“Una
que
sepamos
todos”
es
una
frase
que
se
usa
en
un
recital
o
incluso
en
una
reunión
social
ante
un
artista
que,
como
mínimo,
tenga
una
guitarra
colgada.
Pero
difícilmente
se
aplique
a
una
obra
de
teatro
salvo
que
sea
Esperando
la
carroza.
Esta
comedia
–o
grotesco–
que
Jacobo
Langsner
escribió
en
1962
y
que
desde
abril
está
en
calle
Corrientes,
debe
ser
–quizá–
la
única
obra
de
teatro
en
la
que
el
todo
el
público
–o
la
mayoría–
conoce
no
solo
la
trama
sino
también
la
letra
o
los
remates
de
casi
todas
las
escenas.

de
las
escenas
de
Esperando
la
carroza,
en
callle
Corrientes.
“Ser
o
no
ser”;
“Toda
la
vida
es
sueño, y
los
sueños, sueños
son”;
“Érase
un
hombre
a
una
nariz
pegada”;
“Todos
para
uno
y
uno
para
todos”…
son
frases
de
obras
universales.
Pero
sería raro
que “el
Hamlet”
en
cuestión,
haga
un
guiño
a
la
platea
para
que,
con
la
calavera
en
la
mano,
todos
digan:
“Ser
o
no
ser,
esa
es
la
cuestión”.
En
el
caso
de
esta
versión
teatral
–de
Ciro
Zorzoli–
que
protagonizan
Paola
Barrientos,
Valeria
Lois,
Ana
Katz,
Campi,
Pablo
Rago
y
gran
elenco–,
hay
funciones
donde
desde
el
escenario
se
percibe
una
sensación
que
hace
que,
por
ejemplo, “Elvira”
(Barrientos)
rompa
la
cuarta
pared
y
habilite
al
público
a
corear: “Yo
hago
puchero,
ella
hace….”. Como
dijo
China
Zorrilla
en
su
unipersonal
Había
una
vez…
(*)”:
¿Cual
será
el
secreto
de
esta
frase,
no?
Porque
no
es,
por
ejemplo,
‘To
be
or
not
to
be’”.
La
historia
de
Esperando….,
el clásico
argentino
que
nació
en
Montevideo.
Esto
no
les
gusta
a
los
autoritarios
El
ejercicio
del
periodismo
profesional
y
crítico
es
un
pilar
fundamental
de
la
democracia.
Por
eso
molesta
a
quienes
creen
ser
los
dueños
de
la
verdad.
A
esta
particularidad
de
que
el
libreto
sea
conocido
por
el
público
casi
de
memoria,
se
suma
que
la
popularidad
de
la
versión
cinematográfica
de
Esperando
la
carroza
(**)
hiciera
imposible
pensar
en
otro
elenco
para
sus
personajes. Y
no
es
desafío
menor
que,
en
un
punto,
superarlo
es
tarea
de
dos.
Por
un
lado,
está
el
sello
que
le
imprime
el
artista
en
escena
a
Nora,
Susana,
Elvira,
Mamá
Cora…
en
una
versión
que,
como figura
en
el
libro
de
Langsner,
las
mujeres
son
las
protagonistas.
Por
eso,
por
ejemplo,
Emilia
(la
hermana
más
pobre,
interpretada
por
Mayra
Omar)
tiene
un
desarrollo
que
solamente
figura
en
el
libro
de
1962.

Cora
interpretado
por
Campi,
en
el
versión
teatral
de
Esperando
la
carroza.
Por
el
otro,
la
superación
del
desafío
mencionado
implicaría
que
desde
la
platea
se
asuma
lo
obvio,
que
es
teatro
no
cine,
y
luego,
asistir
a
que
el
elenco
de
esta
versión
de
Esperando
la
carroza
no
hace
una
copia
sino
un
“homenaje”
al
grotesco
rioplatense
más
famoso.
Es
decir,
un
tributo
a
celebrarse
de
a
dos
entre
el
escenario
y
la
platea.
Y
es
entonces
cuando
se
produce
eso
que
llaman
“la
magia
del
teatro”. ¿Se
va
a
ver
Peter
Pan
en
teatro
solo
para
descubrir
cómo
es
que
vuela
en
escena?
¿O
a
ver
cuán
parecida
es
Susana
Giménez
a
Marilyn
Monroe
en
la
versión
teatral
de
Sugar
(Una
Eva
y
dos
Adanes)?
¿O
criticar
cómo
se
simula
la
decapitación
de
Ana
Bolena
en
María
Estuardo
sin
usar
siquiera
kétchup
como
sangre
falsa?
Dicen
que
los
eruditos
del
teatro
llaman
a
esto
“la
convención”,
el
resto
“la
magia”
del
teatro.
El
mejor
regreso
de
un
clásico
de
la
comedia
argentina.
Paradoja
del
destino,
para
el
personaje
que
el
guión
de
Jacobo
Langsner
le
confirió
las
muletillas
que
más
se
replican
todavía
hoy,
China
Zorrilla
no
era
la
actriz
que
Alejandro
Doria
tenía
en
mente
para
la
versión
televisiva
que
se
hizo
en
1974
(***).
Fue
Langsner
quien
se
la
impuso. “Un
día
Doria
le
dijo
a
Jacobo:
‘Voy
a
hacer
tu
‘Carroza…’
en
televisión,
tengo
todo
el
reparto
hecho
pero
me
falta
la
actriz,
me
falta
‘Elvira’”,
cuenta
China
Zorrilla
en
su
unipersonal
Había
una
vez.
“Jacobo
le
dijo:
‘Mirá
hay
una
uruguaya
que
ahora
está
aquí…’Y
Doria
lo
frena
con
“¡No!
¿China?
Ni
me
la
nombres,
esa
actriz
es
muy
dramática, muy
seria’.
(Doria)
no
quería
que
yo
lo
hiciera
y
el
transilvánico
(se
refería
a
Langsner)
dijo
‘¡Lo
va
a
hacer
China!’
Y
ahí
empecé
yo…”.

escenario
giratorio
da
vida
a
la
casa
donde
transcurre
Esperando
la
carroza.
La
presente
versión
teatral
de
Esperando
la
carroza
tiene
nuevas
Nora,
Susana,
Elvira,
Emilia,
Matilde,
Jorge,
Antonio,
Sergio,
Mamá
Cora…
quienes
a
caballo
del
libreto
Jacobo
Langsner
hacen
de
ese
tributo
a
“La
carroza”
un
hecho
artístico
superlativo
y
además,
una
celebración
en
la
que
el
público
participa
con
las
carcajadas,
los
aplausos
y
a
veces,
coreando
“¡Qué
duda
cabe!”.
(*)
Había
una
vez,
unipersonal
de
China
Zorrilla
que
está
en
YouTube.
(**)
Estrenada
en
1985.
(***)
En
Canal
9,
ciclo
Alta
comedia.
EI
/
ED