“Son personas que podés encontrarte en la vida”

0
2

Se
conocerá
en
Buenos
Aires
–por
primera
vez–
un
texto
dramático
de
la
escritora
latina
norteamericana
Karen
Zacarías.
Desde
el
12
de
junio
a
la
cartelera
teatral
porteña
se
suma
Jardines
salvajes,
nueva
comedia
con
adaptación
y
dirección
de
Ricardo
Hornos.
Un
espectáculo
donde
dos
matrimonios
se
sacarán
chispas
disputándose
no
sólo
un
jardín
sino
también
miradas
diferentes,
sobre
muy
distintos
temas.
Ellos
están
interpretados
Carlos
Portaluppi
y
Vivi
Puerta
y
en
el
otro
la
dupla
es
Mica
Vázquez
y
Nazareno
Casero.
Irán
de
miércoles
a
domingo
en
el
escenario
de
Multiteatro
Comafi,
con
dos
funciones
los
días
sábados.

—¿Qué
características
particulares
tiene
esta
comedia?

PORTALUPPI:
Es
muy
inteligente.
La
adaptación
que
hizo
Ricardo
(Hornos)
quien
además
la
dirige
es
impecable.
La
obra
en
el
2022
fue
la
más
producida
en
Estados
Unidos.
Estas
dos
parejas
se
van
a
encontrar
con
una
diferencia
generacional
en
cuanto
a
la
manera
de
pensar,
de
ver
la
vida,
discutirla
y
cómo
afrontar
sus
conflictos.
Cada
uno
sostiene
sus
convicciones.
Mi
personaje
tiene
una
gran
pasión,
que
es
la
jardinería,
esta
ocupación
lo
sostiene
cotidianamente
y
lo
hace
vivir
plenamente
feliz.

Esto
no
les
gusta
a
los
autoritarios

El
ejercicio
del
periodismo
profesional
y
crítico
es
un
pilar
fundamental
de
la
democracia.
Por
eso
molesta
a
quienes
creen
ser
los
dueños
de
la
verdad.

PUERTA:
En
Jardines
salvajes
aparece
lo
lúdico,
lo
divertido
y
es
como
volver
a
un
eterno
juego.
Aquí
no
me
siento
identificada
en
su
totalidad
con
mi
protagonista,
eso
justamente
me
atrapa
y
me
seduce.
Alguien
que
tiene
un
pensamiento
tan
estructurado
o
no
tan
moderno
sobre
algunos
temas
me
resulta
un
desafío.
Me
gusta
mucho
hacer
comedia
y
me
siento
cómoda,
pero
también
hice
dramas.
Durante
casi
dos
años
integré
el
elenco
de
Un
enemigo
del
pueblo
y
era
muy
intenso
lo
que
pasaba,
tanto
con
mi
personaje
como
con
el
público. 

VÁZQUEZ:
Hace
mucho
que
no
hacía
teatro
y
tenía
ganas
de
volver.
El
texto
es
espectacular
y
el
elenco
me
encanta.
Quise
volver
a
actuar
de
miércoles
a
domingo
en
la
avenida
Corrientes.
Es
una
comedia
con
un
final
muy
inesperado
y
eso
también
me
divierte.
No
es
usual
que
se
genere
el
factor
sorpresa.
Creo
que
propone
una
diferencia
con
toda
la
oferta
de
teatro
que
hay.

CASERO:
Cuando
me
llegó
el
libro
me
gustó
hacia
donde
apuntaba
y
también
me
divertía.
Es
una
comedia,
hecha
desde
la
producción
con
mucha
seriedad.
Necesitaba
hacer
teatro
como
entrenamiento,
porque
se
pone
el
cuerpo
de
una
manera
diferente.
Uno
a
veces
toma
vicios
del
cine
o
de
la
televisión,
pero
el
escenario
va
por
otro
lado.
En
estos
tiempos
que
corren
donde
todo
se
puede
hacer
o
mejorar
con
inteligencia
artificial
el
teatro
sigue
siendo
artesanal. 

—La
obra
juega
con
una
grieta,
la
generacional.
¿Tiene
que
ver
con
nosotros,
los
argentinos? 

 PORTALUPPI:
Sí,
claro,
siempre
está
ahí
la
Argentina.
Desde
hace
mucho
tiempo
la
grieta
existe
en
el
país.
No
es
sólo
en
la
obra,
con
mayor
o
menor
intensidad,
con
escalas,
con
descenso,
pero
me
parece
que
tiene
un
poco
que
ver
con
el
pensar
diferente.
El
pensamiento
propio,
que
no
es
único.
Todos
tenemos
nuestra
manera
de
reflexionar
y
está
bien,
que
así
lo
sea,
si
no
sería
muy
aburrido.
Lo
importante
es
encontrar
un
consenso,
un
punto
de
equilibrio
que
nos
permita
a
todos
poder
vivir
y
convivir
con
lo
que
uno
desea,
dando
espacio
al
otro. 

PUERTA:
Lo
generacional
va
más
allá
de
lo
ideológico.
Yo
no
pienso
igual
que
mis
padres
y
son
mis
padres.
Seguramente
esta
brecha
ya
la
tengo
con
mis
hijos.
Hay
que
aprender
del
que
piensa
distinto.
Estamos
en
constante
evolución
y
tratando
de
sumarnos
a
los
nuevos
cambios,
con
mucha
paciencia.
Nosotros
fuimos
criados
distintos,
somos
otra
generación,
ni
la
de
nuestros
padres,
de
la
de
nuestros
hijos.
 Hay
que
estar
atentos
a
las
necesidades
de
todos,
para
enseñarles
o
al
revés.

C:
Trato
de
contemplar
y
de
alguna
manera
busco
la
concordia,
porque
me
doy
cuenta
que
hay
que
ser
flexibles.
En
lo
personal
busco
de
no
chocar
con
alguien
que
vivió
en
otra
época
y
que
tiene
otra
manera
de
concebir
el
mundo.
Ponerme
a
confrontar
con
alguien
que
tiene
otra
información
sería
un
error.
Creo
que
la
diferencia
generacional
es
buena
si
nos
darnos
cuenta
que
el
mundo
está
en
un
constante
cambio,
por
lo
cual
las
personas
tienen
diferentes
necesidades
por
la
época
y
por
sus
vivencias.
Todo
lo
que
sucede
es
real,
desde
los
textos
hasta
los
personajes,
pueden
estar
corridos
un
poco
más
o
un
poco
menos,
pero
son
personas
que
podés
encontrarte
en
la
vida.
Esta
problemática
no
solamente
la
podés
encontrar
en
tu
casa,
sino
entre
países,
ciudades
o
culturas.
Te
ponés
a
competir
con
tu
vecino,
que
puede
ser
tu
hermano,
tu
amigo,
tu
primo,
de
golpe
hay
un
conflicto
y
pasa
a
ser
una
especie
de
enemigo. 

V:
Mi
personaje
es
una
psicóloga
que
está
embarazada
y
es
un
estado
de
ensoñación.
Son
una
pareja
joven
que
es
lo
opuesto
de
la
otra.

—¿Cómo
viven
desde
el
escenario
la
risa
del
público?
¿Están
pendientes
de
la
recepción?

PUERTA:
La
siento
como
un
abrazo.
Es
maravilloso,
porque
te
reafirma
tu
personaje,
el
texto
y
te
indica
que
vas
por
buen
camino.
A
nosotras
con
Madres
nos
pasa,
aunque
es
otro
tipo
de
comedia.

PORTALUPPI:
Es
un
momento
de
plenitud,
realmente
maravilloso
sentir
que
uno
está
respirando
con
el
público.
Ahí
es
donde
está
el
hecho
teatral.
También
lo
es
el
silencio.
 El
problema
está
cuando
suena
un
teléfono
o
se
escucha
un
papelito
de
caramelo,
se
percibe
ese
movimiento.
Uno
es
actor,
se
habla
de
la
cuarta
pared
pero
tenemos
una
visión
periférica
que
nos
permite
ver
más
allá,
aunque
estés
concentrado.
Si
alguien
saca
el
celular,
se
ve
el
reflejo,
que
te
distrae
en
la
oscuridad.

PUERTA:
Es
un
fenómeno
social
porque
pareciera
que
lo
más
importante
es
lo
que
está
sucediendo
afuera
y
no
donde
está
tu
tiempo
presente.

C:
La
risa
es
algo
muy
genuino
y
es
casi
es
muy
difícil
de
provocar.
Me
parece
un
gran
premio,
cuando
vos
estás
haciendo
una
comedia
que
el
público
se
ría
y
se
divierta.
Además
es
un
termómetro.

V:
La
risa
también
te
modifica
inevitablemente.
Es
un
poco
prueba
y
error,
pero
lo
lindo
de
hacer
una
comedia
es
que
te
cambia
el
estado,
tanto
a
nosotros
como
al
público.

—¿Qué
piensan
de
la
actual
cartelera
teatral
en
la
avenida
Corrientes?

PORTALUPPI:
En
mi
caso
vengo
haciendo
teatro
hace
mucho
tiempo…
(N.d.R:
Acaba
de
bajar
Votemos,
donde
integraba
el
elenco).
Para

es
la
felicidad
poder
actuar
y
vivir
de
lo
que
me
gusta.
Seguir
contando
historias.
No
hay
jubilación
para
mí.
Creo
que
el
escenario
es
la
madre
de
todo
y
el
lugar
donde
más
cómodo
me
siento.
Poder
llegar
al
espectador
en
la
inmediatez,
la
ida
y
vuelta.
Nuestro
teatro
en
la
Argentina
siempre
fue
muy
potente,
hay
quinientas
propuestas
los
días
viernes. 

PUERTA:
También
hace
muchos
años
que
trabajo
en
teatro
si
bien
también
estuve
en
televisión
me
parece
que
los
medios
cambiaron,
porque
el
mundo
cambió.
Después
tenemos
lo
puntual
de
nuestra
coyuntura.
Creo
que
hay
que
ir
adaptándose
y
los
actores
tenemos
mucha
adaptabilidad
sobre
todo
los
argentinos,
en
ese
sentido
podemos
navegar
en
aguas
oscuras
y
espesas.
Además
creo
mucho
en
la
autogestión.Es
muy
bueno
que
haya
tanta
oferta
teatral
y
que
la
gente
pueda
elegir
lo
que
tiene
ganas
de
ver.

C:
Me
parece
excelente
para
el
público
que
tenga
la
posibilidad
de
poder
optar
entre
muchas
propuestas.
El
arte
tiene
algo
particular,
no
puede
medirse,
al
ser
tan
subjetivo
hay
gustos
para
todos.

V:
Para
nosotros
como
actores
es
bueno
que
haya
trabajo
para
todos.
No
estamos
mirando
al
del
teatro
de
al
lado.
Nos
enfocamos
en
lo
nuestro
y
que
el
público
tenga
para
elegir.