Raúl
Ángel
Gómez
es
doctor
en
Ciencias
de
la
Salud,
licenciado
en
Psicología
y
titular
de
la
Cátedra
de
Psicología
de
la
Drogodependencia
y
las
Adicciones
de
la
Facultad
de
Psicología
de
la
Universidad
Nacional
de
Córdoba.
Además,
es
director
de
la
Unidad
de
Estudios
Epidemiológicos
en
Salud
Mental.
Carlos
Paz
Vivo
acudió
al
especialista
para
conocer
detalles
sobre
la
droga
sintética
que
se
conoce
popularmente
como
éxtasis
a
partir
de
la
muerte
de
una
mujer
que
habría
consumido
esa
sustancia
antes
de
ingresar
a
una
fiesta
electrónica
en
Córdoba
capital.
-¿Como
surge
esta
droga
sintética
que
está
tan
puesta
en
la
mirada
de
la
gente
a
través
de
series
como
Breaking
Bad
y
las
noticias
de
estos
días?
¿Cómo
surgió
esta
droga
sintética?
Esta
droga
sintética
parece
ser
algo
bastante
nuevo
y
no
lo
es.
Es
una
droga
que
se
sintetizó
a
principio
del
siglo
20,
en
la
década
de
1920
en
Alemania.
Son
las
que
originalmente
se
proponen
como
estimulantes,
se
estaba
buscando
nuevos
estimulantes
derivados
de
la
meta
anfetamina
y
surge
esta
droga
que
combina
un
efecto
estimulante
con
un
efecto
que
distorsiona
los
sentidos
y
la
percepción.
Sin
ser
un
alucinógeno
propiamente
dicho,
produce
una
embriaguez,
y
un
incremento
de
la
sensación
de
empatía,
como
muchas
otras
drogas
,
por
ejemplo
el
alcohol.
El
éxtasis
convina
ese
efecto
estimulante
con
el
efecto
de
una
ampliación
de
la
percepción
de
cómo
se
perciben
los
sonidos,
los
colores.
Es
una
droga
que
actualmente
se
está
estudiando
por
sus
posibles
efectos
farmacológicos
del
tratamiento
de
algunas
enfermedades
psiquiátricas
como
los
cuadros
de
estrés
postraumático.
-¿Que
riesgo
acarrea
su
consumo?
-Es
una
droga
que
tiene
muchísimo
riesgo
y
consumida
de
manera
clandestina,
en
el
mercado
ilegal,
se
le
agrega
otros
factores
a
los
riesgos
que
ya
tiene
de
por
sí.
Produce
el
incremento
de
la
frecuencia
cardíaca,
incrementa
la
presión
arterial,
produce
una
deshidratación
significativa
por
lo
cual
el
mayor
riesgo
es
tomarla
con
alcohol
que
potencia
todos
esos
riesgos.
A
nivel
mundial,
entre
los
especialistas
uno
de
sus
mayores
riesgos
es
la
adulteración.
Se
trata
de
drogas
que
al
circular
en
el
mercado
están
adulteradas,
cortadas
con
otras
sustancia,
o
la
persona
que
la
consume
cree
que
será
en
la
misma
dósis
en
la
segunda
vez
y
luego
le
venden
un
compuesto
que
tiene
una
dosis
más
elevada
y
eso
hace
que
consuma
más
de
lo
que
creía
que
estaba
consumiendo.
“El
consumo
de
éxtasis
Produce
el
incremento
de
la
frecuencia
cardíaca,
incrementa
la
presión
arterial,
produce
una
deshidratación
significativa
por
lo
cual
el
mayor
riesgo
es
tomarla
con
alcohol
que
potencia
todos
esos
riesgos”.
-¿Cuándo
aparece
aquí
en
Argentina?
Siempre
se
la
relaciona
con
las
fiestas
de
música
electrónica.
-En
este
caso
los
reportes
son
variados.
Es
cierto
que
a
nivel
mundial
se
sintetizó
en
1925
y
en
la
década
de
1980
aparece
en
las
actividades
de
recreación
nocturna
en
el
mundo.
En
Argentina,
más
o
menos
en
esa
década
se
empiezan
a
ver
primero
los
primeros
reportes.
Como
siempre
sucede
aquí
en
Argentina
al
cruzarse
un
problema
sanitario
con
un
problema
de
seguridad
los
reportes
son
de
dos
fuentes:
los
reportes
de
personas
intoxicadas
con
las
sustancias
desde
las
fuentes
sanitarias
y
la
otra
fuente
es
la
de
la
seguridad
que
se
dan
en
las
requisas
donde
se
encuentran
este
tipo
de
pastillas.
La
moda
éxtasis
Raúl
Ángel
Gómez,
experto
en
psicología
de
la
drogodependencia,
asegura
que
“la
moda,
por
decirlo
así,
es
usar
este
tipo
de
sustancias
como
un
modulador
de
ciertas
experiencias
de
recreación
nocturna”.
Y
apunta:”
Lo
que
provoca
es
un
estimulante
que
va
a
incrementar
todas
nuestras
funciones,
va
a
incrementar
la
frecuencia
cardíaca,
va
a
incrementar
la
presión
arterial,
va
a
incrementar
nuestro
metabolismo
también”.
En
concreto,
Gómez
explica
que
el
consumo
de
éxtasis
“acelera
todo
y
en
ese
acelerar
genera
un
cambio
en
la
experiencia
sensorial
sin
llegar
a
ser
un
alucinógeno
clásico”.
“Se
produce
un
incremento
sensorial,
una
distorsión
sensorial
y
esta
hiperactividad
de
todos
nuestros
sistemas
genera
toda
una
serie
de
riesgos
de
los
que
sería
importante
que
los
usuarios
estén
informados”.
-¿Es
una
droga
adictiva?
-El
perfil
del
usuario
de
éxtasis
es
diferente
al
usuario
de
otras
drogas,
como
la
cocaína,
en
donde
vemos
muchos
casos
un
porcentaje
importante
de
usuarios
que
desarrollan
un
consumo
compulsivo
que
los
lleva
a
consumir
de
manera
cotidiana
y
en
muchas
cantidades.
El
usuario
de
extasis
tiene
otro
perfil
que
e
el
del
usuario
esporádico
episódico
de
pocas
veces
o
algunas
veces
al
año
para
estos
eventos
recreativos.
Por
lo
tanto,
no
tiene
el
perfil
adictivo
clásico.
Eso
no
quiere
decir
que
no
sea
una
sustancia
de
riesgo.
Como
decíamos
antes
el
contexto
en
el
cual
se
consume,
que
es
el
de
la
clandestinidad
y
sin
ningún
tipo
de
control,
la
hace
de
mucho
más
riesgo.