El
22
de
mayo,
una
fecha
significativa
para
la
monarquía
española,
pasó
sin
pena
ni
gloria
para
el
rey
Felipe
VI
y
la
reina
Letizia.
En
su
vigésimo
aniversario
de
bodas,
no
hubo
celebraciones
ni
apariciones
públicas,
avivando
aún
más
los
rumores
de
crisis
en
su
matrimonio.
A
pesar
de
las
expectativas
de
que
Casa
Real
los
mostrara
juntos
para
silenciar
las
especulaciones,
el
silencio
reinó
en
Zarzuela.
Según
Maica
Vasco,
el
matrimonio
entre
Felipe
y
Letizia
ha
sido
una
fachada
desde
el
principio.
El
entonces
príncipe
necesitaba
una
esposa
para
heredar
el
trono
y
Letizia,
con
su
ambición
y
disposición,
fue
considerada
la
candidata
perfecta.
A
cambio
de
beneficios
y
una
suculenta
cifra
económica,
ella
aceptó
el
trato,
incluso
con
la
libertad
de
mantener
relaciones
con
otros
hombres,
siempre
y
cuando
no
se
hiciera
público.
Este
acuerdo,
según
las
mismas
fuentes,
ha
permitido
que
cada
uno
lleve
su
vida
por
separado.
El
22
de
mayo,
mientras
los
medios
hablaban
de
su
aniversario,
Felipe
estaba
con
amigos
y
Letizia
se
quedó
en
Zarzuela.
Los
escoltas
de
Casa
Real
se
encargaron
de
que
nada
se
filtrara,
protegiendo
así
la
imagen
pública
de
una
pareja
que,
a
ojos
del
público,
sigue
unida
y
enamorada.
Rumores
de
divorcio
en
la
Casa
Real
española
La
imagen
pública
de
Felipe
y
Letizia
contrasta
fuertemente
con
los
rumores
persistentes
de
una
relación
deteriorada.
Si
bien
el
divorcio
oficial
parece
improbable,
los
expertos
sugieren
que
seguirían
el
ejemplo
de
Juan
Carlos
y
Sofía,
viviendo
vidas
separadas
mientras
mantienen
la
apariencia
de
unidad
por
el
bien
de
la
corona.
El
silencio
de
Casa
Real
en
este
20º
aniversario
no
ha
hecho
más
que
alimentar
las
especulaciones.
En
lugar
de
una
celebración,
lo
que
hemos
visto
es
una
confirmación
tácita
de
los
problemas
en
su
relación.
Mientras
tanto,
los
españoles
se
quedan
con
la
versión
oficial
de
un
matrimonio
sólido,
aunque
la
verdad
parece
ser
mucho
más
compleja.
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