“Es la historia de un padre y de una hija”

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Me gusta mucho el cine, me gusta mucho ver ficción, me gustan mucho los documentales. Pero cuando veo ficción la puedo elegir tanto por el director como por los actores, por el tema o por muchas cosas más, incluso por algo tan simple como que me la recomiendan. En ese sentido, me gusta mucho ver de todo, mucho de todo a la hora de la ficción” dice Dalma Maradona, que está estrenando esta misma semana La hija de Dios, una docuserie autobiográfica dirigida por Lorena Muñoz, episodios que están basados en una primera instancia en un unipersonal que misma Dalma llevó a cabo durante años en escena. Actriz, empresaria, y muchas cosas más, Dalma sabe, quizá como pocas personas en la faz de la Tierra, de lo que habla. Pero lo hace de forma amable, aunque concreta, clara y sin vueltas. Tiene la certeza de quien sabe confiar en cada una de sus palabras. Y aun así, escucharla decir “mi papá” sacude hasta la fibra más íntima de cualquiera; la hija de Diego Armando Maradona lleva en sus genes aquella grandeza, pero también la propia personal. Su mirada siente y explica toda la experiencia. Es por eso que la serie de HBO Max, ya disponible en la plataforma, la tiene redescubriendo rincones y posibilidades no solo de su padre, sino que lejos de entronizar el término “dios” que siempre se le achaca al jugador, ella se ánima a hacer jueguito con el mismo. Dalma va y viene en sus historias, sus momentos, los buenos, los tremendos, los que solo la hija de Maradona puede haber vivido, pero también se sienta y escucha, y así va conformando un mapa nuevo, como si eso fuera tan fácil, sobre quien era su padre. 

“La decisión de contar esta historia de forma documental tiene que ver con la forma en que lo queríamos mostrar al mundo, y que alguien como Lorena Muñoz sea la directora es una decisión muy importante, sobretodo teniendo en cuenta su experiencia: esto que hicimos juntos es la historia que yo quería contar, con la influencia de las cosas que a mi me interesan”, dice Dalma. Y suma: “Como bien hay gente que decide contar la vida de papá desde una ficción que para mí no estuvo muy bien lograda hasta este recorte, ahora me toca construir un relato que define mi vínculo con él, pero es un relato que no tiene que ver tanto con el fútbol, sino que quiere generar quizás un eco en cualquiera que busca entender la relación con una figura paterna. Aunque quizás no. Pero al menos a mí sí me interesaba explotarlo por ese lado, la historia de un padre y una hija”. 

—¿Cuál sentís entonces que es el gran tema de la serie documental?

—La relación de un papá con una hija, y porque para mí mi papá no es el dios como dicen todos. Otra vez, es un recorte que yo elijo de mi relación con él. Va por ahí. Mi explicación de porque es mi papá antes que un dios. A la hora del documental es contar la relación nuestra desde el amor absoluto, y encontrar gente que me ha hecho emocionar por la forma en que hablan de él, por la forma en que cuentan sus historias, sus pasos, todo aquello que también lo definía y que, por suerte, lo sigue definiendo.

—¿Tenías algún límite que no querías cruzar desde un primer momento y después se fue modificando?

—No hubo límite porque cuando me contaron la idea, disparada en una obra de teatro que yo hice, entonces todo al servicio. Después sí, ver que volantazos tuvimos que dar más que nada, porque en Napoli queríamos grabar en el estadio, pero a raíz de no poder hacerlo, mostramos otras cosas. Pero no es que puse un límite, ni en un principio ni después, ni para hablar o mostrar cosas. Siempre me llevé bien con la directora, con Lorena, entonces fue confiar en ella y mostrar. Muy charlado todo, ya que ella es muy genia: ¿qué queremos contar? ¿Lo contamos de esta manera o en otra?

—¿Qué descubriste del vínculo entre vos y tu papá al cristalizarlo en este objeto que es una serie?

—Me pasaron muchas cosas. La obra fue un disparador. Pero muchas veces pasaban cosas que no estaban en la obra y no nos lo podíamos perder. Realmente hay muchas cosas que se dicen de papá, buenas como malas. Al estilo ¿qué sé yo si les peleaba el sueldo a los compañeros para que se lo mejoren? Hasta que te encontrás con ese compañero que te dice que sí. Obviamente eso es muy hermoso. Poder confirmar esas historias de él en la voz de otros protagonistas. Es humanizar desde lo que dicen de él. 

—¿Qué sentís que van a descubrir de vos y de tu papá?

—A mi me pasaba mucho que más de chica, era muy de reprocharle cosas, de ir a la pelea. “¡Porque vos nunca estuviste en mi cumpleaños!”, y viendo los videos está en todos mis cumpleaños. Le reprochaba algo que realmente siento hoy que sucedía. Y con la gente pasa un poco eso. Se piensa que era un jugador de fútbol que no estaba muy presente , y era un padre contra presente. Se ve en el material que grababa mi mamá. Hay videos de él con nosotras todo el tiempo. Todo eso puede verse. Yo pensaba una cosa y al final no era así. Me pasaba que primero tenía que sentir identificada con lo que contaba, yo quería mostrar la realidad. Era muy importante para mí, a la hora del corte, la mirada de mi mamá. Mi hermana, mi marido: gente muy querida y muy crítica. Va dedicada a todos los maradonianos, que dan su testimonio y nos permiten humanizar algo como la figura de “Dios”, que a él no le gusta. Desde ese recorte, se dijo tanto, y yo puedo contar algo que nadie más puede contar: es una historia de amor.

—¿Es la charla definitiva sobre tu papá?

—Sí y no. Yo todo el tiempo puedo hablar de él, amo hablar de él. No me molesta. Fue un proceso largo y pude descubrir que me podía bancar hacer esto. Yo me paro acá y te puedo contar mi historia. Encaré un proyecto, soy productora, y todo me encantó. Fue muy largo y muy lindo. Me parece que este documental me agarró en un momento donde quería contar esto, y quizás ahora quiero explorar mi parte de actriz. El documental me llevó todo, no podía hacer otra cosa. De repente aparece Di María, y queríamos sumar más y más cosas. Podríamos no terminar jamás eso que estábamos construyendo, y tuvimos que poner un punto final o nunca íbamos a finalizar. Siempre aparecía una historia nueva, siempre alguien tenía algo que sumar. Nunca se frenan las historias sobre él.

—¿Dónde sentís que nace tu amor por contar?

—Siento que desde muy chica ya me expresaba artísticamente, y ellos siempre apoyaron eso. Mi papá siempre tuvo una forma de contar. Al final del documental incluyeron una canción que yo le hice a mi papá, y él era muy de potenciar eso. Es un cierre muy especial, porque me animo a mostrar algo que tiene que ver con lo que él quería potenciar. A él siempre se lo vio muy de contar. Yo cuando vi El gran pez, era él. No lo podía creer. Era: “Che, no me jodan, es la película de mi viejo”. Entonces, le decía que tenía que ver el El gran pez. La vio. Me dijo que era él, un poco a regañadientes. Pero se reía. Ese era entonces un poco mi papá, El gran pez.