El
mundo
de
la
realeza
no
está
exento
de
problemas
de
salud,
y
esta
vez
es
la
reina
Letizia
Ortiz
quien
acaparó
los
titulares
debido
a
una
complicada
situación
médica
que
llegó
al
límite.
Según
fuentes
cercanas
a
la
Casa
Real,
la
royal
se
someterá
a
una
intervención
quirúrgica
urgente
para
tratar
un
dolor
crónico
causado
por
una
afección
conocida
como
neuroma
de
Morton,
una
dolencia
que
estuvo
afectando
su
calidad
de
vida
en
los
últimos
meses.
La
salud
de
Letizia
se
convirtió
en
un
tema
recurrente
en
las
últimas
semanas.
Durante
su
reciente
viaje
de
Estado
a
los
Países
Bajos,
la
reina
dejó
entrever
las
consecuencias
de
esta
dolencia
al
ser
vista
recibiendo
a
los
invitados
sentada
en
una
silla,
mientras
el
resto
de
los
presentes
permanecían
de
pie.
Una
escena
similar
ocurrió
en
Palma
de
Mallorca,
donde
tuvo
que
retirarse
antes
de
tiempo
de
un
evento
oficial,
dejando
a
su
esposo,
el
rey
Felipe
VI,
y
a
la
reina
emérita
Sofía
solos
en
la
recepción.
¿Qué
es
el
neuroma
de
Morton,
el
problema
médico
por
el
que
Letizia
será
operada?
El
neuroma
de
Morton,
la
afección
que
padece
Letizia
Ortiz,
es
un
trastorno
que
afecta
el
metatarso,
principalmente
entre
el
tercer
y
cuarto
dedo
del
pie.
Esta
condición
provoca
un
dolor
punzante
y
entumecimiento
que
los
pacientes
describen
como
si
llevaran
un
objeto
incómodo
dentro
del
zapato
o
una
arruga
en
el
calcetín.
A
pesar
de
su
gravedad,
esta
enfermedad
no
presenta
señales
visibles
desde
el
exterior,
lo
que
dificulta
su
diagnóstico
temprano.
Además,
la
reina
también
sufre
de
metatarsalgia
crónica,
otra
condición
que
agrava
el
malestar
en
sus
pies
y
que,
según
especialistas,
podría
estar
relacionada
con
su
uso
constante
de
tacones
altos.
Este
hábito,
adoptado
para
contrarrestar
su
estatura
baja
en
comparación
con
su
esposo
y
sus
hijas,
parece
haber
contribuido
al
deterioro
de
su
salud.
En
un
intento
por
manejar
el
dolor,
Letizia
recurrió
regularmente
a
infiltraciones
para
aliviar
los
síntomas.
Sin
embargo,
estas
medidas
temporales
ya
no
son
suficientes.
Durante
las
últimas
semanas,
su
estado
de
salud
empeoró
hasta
el
punto
de
ausentarse
de
la
agenda
oficial
de
la
Casa
Real
por
más
de
tres
semanas,
algo
inusual
en
su
meticuloso
historial
de
compromisos.
Ante
esta
situación,
el
equipo
médico
de
la
reina
recomendó
una
intervención
quirúrgica.
Aunque
el
neuroma
de
Morton
no
tiene
una
cura
definitiva
a
través
de
la
cirugía,
este
procedimiento
busca
reducir
significativamente
el
dolor
y
mejorar
su
calidad
de
vida.
Según
trascendió,
la
Casa
Real
reservó
una
planta
entera
de
una
clínica
privada
en
Madrid
para
garantizar
la
privacidad
y
la
seguridad
durante
la
operación.