Mi
primer
paso
fue
entender
que
esta
historia
debía
comenzar
con
la
primera
línea
de
la
película
anterior,
de
Intensamente.
Joy
dice
“Después
de
todo,
Riley
tiene
12
ahora:
¿qué
podría
suceder?”
dice
Kelsey
Mann,
el
director
de
Intensamente
2,
la
esperada
secuela
de
uno
de
los
éxitos
más
grandes
e
innovadores
a
nivel
visual
de
Pixar.
Y
sigue:
“Ese
‘qué
podría
pasar’,
sin
entender
que
se
aproxima
la
pubertad,
realmente
me
pareció
un
excelente
punto
de
partida,
que
ya
de
por
sí
planteaba
la
ingenuidad
frente
a
un
universo
de
emociones
nuevo.
Quería
responder
esa
pregunta.
He
estado
en
Pixar
desde
2009,
y
he
trabajado
aquí
mientras
hacían
Intensamente,
no
en
ella,
sino
viendo
fragmentos,
y
mandando
observaciones,
como
todos.
Fue
bastante
cool.
Yo
quería
ser
adolescente,
quería
ver
el
botón
de
pubertad
prendido
y
quería
jugar
esas
nuevas
emociones”.
Fiel
a
sus
palabras,
Kelsey
Mann
juega
con
emociones,
y
expande
el
universo
del
film,
no
solo
al
crear
nuevas
emociones
parlanchinas
y
operativas,
sino
al
crear
nuevos
espacios,
todos
vinculados
a
las
emociones
humanas.
En
el
sentido
mencionado,
los
avances
visuales
del
primer
film
eran
algo
que
el
productor
Mark
Nielsen
tenía
en
cuenta:
“El
original
era
hermoso,
y
hacer
una
secuela
tiene
un
ventaja:
ya
tenés
pavimentado
un
poco
lo
que
va
a
ser
el
marco
de
referencia
visual,
el
terreno
de
creación
de
imágenes
tiene
una
base
y
un
marco
de
expectativas.
Ahí
viene
el
mejor
problema:
¿cómo
alterar
ese
marco
de
expectativas?
Es
decir,
¿cómo
hacer
un
film
igual
de
poderoso
visualmente
cuando
el
primer
impacto
fue
tan
popular?
Ya
sabíamos
cómo
se
veían
los
personajes,
las
emociones,
y
otras
cosas,
pero
nueve
años
en
el
mundo
de
la
animación
actual
es
muchísimo,
y
teníamos
mucha
ventaja
para
darle
más
detalle
y
más
riqueza
a
las
imágenes.
Aquella
vieja
tecnología
no
existe
más,
hubo
que
crear
los
personajes
de
cero
en
la
nueva
tecnología.
Y
eso
vino
acompañado
de
la
construcción
de
nuevas
locaciones,
nuevos
lugares
en
la
mente,
que
no
vimos
antes”.
—Hay
pequeños
momentos
donde
juegan
con
otras
formas
de
animación
para
ilustrar
los
recuerdos,
¿cómo
llegaron
a
ese
punto
creativo?
Esto
no
les
gusta
a
los
autoritarios
El
ejercicio
del
periodismo
profesional
y
crítico
es
un
pilar
fundamental
de
la
democracia.
Por
eso
molesta
a
quienes
creen
ser
los
dueños
de
la
verdad.
KELSEY
MANN:
Eso
fue
divertido
de
hacer.
Todo
tiene
lugar
en
donde
Riley
esconde
sus
secretos.
Pudimos
explorar
otras
formas
de
animación.
Teníamos
un
personaje
2D,
un
personaje
de
una
especie
de
videogame
pixelado.
¿Sabés
qué
amo
de
trabajar
en
Pixar?
Que
muchas
cosas
vienen
desde
dentro,
desde
el
equipo;
son
ideas
que
por
cómo
trabajamos
aquí
llegan
sin
filtro,
con
entusiasmo,
que
es
algo
que
nos
define.
Teníamos
un
personaje
que
no
sabíamos
cómo
crearlo:
ellos
fueron
quienes
nos
dijeron
que
lo
hiciéramos
2D,
y
eso
abrió
un
universo.
Pero
para
poder
jugar
con
algo
así,
necesitás
gente
que
sepa
animar
en
2D,
y
que
también
entienda
y
sepa
animar
en
3D.
Entonces,
es
un
cúmulo
de
habilidades
bastante
particulares
y
de
diferentes
historias
personales
y
de
saberes.
Eso
hace
todo
muy
divertido,
y
prefieren
hacer
algo
más
difícil
tan
solo
porque
es
más
cool,
y
se
ve
más
cool
en
pantalla,
y
eso
es
impresionante.
—¿Qué
aman
de
la
animación
y
cómo
sienten
que
eso
se
ve
en
este
film?
MARK
NIELSEN:
Amo
la
capacidad
que
tiene
la
animación
de
crear
un
mundo,
de
lograr
que
algo
que
visualmente
no
existía
antes
ahora
sí
exista.
Lo
genial
de
la
animación,
por
ejemplo
aquí,
es
poder
entrar
en
una
mente
y
verla,
pasearse
por
allí.
O
puede
meterte
bajo
del
agua
y
hablar
con
un
pez.
O
ver
maravillas
que
entiendes
son
tales.
Podés
ir
a
todos
estos
lugares
y
mundos
que
ningún
otro
medio
puede
explorar
así.
El
cuadro
a
cuadro,
el
trabajo
de
cada
escena,
sigue
siendo
un
trabajo
difícil
y
permite
crear
la
sensación
de
vida,
y
siento
es
un
medio
que
solo
está
mejorando,
lejos
de
los
que
muchos
creen.
El
amor
por
el
medio
Kelsey
Mann,
director
de
Intensamente
2,
es
un
apasionado
por
su
trabajo
y
lo
deja
en
claro:
“Lo
que
amo
más,
es
el
trabajo
en
equipo:
es
un
medio
en
extremo
colaborativo.
Crecí
dibujando
mucho
solo,
en
ese
sentido,
esto
es
todo
lo
contrario.
Incluso
cuando
estaba
en
la
universidad,
era
yo
haciendo
lo
mío.
Y
en
la
industria
logré
entender
la
sensación
de
trabajar
juntos
para
generar
algo
mejor.
Amo
la
oportunidad
que
tenemos
cuando
creamos
juntos”.
Uno
de
los
juegos
del
film
es
que
el
personaje
principal
tiene
recuerdos
fundacionales,
que
hacen
a
su
personalidad.
¿Cuáles
son
esos
recuerdos
fundacionales
a
la
hora
de
la
animación
de
los
creadores
del
film?
Mann:
“El
primer
estudio
de
animación
en
el
que
trabajé
éramos
diez
personas.
Recuerdo
el
momento
en
que
vimos
la
prueba
de
los
lápices,
un
boceto
animado.
Todos
juntos,
viendo
hacia
una
pantalla
en
la
esquina
de
la
habitación.
Todos
viendo
eso.
Ahí
nació
un
recuerdo
fundamental:
ahí
pensé,
yo
amo
esto.
Todos
viendo
lo
que
creamos.
Es
parecido
a
lo
que
hago
en
Pixar.
Todos
creando
algo
que
amamos.
Y
después,
claro,
lo
descartamos
y
creamos
algo
nuevo.
Ese
es
un
recuerdo
crucial
para
mí”.
Se
suma
Mark
Nielsen:
“Yo
trabajaba
en
Skellington
Productions
en
la
época
en
que
hacían
films
como
Jack
y
el
durazno
gigante.
Recuerdo
caminar
en
los
sets,
y
ver
veinte
diferentes
sets,
de
animación
stop-motion,
todos
creando
meticulosamente
el
segundo
de
animación
de
su
respectivo
set,
todos
ensimismados,
todos
contentos
y
felices
de
su
trabajo,
todo
lleno
de
detalles,
de
personajes.
Me
voló
la
cabeza
el
nivel
de
talento,
de
oficio
en
juego.
Ahí
descubrí
lo
mucho
que
amaba
la
animación”.