Si
jugamos
a
que
las
personas
sean
prendas
de
vestir,
ella
nunca
sería
uno
de
esos
cinturones
con
la
hebilla
enorme
y
dorada,
más
preocupados
por
exhibir
el
logo
que
por
ajustarte
el
pantalón.
Me
la
imagino
como
un
sweater
de
cashmere
suave
y
exquisito
que
se
impone
por
su
calidad
sin
gritarte
la
marca
en
la
cara.
Vera
Spinetta
es
casi
un
lujo
silencioso.
Actriz
versátil
y
potente,
fue
una
inolvidable
anarquista
rapada
y
furiosa
como
Soledad,
la
amiga
incondicional
de
Lali
Espósito
en
“El
fin
del
amor”,
una
adolescente
a
merced
del
peligro
en
“Las
viudas
de
los
jueves”,
e
hija
de
Diego
Peretti
por
partida
doble,
en
“El
reino”
y
“En
terapia”.
Su
padre
en
la
vida
no
necesita
presentación,
El
Flaco
es
pura
poesía.
De
su
madre,
la
fotógrafa
Patricia
Salazar,
heredó
la
mirada
certera,
el
encuadre
perfecto,
el
modo
de
echar
luz
sobre
las
cosas
y
un
arrojo
del
que
no
necesita
alardear.
Por
estos
días
hace
teatro
por
primera
vez
con
“No
tiene
un
desgarrón”,
la
obra
de
Thomas
Bernhard
que
se
presenta
en
Dumont
4040.
Un
texto
político
y
poético
que
protagoniza
junto
a
Julieta
Cardinali,
dirigido
por
Rita
Cortese.
Vera
no
corre,
se
para
y
dice
lo
que
siente.
Noticias:
Aunque
cueste
creerlo
este
es
su
debut
teatral.
¿Qué
tuvo “No
tiene
un
desgarrón”
para
que
sea
una
oferta
imposible
de
rechazar?
Vera
Spinetta:
¡Me
llamó
la
mismísima
señora
Rita
Cortese!
Y
ahí
no
hay
ni
siquiera
un
instante
de
duda,
le
dije:
“Si
es
con
vos,
lo
que
quieras”.
Después
me
pasó
el
texto,
lo
leí
y
me
fascinó,
quedé
enloquecida
con
la
obra.
Era
impensado
para
mí
un
debut
teatral
de
la
mano
de
Rita
y
con
Julieta
Cardinali,
una
actriz
a
la
que
amo
y
admiro,
todo
era
irresistible.
Noticias:
¿Por
más
que
tenga
una
extensa
experiencia
en
la
actuación
hacer
teatro
por
primera
vez
igual
mete
miedo?
Spinetta:
Claro
que
hubo
miedo
y
nervios.
Tengo
un
montón
de
pánico
escénico
en
general,
si
voy
a
cantar
me
pasa
lo
mismo.
Pero
se
trabajó
mucho
y
de
manera
constante
durante
tres
meses,
ensayamos
sin
pausa
y
me
parece
que
llegamos
al
estreno
habiendo
probado
muchísimo.
Rita
que
es
una
directora
fantástica,
porque
es
una
actriz
superlativa
y
además
dirigiendo
es
maravillosa.
Tiene
una
visión
y
una
claridad
impresionantes,
obviamente
sabe
muchísimo
de
teatro
y
se
nota
que
conoce
cómo
abordarlo.
Noticias:
Por
suerte
para
pisar
por
primera
vez
el
escenario
eligió
algo
pasatista,
una
obra
de
Thomas
Bernhard
que
habla
del
célebre
huevo
de
la
serpiente,
el
gen
del
fascismo,
¿no?
Spinetta:
Sí,
dije
vamos
con
algo
tranca
(risas).
La
obra
original
tiene
tres
actos,
acá
se
desarrolló
el
primero
sumando
algunos
sucesos
de
los
otros
dos
y
concentrando
la
acción
en
los
personajes
de
Julieta
y
el
mío.
Ambas
son
empleadas,
mujeres
que
trabajan
en
la
casa
de
una
familia
de
clase
alta
encabezada
por
un
profesor
de
Oxford
y
son
testigos
de
un
momento
social
donde
surgen
con
fuerza
las
ideas
totalitarias,
vuelven
a
aparecer
conceptos
ligados
al
nazismo,
algo
que
indudablemente
estaba
dormido
y
esperando
para
resurgir.
Noticias:
Cualquier
parecido
con
la
realidad
es
pura
coincidencia,
aclaremos.
Spinetta:
Digamos
que
es
muy
actual
(se
ríe).
Lo
más
interesante
de
todo
es
justamente
estar
haciendo
la
obra
en
este
momento.
Es
un
texto
maravilloso,
muy
poético
y
de
una
actualidad
sorprendente,
uno
puede
interpretarlo
hoy
con
una
verdad
atravesada
por
la
sociedad
que
habitamos.
Me
parece
que
es
super
importante
hacer
la
obra
en
este
contexto,
el
teatro
siempre
ha
tenido
ese
lugar,
esa
voz
que
crece
desde
el
under,
para
expresar
lo
que
quizás
no
puede
decirse
por
miedo
o
por
precaución.
Son
pocos
los
que
se
animan
a
hablar
a
los
cuatro
vientos,
pero
el
teatro
siempre
ha
sido
un
lugar
de
lucha.
Noticias:
Mientras
hablaba
pensaba
en
el
disciplinamiento
que
se
han
intentado
hacer
con
algunos
artistas
como
Lali,
por
ejemplo.
Varios
actores
han
cerrado
su
cuenta
de
Twitter
para
no
exponerse
a
agresiones.
¿En
algún
momento
dudó
en
hacer
una
obra
tan
política?
Spinetta:
No,
nunca.
De
hecho
siempre
pensamos:
“¡Hay
que
hacerla!”.
¿Qué
vamos
a
estar
diciendo
con
este
presente?
El
trabajo
del
arte
es
generar
incomodidad
y
replanteos,
¿sino
para
qué
existe?
No
está
ahí
para
ser
amable
sino
para
llenarte
el
culo
de
preguntas.
Hay
que
repensar
constantemente
lo
que
uno
hace,
dice,
cómo
se
mueve,
a
quién
cuida,
cómo
nos
tratamos
a
nosotros
y
a
los
demás.
Si
uno
no
se
plantea
esas
dudas
todo
es
banalidad.
Noticias:
¿En
un
punto
es
una
banalidad
frenemy,
violencia
disfrazada
de
superficialidad?
Spinetta:
Sí,
lo
peor
es
que
hay
una
tristeza
y
una
desesperanza
muy
grande.
Los
jóvenes
están
re
perdidos,
no
es
que
llevan
la
bandera
de
defender
causas
justas.
Se
los
comieron
las
redes,
la
ansiedad,
la
locura.
El
ideal
hoy
es
la
guita,
la
fama,
la
validación,
y
eso
es
una
porquería
que
para
mí
no
existe.
Me
encanta
juntarme
con
colegas
a
los
que
respeto
y
que
me
respetan,
eso
es
lo
importante,
poder
seguir
construyendo
desde
un
norte
en
común.
Después
lo
demás,
bueno,
yo
no
quiero
ser
amada
por
todos
(se
ríe).
No
es
algo
que
persiga,
para
nada,
pero
hay
mucho
de
eso.
“Quiero
gustar,
ser
likeado,
ser
deseado”
y
es
agotador.
Nadie
quiere
verse
en
el
lugar
incómodo
de
decir
su
verdad
aunque
no
sea
la
de
todos,
la
verdad
siempre
es
particular
y
en
ese
sentido
no
busco
ser
la
líder
de
una
generación.
¡No
me
resulto
tan
interesante!
(risas)
Noticias:
La
vi
hace
poco
con
Julieta
Cardinali
en
Nave
Nodriza,
el
programa
de
Moria
Casán
en
la
plataforma
de
streaming
cultural
Picnic
Extraterrestre.
Su
amiga
Sofía
Gala
también
hace
Viaje
al
Sonido
ahí.
¿Se
animaría
a
incursionar
en
algo
así?
Spinetta:
No,
¡para
nada!
¡Yo
tengo
ataques
de
timidez
atroces!
Soy
muy
reservada,
me
da
vergüenza,
en
lo
de
Moria
no
podemos
decir
que
estaba
suelta
precisamente,
me
sentía
como
atada,
no
me
gusta
hablar
de
mí,
me
re
cuesta.
Noticias:
En
la
familia
Spinetta
han
sido
todos
bastante
reservados.
Su
mamá
Patricia
tenía
un
perfil
bajísimo,
incluso
sus
hermanos
Dante
y
Caterina
siendo
figuras
públicas
encontraron
la
manera
de
no
estar
hiper
expuestos.
Pero
su
papá
sigue
estando
presente
siempre.
¿Vio
la
serie
de
Fito?
No
supero
que
el
Flaco
sea
Julián
Kartún…
Spinetta:
(Se
ríe)
¡A
Julián
lo
amo!
Y
sí,
vi
la
serie,
tenía
cosas
muy
lindas,
me
emocionó
porque
aunque
obviamente
es
una
ficción
está
basada
en
la
vida.
También
te
sentís
un
poco
rara
porque
conocés
a
las
personas
reales,
pero
fue
entretenida
y
linda
de
ver.
Noticias:
Usted
sabrá
que
siempre
está
dando
vueltas
la
idea
de
hacer
algo
así
con
su
papá,
que
lleguen
ofertas
será
inevitable.
¿Estaría
de
acuerdo?
Spinetta:
Ya
llegaron,
quieren
hacerlo,
pero
nosotros
no.
Ficcionalizar
una
vida
es
muy
complejo,
¿quién
podría
encarnar
al
Luis
real?
Más
allá
de
eso
nos
gustaría
hacer
un
documental,
viste
que
el
de
Piazzolla,
“Los
años
del
tiburón”,
es
espectacular.
Algo
así,
con
una
visión
cinematográfica,
pero
con
archivo
de
mi
viejo
sería
muy
bueno.
Tenemos
un
montón
de
material,
yo
creo
que
algún
momento
va
a
suceder,
sería
re
lindo.
Noticias:
Cerremos
con
un
tema
que
importa.
La
escuché
decir
que
le
gusta
Paul
Mescal.
Él
está
soltero,
usted
también.
¿Es
ahora?
Spinetta:
(risas)
¡Me
gusta
mucho
como
actor!
Me
parece
que
tiene
claro
por
dónde
va
y
a
pesar
de
estar
ahí
arriba
sabe
cultivar
un
bajo
perfil,
ojalá
no
la
pifie
después
de
una
película
gigante
como
“Gladiador”.
Estoy
experimentando
la
soltería
por
primera
vez
y
está
bueno,
pero
me
encanta
también
estar
con
alguien,
soy
re
team
pareja.
Aún
no
volví
a
enamorarme,
ya
sucederá,
no
hay
apuro.
Cuando
pasa
es
hermoso,
pero
no
está
sucediendo
ahora.
Estoy
muy
enfocada
en
el
teatro,
disfrutando
de
mis
amigos,
de
la
casa,
están
pasando
un
montón
de
cosas
nuevas
para
mí.
Con
los
ensayos
estuve
mucho
tiempo
afuera,
son
momentos,
a
veces
estás
presente
un
montón
y
otras
no,
mis
hijos
están
acostumbrados
a
ese
ritmo.
Cuando
me
toca
filmar
todo
el
día
lo
sufrimos
y
cuando
tengo
tiempo
para
estar
juntos
es
hermoso.
También
estoy
escribiendo
un
segundo
libro
de
poesía
y
con
nueva
música,
hay
ganas
de
seguir
haciendo,
sin
fecha
pero
con
voluntad
y
deseo.
Todo
es
una
balanza
en
la
vida.