciones de enriquecimiento ilícito.
La modelo y conductora salió a hablar en los días pasados e intentó despegarse de su expareja, Martín Insaurralde, declarando que todos sus bienes se deben a sus muchos años en el medio artístico.
Jesica ha recorrido un impresionante camino desde su infancia en la danza clásica hasta convertirse en una exitosa artista multifacética. Desde temprana edad, Cirio ya sabía que su destino estaba marcado por las luces del escenario.
El debut televisivo de Jesica Cirio
Entre los 9 y los 15 años, Jesica Cirio estudió danza clásica en la prestigiosa Escuela Nacional de Danzas de Argentina. Sin embargo, su inquietud artística no conocía límites, y se aventuró en disciplinas que iban desde el teatro hasta la comedia musical, pasando por el jazz y el circo. Su versatilidad artística comenzaba a destacarse.
“Mi sueño era ser bailarina, como toda nena”, aseguró Jesica sobre sus comienzos cuando a los 10 años tuvo su primer encuentro con la televisión en el programa “Las tres Marías” junto a las Trillizas de Oro. Durante 1996 y 1997, desempeñó un papel carismático que la convirtió en una figura conocida en los hogares argentinos. Pero su ambición no se detenía ahí.
Para sus 15 años, Jesica comenzó a dejar de lado este mundo de la danza para desenvolverse en el medio. En ese marco, la joven decidió ponerse implantes mamarios para acentuar su figura que comenzaba a destacarse entre las jóvenes modelos de la época.
Esta transición marcó un punto de quiebre en su carrera, dejando atrás la bailarina clásica y abrazando su deseo de modelar y ser vedette. A los 17 años, decidió dar el salto y se unió a la agencia de modelos Leandro Rud Models, donde los flashes y la atención mediática la envolvieron por completo.
VO
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