El
fútbol,
desgraciadamente,
vuelve
a
ser
noticia
en
Sudamérica
por
motivos
extradeportivos.
La
violencia
se
ha
apoderado
de
las
calles
de
Río
de
Janeiro
en
la
previa
de
la
ida
de
la
semifinal
de
Copa
Libertadores
entre
Botafogo
y
Peñarol.
“Hinchas
de
Peñarol
crearon
escenas
de
terror
al
borde
de
la
playa
Recreio
dos
Bandeirantes
y
la
Policía
militar
tuvo
que
intervenir
para
controlar
la
situación”,
cuenta ‘Lance’.
“Hasta
el
momento
aún
se
desconoce
el
verdadero
motivo
de
los
disturbios. Aún
no
hay
información
sobre
los
heridos
en
el
choque
ni
sobre
cuántos
aficionados
fueron
detenidos”,
prosigue
el
medio
brasileño.
Las
imágenes
de
los
seguidores,
hacinados,
mientras
eran
trasladados
a
comisaría
son
tremendas.
La
escena
de
la ‘torcida’
de
Botafogo
lanzando
cohetes
frente
al
hotel
de
Peñarol
prendió
el
fuego.
Las
imágenes
de
los
aficionados
enfrentándose
a
la
Policía
son
terribles.
Se
quemaron
motocicletas
de
los
vecinos
de
la
zona,
se
asaltaron
establecimientos e,
incluso,
un
ciudadano
local
arrebató
la
porra
a
un
agente
de
seguridad
para
golpear
a
los
hinchas
uruguayos.
Entre
medias,
para
más
confusión
aún,
apareció
un
jugador
de
Flamengo:
el
exmadridista
Guillermo
Varela.
El
lateral
charrúa,
formado
en
Peñarol,
acudió
a
la
zona
para
tratar
de
ayudar
a
dos
amigos
mientras
los
propios
aficionados
de
su
equipo
se
lo
recriminaban: “Acabamos
de
perder
contra
Peñarol
y
te
estás
acercando
a
ellos,
basura”.
De
hecho,
Flamengo
tuvo
que
publicar
un ‘tuit’
excusándole:
“El
lateral
recibió
una
llamada
de
dos
amigos
y
fue
a
sacarlos
del
caos
de
la
Praia
do
Recreio.
El
jugador
se
dirige
a
un
encuentro
con
el
elenco
y
cuerpo
técnico”.
En
Uruguay,
sin
embargo,
ofrecen
una
versión
distinta
de
los
hechos.
Es
más,
denuncian
que
varios
hinchas
de
Peñarol
fueron
asaltados,
saqueados
-les
robaron
camisetas,
banderas
y
bufandas-
y,
posteriormente,
vieron
cómo
radicales
de
Flamengo,
Fluminense
y
Botafogo
prendían
fuego
a
sus
autocares.
“Peñarol
avisa
a
todos
los
grupos
de
hinchas
que
la
gente
no
vaya
al
punto
de
encuentro
fijado. Peñarol
va
a
intentar
fijar
otro
lugar
y
otro
punto
para
que
vayan
los
autocares. Que
el
que
pueda
llegue
por
su
cuenta
a
la
cancha
tres
horas
antes
del
partido
y
sin
ir
con
cosas
de
Peñarol,
sobre
todos
las
familias”,
anuncia
Roberto
Moar,
periodista
de
la
radio
uruguaya ‘Sport890′.