Desde
el
18
de
octubre,
es
parte
de
la
plataforma
Prime
Video
Vencer
o
morir,
una
ficción
creada
íntegramente
en
Chile
y
que
cuenta
una
historia
que
tiene
mucho
de
realidad.
Durante
ocho
capítulos
los
espectadores
se
podrán
introducir
en
los
años
ochenta,
plena
dictadura
de
Pinochet
en
el
país
vecino.
El
lanzamiento
se
realizó
en
Santiago,
una
de
las
ciudades
de
esta
apasionante
aventura
que
refleja
la
creación
del
Frente
Patriótico
Manuel
Rodríguez
(FPMR)
en
1983
y
que
tendrá
actividad
clandestina
hasta
1999,
utilizando
técnicas
de
la
guerrilla
urbana.
La
realización
de
esta
serie
les
llevó
dos
años
de
trabajo
y
los
primeros
capítulos
contaron
con
la
dirección
de
Rodrigo
Sepúlveda,
quien
subrayó
las
diferencias
entre
esta
creación
y
otras
que
también
trataron
este
mismo
tema:
“Aquí
además
de
lo
político
aparece
la
historia
íntima
de
Tamara
y
el
comandante
Rodrigo.
Trabajamos
con
otros
directores,
como
con
Gabriel
Díaz
y
Ernesto
Díaz,
quien
es
especialista
en
acción.
Empezamos
a
hacer
una
especie
de
decálogo
de
cómo
dirigir
y
terminó
siendo
un
material
de
trabajo,
para
que
los
tres
dirigiéramos
de
manera
parecida.
Coincidimos
siempre
en
que
parecía
que
estuviera
algo
así
como
una
serie
de
una
banda
de
rock
y
nos
impactó
la
juventud,
el
entusiasmo
y
el
arrojo
de
los
protagonistas.
La
banda
de
sonido
de
Carlos
Cabezas,
me
parece
que
apoya
y
que
es
espectacular
con
su
propia
personalidad”.
El
trabajo
de
época.
Hay
una
importante
reconstrucción
de
la
época,
focalizada
en
la
década
de
los
ochenta
y
son
varias
las
secuencias
de
violencia,
incluyendo
momentos
de
distintas
explosiones.
Cada
capítulo
tiene
al
menos
una
secuencia
de
mucha
acción.
El
equipo
creativo
chileno
está
muy
entusiasmado
porque
será
una
de
las
primeras
series
que
entra
en
este
rubro
de
ficciones.
Se
verán
imágenes
de
las
ciudades
de
Santiago
y
Valparaíso,
ambientadas
en
esos
años.
Esto
no
les
gusta
a
los
autoritarios
El
ejercicio
del
periodismo
profesional
y
crítico
es
un
pilar
fundamental
de
la
democracia.
Por
eso
molesta
a
quienes
creen
ser
los
dueños
de
la
verdad.
Josefina
Fernández
es
la
guionista
principal
y
contó
a
PERFIL:
“Conversamos
mucho
porque
si
bien
es
una
historia
de
nuestro
país
bastante
reciente
ya
que
transcurre
en
la
década
del
ochenta,
siempre
quisimos
darle
una
personalidad
distinta.
Nos
leímos
todos
los
libros
sobre
este
período,
como
nuestros
referentes
literarios,
pero
en
cuanto
a
cine
buscamos
otra
cosa.
Quisimos
reflejar
muy
bien
lo
que
era
la
juventud
de
la
resistencia
en
Chile
y
también
su
precariedad.
Sentimos
que
el
relacionarla
con
el
rock
también
era
una
manera
de
darle
una
personalidad
distinta,
porque
claramente
estaba
todo
entrelazado.
Las
personas
reales
tenían
desde
17
hasta
22
años,
muy
pocos
superaban
los
treinta,
eso
hizo
un
clic
en
nosotros”.
Tamara,
la
protagonista.
Los
autores
de
esta
serie
Josefina
Fernández
y
Mauricio
Dupuis
buscaron
que
la
protagonista
fuera
Tamara.
Fernández
aclaró:
“Arrancamos
con
ella
hablando
de
la
libertad
por
el
compromiso
que
tuvo.
Fue
una
mujer,
socióloga,
que
perteneció
a
una
clase
privilegiada
y
que
no
sufría
la
represión
como
se
padecía
en
Chile.
Son
momentos
de
la
historia,
porque
lamentablemente
mientras
más
una
crece
se
da
cuenta
que
se
vuelven
a
repetir
en
el
tiempo.
No
es
que
las
dictaduras
son
de
otra
época
o
ya
no
existe
la
represión,
la
desaparición
o
las
torturas.
A
pesar
de
que
lo
hemos
visto
en
un
pasado
muy
reciente,
puede
volver
a
pasar
en
cualquier
momento”.
Dupuis
continuó:
“Los
discursos
de
violencia
nunca
pierden
vigencia.
En
la
serie
se
muestra
cómo
la
gente
después
de
diez
años
de
dictadura
ya
está
hastiada
de
haber
perdido
su
libertad,
fue
el
tiempo
más
crudo.
Trabajamos
las
escenas
post
tortura,
no
se
ve
la
secuencia
del
dolor,
sino
las
huellas
que
quedan
en
los
rostros
o
cuerpos.
Quisimos
mostrar
la
historia
del
lado
de
los
jóvenes
para
que
llegue
a
este
mismo
público
y
de
esa
manera
se
sientan
compenetrados.
Ya
pasaron
cincuenta
años
del
golpe
de
estado
y
hace
treinta
y
cinco
que
recuperamos
la
democracia
en
Chile”.
Tanto
Fernández
como
Dupuis
pudieron
conversar
con
parte
de
la
familia
de
Cecilia
Magni
Camino
(1956-1988),
conocida
como
la
comandante
Tamara.
“Pudimos
dialogar
con
una
de
sus
hermanas
y
quería
que
se
contara
su
historia.
El
padre
era
pinochetista
e
incluso
había
hecho
uniformes
para
el
ejército
de
la
dictadura.
Vimos
las
cartas
de
Tamara
quien
nunca
dejó
de
querer
a
su
familia
aunque
no
compartieron
las
mismas
ideas”.
Los
integrantes
de
este
Frente
Patriótico
Manuel
Rodríguez
(FPMR)
eran
hijos
de
exiliados,
que
llegaban
desde
Hungría,
Bulgaria
y
otros
países.
Se
habían
ido
en
1973
y
volvían
desde
algún
país
que
no
fuera
comunista
para
no
despertar
sospechas.
“Llegaron
a
Chile
muy
jóvenes,
un
poco
más
de
veinte
años.
Hace
cuarenta
años
la
juventud
tenía
ideales.
El
que
no
aprende
la
historia,
la
repite”,
subrayaron.
En
la
serie
la
actriz
que
encarna
a
la
comandante
Tamara
es
Mariana
Di
Girolamo,
a
quien
se
la
puede
ver
en
la
actualidad
en
los
cines
argentinos
en
El
jockey
de
Luis
Ortega,
interpretando
la
contrafigura
de
Úrsula
Corberó.
Ella
confesó:
“Tuve
el
peso
de
la
historia
sobre
mis
hombros.
A
pesar
de
que
no
viví
esa
época,
mis
padres
me
contaron
mucho.
No
pude
despegarme
de
los
vivos
y
de
los
muertos.
Sentía
como
una
responsabilidad
diaria
de
contar
esto,
estudiarlo
desde
la
búsqueda
del
personaje
y
habitarlo
con
goce
y
amor.
Quise
rendirle
honores
a
la
Chichi
(Cecilia
Magni
Camino,
alias
Tamara)
a
su
familia
y
a
quienes
padecieron.
Busqué
transmitir
su
amor,
su
pasión,
su
vigor
al
ser
mujer
y
guerrillera,
madre
y
esposa.
Leí
las
cartas
que
le
mandaba
a
su
familia,
a
su
madre,
a
su
hija
y
a
su
hermana,
quien
cuidaba
a
la
niña.
Tuve
acceso
a
la
única
entrevista
que
dio
desde
la
clandestinidad.
Tanto
en
sus
cartas
como
en
la
nota
es
muy
honesta.
Habla
de
lo
que
está
padeciendo,
pero
también
narra
que
está
muy
segura
de
lo
que
está
haciendo
y
por
qué
lo
hace,
por
un
futuro
para
su
hija
y
por
Chile,
siempre
fue
coherente”.
La
presencia
argentina.
Junto
a
ella,
el
actor
rioplatense
Nicolás
Furtado,
único
no
chileno
de
la
serie
quien
encarna
al
comandante
Rodrigo
dirá:
“Mi
personaje
puntualmente
está
inspirado
en
Raúl
Pelegrín
y
en
otros
tantos
guerrilleros
de
esa
época.
Regresa
a
Chile
después
de
varios
años
y
le
toca
comandar
a
este
grupo.
Me
sentí
muy
honrado
de
llevar
la
responsabilidad
tan
seria
y
delicada
de
contar
esta
historia.
La
serie
tiene
mucha
acción
y
adrenalina,
es
como
ir
en
un
tren
a
toda
velocidad.
Si
fuese
música
sería
rock
and
roll,
ellos
viven
y
respiran
latiendo
todo
el
tiempo”.
El
actor
chileno
que
aquí
encarna
al
marido
de
Tamara
es
Mario
Horton
con
una
extensa
trayectoria
en
el
mundo
audiovisual
y
contará:
“Estuve
en
varios
proyectos
interpretando
diversos
roles,
incluso
en
una
película
hice
el
personaje
que
ahora
hace
Furtado.
La
serie
muestra
un
universo
que
conozco,
por
una
historia
familiar,
mi
padrastro
fue
exiliado
político,
pertenecía
a
otro
movimiento
político,
previo
al
Frente
Patriótico.
Por
eso
me
emociona
y
me
obliga
a
enfrentarlo
con
mucha
responsabilidad
y
cariño.
Aquí
me
tocó
estar
del
lado
de
aquellos
que
no
creían
en
la
lucha
armada,
a
diferencia
de
los
otros
proyectos.
Vencer
o
morir
me
permitió
inspeccionar
en
un
lugar
distinto
de
la
lucha.
Fue
muy
enriquecedor
trabajar
con
tres
directores”.
Todos
los
creadores
señalaron
que
no
se
propusieron
hacer
una
serie
de
época
para
la
gente
de
esa
época,
sino
que
por
lo
contrario
sus
miradas
estaban
focalizadas
en
atrapar
a
los
espectadores
más
jóvenes,
los
que
no
vivieron
esa
parte
de
la
historia.
Mostrar
el
lado
oscuro
de
la
dictadura
chilena
es
reflejar
la
de
cualquier
parte
del
mundo.
*Desde
Chile.