Un
líder
ultra
del
club
de
fútbol
Rosario
Central
y
otro
integrante
de
la
banda,
señalado
como
su
mano
derecha,
fueron
asesinados
a
balazos
en
los
alrededores
del
estadio
Gigante
de
Arroyito
durante
un
partido
por
la
liga
argentina
de
fútbol,
en
la
ciudad
de
Rosario,
provincia
de
Santa
Fe,
informaron
fuentes
oficiales.
Las
víctimas
fueron
identificadas
como
Andrés ‘Pillín’
Bracamonte,
de
53
años
y
jefe
de
la
barra
brava
(ultra)
de
Rosario
Central
desde
hace
30
años,
y
Daniel ‘Rana’
Atardo,
de
55
y
señalado
como
su
mano
derecha.
Bracamonte
y
Atardo
se
desplazaban
en
una
camioneta
blanca
cuando
“fueron
interceptados
por,
al
menos,
dos
personas
que
se
trasladaban
a
pie
y
les
realizan
múltiples
disparos
de
arma
de
fuego,
hiriéndolos
de
gravedad
para
luego
darse
a
la
fuga”,
indica
un
informe
de
la
fiscalía
de
Rosario.
Fueron
interceptados
por,
al
menos,
dos
personas
que
se
trasladaban
a
pie
y
les
realizan
múltiples
disparos
de
arma
de
fuego
El
ataque
ocurrió
a
pocas
cuadras
del
estadio ‘Canalla’,
donde
San
Lorenzo
venció
a
Rosario
Central
0-1
y
debido
a
que
era
un
partido
sin
afición
visitante,
los
fiscales
investigan
un
posible “ajuste
de
cuentas
interno”
entre
ultras
de
diferentes
facciones
dentro
del
mismo
club.
Los
heridos
fueron
asistidos
por
testigos
y
trasladados
al
Hospital
Centenario
de
la
ciudad
rosarina,
donde
confirmaron
la
muerte
de
ambos.
“Comenzará
una
revancha”
Temen
que
el
crimen
pueda
desatar
una
ola
de
violencia
dentro
de
barras
rivales
y
bandas
que
manejan
el
narcotráfico
en
Rosario. “Los
jefes
de
las
barras
bravas
son
jefes
de
bandas
narcopoliciales
barriales.
El
asesinato
de ‘Pillín’
es
el
asesinato
de
uno
de
los
líderes
de
las
principales
bandas
narco
desde
el
año
2011
en
adelante”,
afirmó
el
diputado
provincial
del
Frente
Social
y
Popular
de
Santa
Fe,
Carlos
Del
Frade,
en
declaraciones
a
Radio
10.
Los
jefes
de
las
barras
bravas
son
jefes
de
bandas
narcopoliciales
barriales
Del
Frade,
además
de
ser
legislador,
es
periodista
e
investigó
las
vinculaciones
del
narcotráfico
rosarino
con
el
fútbol
en
la
década
de
1990,
y
asegura
que
“comenzará
una
revancha”
a
raíz
del
homicidio
de
Brancamonte.
“Pillín
era
un
caso
único,
casi
en
América
Latina,
porque
fue
el
único
jefe
de
barra
brava
de
un
club
de
Primera
División
durante
30
años
y
el
hombre
que
podía
dialogar
con
ciertos
sectores
del
Gobierno,
pero
el
asesinato
de
ayer
rompe
lo
que
para
nosotros
era
un
paréntesis
en
los
homicidios
en
Rosario”,
afirmó
Del
Frade.
El
asesinato
de
ayer
rompe
lo
que
para
nosotros
era
un
paréntesis
en
los
homicidios
en
Rosario
La
ciudad
de
Rosario
está
atravesada
desde
hace
décadas
por
el
negocio
del
narcotráfico
y
los
enfrentamientos
entre
bandas
por
el
control
del
territorio.
Según
fuentes
del
Ministerio
de
Seguridad
de
Santa
Fe,
el
año
pasado,
el
número
de
asesinatos
violentos
-vinculados
en
su
mayoría
al
narco-,
ascendió
a
261
víctimas,
mientras
que
a
dos
meses
de
terminar
el
2024
se
encuentra
en
81.
Una
baja
considerable,
en
parte,
por
la
intervención
del
Gobierno
nacional
mediante
un
comité
de
crisis,
dirigido
por
la
ministra
de
Seguridad
argentina,
Patricia
Bullrich,
y
la
implementación
del “Plan
Bandera”
que
hace
uso
de
fuerzas
federales
para
fortalecer
la
seguridad
en
Rosario.
Sin
embargo,
para
Del
Frede
las
políticas
de
Bullrich
dejan “la
sensación
de
que
están
dejando
vender
droga
a
propósito
a
cambio
de
que
no
maten
a
alguien”.