
En
las
últimas
semanas,
Jorge
Lanata
experimentó
un
cambio
radical
en
su
estado
de
salud,
dejando
atrás
momentos
críticos
que
preocupaban
profundamente
a
su
familia
y
seguidores.
Luego
de
haber
sufrido
una
isquemia
intestinal
que
lo
mantuvo
en
terapia
intensiva
con
un
pronóstico
reservado,
la
salud
del
periodista
presentó
una
mejoría
inesperada
y
casi
milagrosa.
Fue
su
hija
mayor,
Bárbara
Lanata,
quien
compartió
los
detalles
de
esta
evolución.
En
una
entrevista
con “Socios
del
espectáculo”
Bárbara
explicó
que
su
papá
alcanzó
un
estado
de
estabilidad
suficiente
para
dar
el
siguiente
paso
en
su
recuperación:
“Le
van
a
poner
un
botón
gástrico
para
poder
trasladarlo,
es
algo
que
pidió
el
centro
porque
es
necesario
para
su
tratamiento.
Es
un
milagro
realmente
después
de
todo
lo
que
pasó”,
comentó
emocionada.
Según
la
hija
del
periodista,
el
traslado
a
la
clínica
de
rehabilitación
podría
concretarse
los
próximos
días.
La
lenta
pero
constante
recuperación
de
Lanata
El
avance
en
la
salud
de
Jorge
Lanata
resulta
asombroso,
especialmente
considerando
la
gravedad
de
la
situación
inicial.
Durante
los
primeros
días
de
su
internación,
el
periodista
permaneció
en
estado
crítico,
y
su
familia
pasó
por
momentos
de
profunda
angustia.
La
evolución
fue
una
montaña
rusa,
como
lo
describió
Bárbara,
con
momentos
de
esperanza
que
a
veces
se
veían
interrumpidos
por
complicaciones.
Bárbara
también
compartió
un
detalle
que
sorprendió
a
todos:
“Está
despierto.
Esta
semana
estuve
enferma
y
no
pude
ir
por
un
posible
contagio.
Hice
videollamada,
me
preguntó
si
había
tenido
fiebre…
habla
poco,
por
momentos
está
ubicado
y
por
momentos
no,
pero
avanza
bien”.
Sus
palabras
reflejan
la
mezcla
de
emociones
que
acompaña
la
recuperación
de
su
padre.
A
pesar
de
que
la
comunicación
con
él
es
limitada
y
presenta
altibajos,
el
hecho
de
que
Lanata
esté
consciente
y
pueda
interactuar
representa
un
progreso
significativo.
En
medio
de
esta
recuperación,
Bárbara
decidió
proteger
a
su
padre
de
ciertos
aspectos
de
la
vida
familiar.
Durante
su
internación,
se
desató
un
fuerte
conflicto
en
el
entorno
familiar
de
Lanata,
pero
la
joven
aclaró
que
prefiere
no
involucrarlo
en
esas
tensiones.
“Mi
papá
no
sabe
nada
de
eso
porque
hablamos
de
pavadas.
No
quiero
andar
contando
detalles,
pero
no
retiene
demasiado”,
confesó.
Los
últimos
cinco
meses
fueron
particularmente
difíciles
para
la
familia
Lanata,
una
etapa
llena
de
incertidumbres
y
emociones
intensas,
especialmente
por
el
enfrentamiento
judicial
entre
Bárbara
y
Lola,
con
Elba
Marcovecchio,
la
esposa
del
periodista.
“Fueron
cinco
meses
de
montaña
rusa,
con
picos
muy
abajo
y
también
otros
muy
arriba.
Estuvimos
esperanzados,
después
retrocedimos,
pero
mejor”,
dijo
Bábara.
El
próximo
paso
en
el
proceso
de
recuperación
de
Lanata
será
su
traslado
a
la
clínica
de
rehabilitación,
donde
recibirá
cuidados
especializados
para
ayudarlo
a
recuperar
fuerzas
y
mejorar
su
calidad
de
vida.
VO