Pinta
tu
aldea
y
pintarás
el
mundo.
Ariel
Noriega
parece
haber
interpretado
a
la
perfección
esa
frase
y
desde
hace
años
que
su
obra
está
dedicada
a
reflejar
los
rincones
de
Malagueño,
su
pueblo.
En
una
entrevista
con
Carlos
Paz
Vivo,
el
artista
afirma
que
lo
que
intenta
reflejar
es
la
emoción
y
la
nostalgia
que
le
traen
algunos
espacios
de
su
ciudad
que
para
mucha
gente
pasan
inadvertidos
en
la
vida
cotidiana.
“La
gente
tal
vez
no
lo
vea
y
muchas
personas
no
lo
valoran
hasta
que
no
se
lo
ponen
al
frente
como
obra
de
arte:
a
una
iglesia,
una
casa
vieja,
a
un
pedazo
de
fábrica
abandonado”;
dice
y
afirma:
“Quizás
no
alcanzan
a
ver
la
belleza
estética
que
hay
ahí
y
a
eso
lo
capto,
lo
pinto
y
ahí
es
cuando
la
gente
reacciona”.
Ariel
Noriega
asegura
que
dibuja
desde
que
tiene
memoria
y
que
también
tuvo
su
paso
por
el
humor
gráfico
reflejándose
en
la
revista
Hortensia
como
una
escuela
del
humor
cordobés
y
argentino.
Una
muestra
de
arte,
el
primer
amor
Noriega
asegura
que
su
vida
cambió
el
día
que
fue
a
una
muestra
de
arte
y
se
enamoró
de
los
colores.
“Cuando
llegué
a
la
muestra,
me
paro
frente
al
primer
cuadro
y
me
enamoré
de
los
colores,
de
la
textura
del
óleo
y
desde
ese
día
dije:
quiero
pintar
y
no
paré
nunca
durante
20
años”.
Ariel
tiene
un
hijo
pequeño
y
pasa
mucho
tiempo
de
sus
días
junto
a
él,
viéndolo
crecer
y
experimentar
cosas
de
la
vida.
Quizás
en
esa
tarea
cotidiana
surge
la
idea
de
armar
un
libro
de
dibujos
para
chicos.
“Es
un
proyecto
que
tengo,
un
libro
de
literatura
infantil.
Ese
sería
un
objetivo
lindo
y
después
ahí
no
sé
lo
que
vendra”,
afirma.
Para
contactar
a
Ariel
Noriega:
https://www.instagram.com/arielromannoriega/