Netflix conmovió
a
millones
de
espectadores
con
el caso
real
de
España,
que
rápidamente
capturó
la
atención
de
su
audiencia.
“El
caso
Asunta“,
una
miniserie
de
seis
episodios
de
menos
de
una
hora
cada
uno,
se
sumergió
en
los
detalles
de
la
Operación
Nenúfar,
ejecutada
por
las
autoridades
españolas.
Esta
producción
se
estrenó
el
26
de
abril
y
se
ubicó
rápidamente
entre
los
títulos
más
vistos
en
la
Argentina.
El
impacto
de
la
serie
fue
tal
que
incluso
uno
de
los
condenados
envió
una
carta
al
creador
de
la
serie.
La
acosadora
real
de “Bebé
reno”
apareció
para
hacer
una
acusación: “Soy
víctima”
Asunta,
quien
fue
adoptada
desde
China
cuando
tenía
un
año
por
sus
padres
gallegos,
Rosario
Porto
y
Alfonso
Basterra,
abogada
y
periodista
respectivamente,
desapareció
el
21
de
septiembre
de
2013,
poco
antes
de
cumplir
13
años.
Trágicamente,
su
cuerpo
fue
encontrado
horas
después
cerca
de
una
carretera
en
Santiago
de
Compostela,
con
la
autopsia,
revelando
muerte
por
asfixia
y
altas
dosis
de
lorazepam
en
su
sistema.
Esto
no
les
gusta
a
los
autoritarios
El
ejercicio
del
periodismo
profesional
y
crítico
es
un
pilar
fundamental
de
la
democracia.
Por
eso
molesta
a
quienes
creen
ser
los
dueños
de
la
verdad.
Sus
padres
adoptivos
fueron
rápidamente
señalados
como
sospechosos
y
condenados.
La
adaptación
de
su
historia
fue
llevada
a
la
pantalla
por
Ramón
Campos,
Jon
de
la
Cuesta,
Gema
R.
Neira
y
David
Orea,
con
Candela
Peña
y
Tristán
Ulloa
interpretando
a
los
padres.
Alfonso
Basterra,
aún
desde
prisión,
se
comunicó
con
el
creador
de
la
miniserie,
un
gesto
que
ya
había
repetido
en
otras
ocasiones
y
para
otras
producciones,
aunque
siempre
utilizando
un
enfoque
diferente.
Esta
correspondencia
ocurrió
en
2017,
coincidiendo
con
el
lanzamiento
de
otro
documental
relevante.
Qué
dice
la
carta
que Alfonso
Basterra
“Estimado
señor
Campos:
en
cartas
anteriores,
le he
transmitido
la
rabia
y
la
ira
que
lleva
destrozándome
y
devorándome
desde
hace
tres
años.
Rabia
e
ira
hacia
el
juez
instructor,
hacia
el
fiscal,
los
abogados
de
la
acusación
particular,
los
medios
de
comunicación
y,
muy
particularmente,
hacia
la
persona
que
acabó
con
la
vida
de
mi
niña.
“Pero
estos
sentimientos
me
llevarían
indefectiblemente
hacia
la
locura
y
la
autodestrucción,
y
eso
es
algo
que
no
puedo
ni
debo
tolerar,
porque
abandonaría
la
esencia
de
mi
yo,
del
que
algo
aún
queda
y
acabaría
derrotado
por
fuerzas
ajenas
a
mí.
De
modo
que,
tras
mucho
pensar, he
entendido
que
el
perdón
es
mi
camino.
La
única
forma
posible
de
mantenerme
en
mi
camino
y
sortear
este
gran
reto
que
el
destino
me
ha
puesto.
“Puede
que
no
se
lo
crea,
pero
después
de
muchas
horas
de
meditación,
considero
que
este
nuevo
rumbo
es,
además
del
acertado,
el
definitivo. No
puedo
volver
a
caer
en
episodios
de
cólera
como
los
que
he
vivido.
Es
más,
he
llegado
a
la
convicción
de
que
todos
ellos
actuaron
bajo
un
signo
profesional
del
que
estaban
convencidos
y
con
arreglo
a
la
más
pura
de
las
éticas.
Equivocados
totalmente,
pero
sin
saltarse
la
ley
y
sin
ánimo
alguno
de
condenar
por
condenar.
“Se
sorprenderá,
pero cuando
dentro
de
seis
años,
como
mínimo,
tenga
el
tercer
grado en
lugar
de
asesinar
a
los
citados,
como
en
tantas
ocasiones
imaginé,
lo
que
realmente
deseo
es
sentarme
en
una
cafetería
con
ellos
y
debatir,
si
lo
desean,
lo
que
fue
aquel
juicio.
“Pero
lo
que
nunca
haré
será
exigirles
perdón,
todo
lo
contrario, seré
yo
quien
les
ofrezca
mis
disculpas
por
tan
terribles
pensamientos
surgidos
de
una
locura
inimaginable
que
no
deseo
a
nadie.
Y
por
la
misma
razón,
haré
lo
propio
con
el
asesino
o
asesina
de
mi
niña,
porque
ahora
sí,
estoy
convencido
de
que
su
acción
fue
fruto
de
esa
locura,
ya
que
nadie
en
pleno
uso
de
sus
facultades
mentales
cometería
una
monstruosidad
como
esa.
Para
terminar
le
haré
una
confesión: cuando
recupere
mi
libertad,
tengo
el
firme
propósito
de
desaparecer,
nadie
volverá
a
saber
de
mí,
ni
tan
siquiera
Rosario
Porto.
Solo
tengo
una
razón
para
seguir
con
vida,
que
no
es
otra
que volver
a
ser
un
hombre
libre
y
reunirme
con
mi
niña,
nunca
antes.
De
hecho
ya
tengo
pensado
el
cómo
y
el
dónde,
tan
solo
me
falta
el
cuándo,
pero
todo
llega.
Mi
verdadera
condena
no
es
la
prisión,
señor
Campos,
sino
no
haberla
podido
socorrer
cuando
más
me
necesitó.
Eso
es
algo
que
nunca
me
podré
perdonar.
Así
que,
cuando
conozcan
mi
fallecimiento,
le
ruego
que
descorche
una
botella
de
cava
y
brinde
con
los
suyos.
Solo
en
ese
momento
comprenderá
que
he
recuperado
mi
felicidad.
Mi
niña
me
necesita
y
yo
a
ella”.
El
enojo
del
juez
del
caso
Asunta
con
la
serie
de
Netflix: “Me
da
mucha
pena”
Hace
unas
semanas,
Netflix
lanzó “El
caso
Asunta”, una
miniserie
que,
de
no
ser
por
el
sorprendente
éxito
de “Bebé
Reno”,
habría
encabezado
las
tendencias
de
la
plataforma
mucho
antes.
La
serie
española
narra
el
caso
real
del
asesinato
de
Asunta
Basterra,
una
niña
de
12
años,
hija
adoptiva
de
Rosario
Porto,
abogada,
y
Alfonso
Basterra,
periodista.
En
2013,
el
cuerpo
de
la
niña
fue
encontrado
a
un
lado
de
una
carretera
en
La
Coruña,
España,
desencadenando
un
juego
del
gato
y
el
ratón
entre
la
policía,
el
juez José
Antonio
Vázquez
Taín y
los
principales
sospechosos
del
crimen. Los
padres
de
la
niña,
fueron
los
primeros
en
ser
señalados.
En
el
momento
de
su
fallecimiento,
estaban
separados
y
mantenían
una
relación
complicada.
Recientemente,
el
juez
a
cargo
del
caso, Vázquez
Taín,
compartió
su
opinión
sobre
cómo
fue
retratado
en
la
serie
y
criticó
el
enfoque
que
esta
dio
a
la
historia
de
Asunta.
Puro
terror
en
20
minutos:
la “joya
escondida”
de Netflix
En “El
caso
Asunta”,
el
personaje
basado
en
Vázquez
Taín
es
interpretado
por
Javier
Gutiérrez
y
lleva
el
nombre
de
Malvar.
Durante
una
entrevista
en “Vamos
a
ver”
de
Telecinco,
el
juez
elogió
el
trabajo
del
actor
español,
aunque
admitió
haber
visto
solo
un
episodio. “Javier
Gutiérrez
es
un
gran
actor
y
una
gran
persona.
(No
tengo)
nada
que
reprochar.
Al
contrario.
Creo
que
ha
intentado
hacerlo
lo
mejor
posible
para
intentar
dejarme
en
el
mejor
lugar, pero
no
se
ha
conseguido”,
dijo
su
señoría.
Enojado
con
la
imagen
que
deja
de
su
persona
la
serie,
agregó: “Me
preocupa
que
se
vuelva
a
cuestionar
si
la
Justicia
en
España
es
correcta
y
si
se
manipulan
las
pruebas. Yo
no
juzgué
a
esas
personas (Rosario
Porto
y
Alfonso
Basterra), me
encargué
de
la
instrucción.
A
ellos
les
juzgaron
nueve
jurados
y
lo
determinaron
(su
implicación
en
el
crimen)
por
unanimidad.
Entonces,
volver
a
intentar
otra
vez
sembrar
dudas…
Yo
estoy
tranquilo”.
Al
final,
llegó
a
la
conclusión
de
que
la
serie
habría
sido
mejor
si
hubiera
centrado
su
enfoque
en
la
propia
Asunta
en
lugar
de
enfocarse
en
sus
padres. “Me
da
mucha
pena.
Porque
era
una
niña
muy
especial,
maravillosa,
y
creo
que
era
el
momento
de
hacer
un
drama
en
donde
realmente
pusiéramos
en
valor
cómo
pueden
dos
personas
normales
-que
no
es
que
sean
degenerados,
enfermos
mentales
o
animales,
sino
que
son
personas
como
cualquier
otras-
destruir
por
falta
de
empatía
la
vida
tan
brillante
de
una
niña
y
privarla
de
su
adolescencia,
su
vida
y
todo
el
futuro
que
tenía
por
delante”,
cerro
el
juez.
JCCL
CP